En un partido donde el Leverkusen se mostró ampliamente superior a su rival, a excepción de las jugadas a balón parado donde los dirigidos por Roger Schmidt deberán trabajar mucho más todavía, el equipo aspirinero firmó una importante victoria en suelo danés de 2 por 3 ante el Copenhague, escuadra valiente pero que no tuvo argumentos futbolísticos para llevarse el positivo en su campo. La figura de la noche fue, sin duda alguna, Hakan Calhanoglu, nueva estrella del Leverkusen y quien hizo honor a su dorsal "10" con dos brillantes asistencias para Kiessling y Son. Bellarabi firmó el otro de los tantos que le dieron la victoria al equipo teutón.

Golpe tras golpe hasta que uno quedó en la lona

Con un ambientazo en Copenaghe y un equipo que evidenciaba desde los actos de protocolo su deseo por luchar y ganar, el partido respondería a la expecativa del público asistenta desde el primer minuto. Sin dudarlo, ambos conjuntos salieron enfocados en la victoria y no dieron tregue a su rival hasta verlo tendido en la lona. En apenas dos minutos, Calhanoglu ya había destrozado la defensa rival con dos balones profundos que no llegaron a Kiessling por cortes providenciales de Per Nilsson y Martin Jorgensen. Por su parte, el Copenhague ya había colocado dos centros peligrosos al área cortados por Emir Spahic.

Pero el primer golpe llegaría sobre minuto 4, cuando la inspiración de Calhanoglu comenzaría a ser evidente sobre el terreno de juego. El turco aprovechó una jugada colectiva entre Castro y Son y logró internarse por banda derecha hasta línea de fondo, sacar un centro raso y encontrar sobre primer poste a Stefan Kiessling, quien nada más tuvo que empujar el balón sobre el fondo de la red. Era el 0-1 y el ritmo acelerado del partido tenía su primera víctima: el conjunto local.

Kiessling entra solo por primer poste y empuja el balón a la red para el 0-1 parcial. // (Foto de uefa.com)

Ante el gol en contra, el Copenhague no bajó los brazos y siguió adelantando líneas y buscando que Amartey y Claudemir asfixiaran a Rolfes y Castro en la salida, para que Cornelius y Delaney enfilaran sobre las bandas. El premio llegaría apenas cuatro minutos después, cuando, tras una gran jugada de Delaney sobre la izquierda, el balón acabara en el córner. El cobro de Cornelius encontraría a Jorgensen solo en punto penal, quien conectó de cabeza y puso el empate en el marcador.

Jorgensen y sus compañeros celebran el tanto del 1-1. // (Foto de uefa.com)

Con el empate, era el turno del Leverkusen de no bajar la guardia y, por intermedio de Son, al mimuto 10, el equipo teutón asustó la puerta de Andersen con un derechazo cruzado a ras de piso. Sin embargo, dos minutos más tarde, al 12', un cobro de tiro libre desde la zona de Delaney, la izquierda, permitía al Copenhague colocar el balón en el área del Leverkusen. Si algo deberá trabajar Schmidt con su defensa es la marcación de pelotas estacionarias, ya que, en un centro sin mayor peligro, una serie de rebotes fue pescada por Amartey, quien colocaba el 2-1 en el marcador y la ventaja para los locales.

Amartey fue el autor del segundo gol para su equipo. // (Foto de uefa.com)

Un flojo Donati en banda derecha había permitido dos cobros de pelota parada que el equipo danés había aprovechado al máximo.

El 2-1 no era un reflejo fiel de lo sucedido en la cancha. Más allá de los goles, el Copenhague no mostraba mayores armas para agredir al Leverkusen. Sin embargo, un flojo Donati en banda derecha había permitido dos cobros de pelota parada que el equipo danés había aprovechado al máximo. Por su parte, el Leverkusen tenía mejor control de balón y dominio total sobre el rival. Pero ni Son, ni Bellarabi, ni Kiessling podían aprovechar todavía la creatividad de Hakan Calhanoglu.

Sobre minuto 14, Son se escapaba en velocidad pero su disparo se iba flojo a manos del arquero local. Dos minutos después, una gran combinación entre Son y Boenisch le permitía al lateral zurdo disparar a pierna cambiada pero Andersen tapaba el disparo. Al 24', Boenisch volvía a conectar a portería pero su disparo rebotaba en la defensa local. Luego, dos minutos después, el mismo Boenisch conectaba de zurda un tiro centro que ni Kiessling ni Bellarabi pudieron capturar. El Leverkusen dominaba las acciones y presagiaba el empate, gracias a un fútbol ofensivo orquestado desde los pies de su nueva estrella: Hakan Calhanoglu.

El Leverkusen dominaba las acciones y presagiaba el empate, gracias a un fútbol ofensivo orquestado desde los pies de su nueva estrella: Hakan Calhanoglu.

Pero el gol del empate ya no tardaría más en llegar. Fue sobre minuto 30, cuando el Leverkusen había absorbido por completo al Copenhague y los daneses ya ni siquiera lograban poseer la pelota más de dos toques consecutivos. El gol llegaría en una jugada accidentada pero que dejaría en evidencia la viveza técnica de los germanos y la inocencia defensiva de los locales.

