VfB Stuttgart: juventud para regresar a la tranquilidad

Última jornada de la Bundesliga 2006/2007. Stutgart y Schalke mantenían un sorprendente mano a mano para coronarse rey del fútbol alemán en el que el club de la Mercedes partía con ventaja, ya que sólo tenía que derrotar al Energie Cottbus para conquistar su quinto entorchado liguero. No fue un encuentro plácido, pero finalmente un zapatazo desde fuera del área de un jovencísimo Sami Khedira dio el triunfo y, por ende, el campeonato al conjunto dirigido por Armin Veh. Con el sello de un canterano se rubricó la última página gloriosa de un club que, desde entonces, camina por un sendero irregular que le ha llevado hasta luchar por eludir el descenso la última temporada. Potencial bisoño y Armin Veh, un binomio que ocho años más tarde vuelve a ser la apuesta del conjunto de Baden-Würtemberg para poner fin a los vaivenes de recientes campañas y emprender el regreso a la tranquilidad.

Con el regreso de Armin Veh se pretende sentar unas bases que pongan fin a la inestabilidad

Con el regreso de Armin Veh se pretende sentar unas bases que pongan fin a la inestabilidad que ha caracterizado al club en las últimas campañas y, sobre todo, explotar el talento joven presente en su prolífica factoría. Durante la anterior etapa del técnico de Augsburgo en el club, canteranos como Khedira, Tasci o Mario Gómez crecieron hasta convertirse en la columna vertebral de la plantilla. Ahora se pretende repetir la misma apuesta por las categorías inferiores, aderezada con refuerzos que suponen un salto de nivel como el de Kostic, con el objetivo de alejar al equipo de las posiciones de cola y ubicarlo en la zona tranquila de la tabla clasificatoria.

La plantilla ha sufrido alguna baja notable como la de Ibrahima Traoré, pero ha sido bien reemplazada con la llegada del serbio Kostic. Veteranos como Cacau y Boka pusieron fin a una longeva etapa en el club y, en líneas generales, Bobic ha hecho un buen trabajo para reforzar un grupo de jugadores jóvenes y talentosos más equilibrado que en la pasada campaña. Equilibrio entre el ataque y la defensa es lo que se pretende con la llegada a préstamo de Oriol Romeu que, unida a la versatilidad de Klein, parece mejorar un entramado defensivo que necesitaba savia nueva. El club también se ha movido bien en el mercado para aprovechar el descenso del Núremberg y apuntalar el ataque con las incorporaciones de Hlousek y Ginczek, que ofrecerá competencia a un Ibisevic que evidenció algún problema de actitud la pasada campaña. Solamente la marcha de un canterano llamado a ser importante como Rani Khedira enturbia una gran labor en el mercado estival de la dirección deportiva del club.

Entrenador: Armin Veh

Segunda etapa en el club para el técnico de Augsburgo. Repetir el título liguero es una quimera, pero su llegada ha despertado ilusión y se espera que pueda reconducir al equipo y alejarlo de las posiciones de peligro que frecuentó la pasada campaña. “Puede hacer un gran trabajo con una mezcla de jugadores jóvenes y veteranos, todo ello jugando un fútbol muy atractivo”, anunció Bernd Wahler, presidente de la entidad, tras su contratación. Eso es lo que se espera de Veh, su apuesta por los jóvenes valores que destacan en las categorías inferiores impregnada de esa propuesta atrevida que caracteriza a sus equipos. La confianza es máxima en un hombre que, tras acumular varios fracasos en las campañas posteriores a la conquista del cetro liguero, recuperó su prestigio en Frankfurt sacando al Eintracht del infierno de la segunda división para conducirlo hasta competiciones europeas.

Jugadores a seguir

El fichaje: Filip Kostic

El gran golpe del Stutgart en este mercado estival ha sido la incorporación de este extremo serbio, que llega para cubrir la marcha al Borussia Monchengladbach de un Ibrahima Traoré que ofreció un extraordinario rendimiento la pasada campaña. Es un hombre de banda, vertical y muy habilidoso en la conducción para sortear a los rivales que salen a su paso. Zurdo de gran golpeo, combina la potencia para disparar desde media distancia con el suave tacto para la asistencia. Se siente cómodo partiendo desde la banda derecha para explotar su peligrosa diagonal y no desdeña ofrecerse en posiciones interiores por su acierto moviéndose entre líneas. En el costado izquierdo es una daga que aporta desborde gracias a su acierto cuando encara. Tras completar con éxito la difícil tarea de suplir a su compatriota Dusan Tadic en el Groningen, asumirá el mando de las operaciones ofensivas en Stuttgart.

Liderazgo: Antonio Rüdiger

Tras la rumorología acerca de su futuro, prolongó su vinculación con el club y está llamado a sustentar el edificio defensivo durante muchos años. Canterano e internacional con el combinado nacional germano en categorías inferiores, la pasada campaña ya sufrió el caos en las posiciones de retaguardia del equipo y en esta todo apunta a que tendrá que volver a multiplicarse para tapar los agujeros que se puedan generar con la propuesta ofensiva de Armin Veh. Central de gran presencia física, es un muro en los envíos aéreos frontales y no sufre en exceso cuando la línea defensiva se adelanta gracias a su potente zancada, pero debe progresar en la parcela táctica para ofrecer mayores garantías a sus compañeros de zaga. Puede amoldarse al carril derecho de la línea defensiva aunque no ofrece profundidad por su banda. Necesita un compañero asiduo en el eje central para ofrecer, al fin, su mejor nivel.

Equilibrio: Oriol Romeu

Sin hacer mucho ruido, como su juego poco espectacular, el Stuttgart ha podido conseguir cerrar la cesión que apunta a una de las revelaciones de este curso de Bundesliga. Pivote defensivo silencioso, sin alardes físicos pero con ese rigor táctico que encandila a todos los entrenadores. Espectacular a la hora de cerrar espacio al rival con su achique diagonal desde el vértice más retrasado de la medular en un 4-3-3, ejerce como ancla para guardar las espaldas a sus compañeros y dar rienda suelta a sus llegadas desde segunda línea. Bien posicionado para frenar los contragolpes rivales, sin ser un dechado técnico ofrece con asiduidad una opción de pase los zagueros para iniciar la jugada. Eclipsado por la figura de Sergio Busquets, decidió probar fortuna en las filas del Chelsea, pero una grave lesión de rodilla y la poca confianza de sus técnicos frustraron su aventura inglesa. Tras recuperar sensaciones en Valencia, pretende reafirmarse en Alemania para volver a ser ese jugador que brilló en las categorías inferiores de la selección española.

Once inicial

Con la llegada de un técnico nuevo, casi todos los jugadores renuevan sus opciones de ganarse un hueco en las alineaciones. La pretemporada es tiempo de experimentos y de probar nuevas variantes tácticas y el rendimiento de los jugadores más jóvenes. Eso ha hecho Armin Veh, que aún así ha ido perfilando su once inicial de cara al estreno en Bundesliga. En él, Ulreich aparece como indiscutible en puerta y será la última barrera de un sistema defensivo en el que el recién llegado Klein apunta a ocupar el carril derecho de la zaga con el japonés Gotoku Sakai en el otro flanco. Con el futuro de Haggui en el aire, todo indica a que Schwaab será la pareja de Rüdiger en el eje de la retaguardia.

Romeu y Gruezo puede ser una buena dupla en el doble pivote para liberar de responsabilidades defensivas a una talentosa línea de mediapuntas en la que Kostic y Didavi parten con muchas opciones de ocupar dos puestos en el que el tercero se repartiría entre Werner, Harnik y Maxim con el imberbe Ferati luchando por hacer valer los destellos mostrados en los encuentros amistosos. Ibisevic volverá a partir como la punta de lanza de un conjunto que volverá a depender de su acierto goleador. El 4-4-2 en rombo parece el dibujo más ligado a Veh, pero ante la falta de un segundo ariete de referencia podría reconvertirlo a un 4-2-3-1 e incluso al 3-4-1-2 que ha probado durante este período estival.

Estadio

El Mercedes Benz-Arena es la casa de este Stuttgart que busca regresar a la tranquilidad para reverdecer viejos laureles. Situado al noroeste de la ciudad, este recinto fue construido en 1933 y completamente remozado para el Mundial de 2006, competición de la que albergó el partido por el tercer y cuarto puesto entre el combinado anfitrión y el portugués. Uno de sus fondos fue nuevamente remodelado en 2011 y cuenta con la categoría de ‘Estadio Élite’ otorgada por el máximo organismo futbolístico continental. Sede también de la Copa del Mundo celebrada en 1974, actualmente cuenta con una capacidad de 60.441 espectadores.