Un balón largo de Spahic desde tres cuartos de cancha de su propia zona encontraría a Heung-Min Son solo al borde del área. El surcoreano intentaría el control de pecho y el acomodo para su pierna diestra, pero Per Nilsson llegaba para estorbarle. Sin embargo, el central danés terminaría impulsando el balón que encontraría a Bellarabi solo y sin marca, para conectar con pierna izquierda un disparo rasante sobre la base del poste derecho de Andersen. Era el 2-2 y las esperanzas locales comenzaban a diluirse.

Bellarabi agradece a Son su involuntaria asistencia a gol para el 2-2. // (Foto de uefa.com)

El golpe final era cuestión de tiempo.

Con el empate a dos el Leverkusen comenzó a dominar las acciones con más inteligencia que velocidad, dejando de preocuparse por penetrar la defensa local y dedicándose a monopolizar el esférico y a trabajar los últimos golpes que lubricaran su victoria. Rolfes y Castro dominaron el mediocampo, mientras Calhanoglu se divertía en tres cuartos de cancha con la defensa danesa. El Copenhague, por su parte, no encontraba capacidad de respuesta y dejó de presionar a los teutones, quienes tocaban con amplia libertad en el campo. El golpe final era cuestión de tiempo.

Y el tiempo se cumplió al 41'. Un auténtico rondo en zona media entre Castro, Rolfes, Bellarabi y Calhanoglu le permitió al turco filtrar a las espaldas de los defensores para Son y el surcoreano no desaprovechó la oportunidad, enfiló a toda velocidad y cruzó su disparo de pierna derecha ante el achique de Andersen. El 2-3 en la pizarra era lapidario y contundente. El Copenhague quedaba K.O. en la lona de su propio estadio en apenas 45 minutos.

Heung-Min Son dispara de pierna derecha para colocar el 2-3 final en el marcador. // (Foto de uefa.com)

45 minutos de un gol que se negó a llegar

El segundo tiempo comenzaría como finalizó el primero: el Copenhague desconcertado en la cancha y el Leverkusen más cerca del cuarto que los daneses del empate. Apenas primer minuto y Boenisch ganaba la banda izquierda por enésima vez y conectaba un centro rasante que se cerró peligrosamente en la puerta de Andersen. Schmidt, sabedor que su rival aprovechó los despistes de Donati para crear peligro, no quiso tomar mayores riesgos y sacó al lateral italiano para dar paso al joven Jedvaj, quien entró con las pilas puestas desde el primer minuto.

Sobre minuto 54 aparecieron los sustos aéreos para los alemanes, cuando un balón de Cornelius estuvo a punto de encontrar a Amartey pero el cabezazo del volante ganés se escapaba ligeramente desviado de la puerta de Leno. Por su parte, en la siguiente jugada, Son respondía con un misilazo desde 30 metros que Andersen enviaba a tiro de esquina en una volada espectacular.

Andersen le negó el doblete a Heung-Min Son durante todo el segundo tiempo. // (Foto de uefa.com)

Schmidt, sabedor que su rival aprovechó los despistes de Donati para crear peligro, no quiso tomar mayores riesgos y sacó al lateral italiano para dar paso al joven Jedvaj

En la siguiente jugada, Calhanoglu cabeceaba solo en el área pero, una vez más, Andersen se vestía de héroe para su equipo y evitaba la caída del cuarto gol que comenzaba a jugarle una broma pesada a la ofensivo aspirinera. Jedvaj conectaba un centro que Kiessling no remataba y, en la misma jugada, Calhanoglu volvía a disparar pero Andersen le negaba el gol, otra vez.

Sobre minuto 62, Kiessling volvía a colocarse en el área chica y conectaba de cabeza un centro perfecto de Calhanoglu, pero su testarazo se iba a tiro de esquina por la gran intervención del guardameta Andersen, la gran figura de un Kobenhavn desdibujado y sin argumentos ofensivos ni defensivos para enfrentar al equipo de Schmidt. Tres minutos más tardes, Bellarabi aprovechaba un error en la salida rival, pero al llegar al área sucumbió ante el achique de Andersen y disparo al cuerpo del portero local. El cuarto gol se le negaba al Leverkusen y, con él, las posibilidades de cerrar la eliminatoria en apenas los primeros 90 minutos de los 180 totales.

Bellarabi tuvo la más clara en la segund parte pero no supo definir ante la salida de Andersen.
// (Foto de uefa.com)

Después de la de Bellarabi, llegaron lso turnos de Son, Calhanoglu, Kiessling, Spahic y Toprak para probar al arquero Andersen y en cada uno de esos intentos el guardameta logró resolver de gran forma sin ayuda de su defensa. De no ser por el resultado en contra para su equipo, la figura del partido habría sido, sin duda, el portero Andersen. Por su parte, el Leverkusen se daba cuenta de su imcompatibilidad con el gol en la segunda parte y comenzaba a dosificar el partido en base al control en zona media de Simon Rolfes y Gonzalo Castro, y la firmeza defensiva de Emir Spahic y Toprak.

De no ser por el resultado en contra para su equipo, la figura del partido habría sido, sin duda, el portero Andersen.

Sobre minuto 82 ingresaba Brandt por un agotado Bellarabi. El juvenil teutón pareció creer que el partido no estaba definidio aún y tuvo dos mano a mano con Andersen que el arquero supo resolver de buena forma como lo hizo en todo el partido. Con esto, el Leverkusen dejó correr los minutos, mientras el Kobenhavn no llegaba ni tan siquiera a tres cuartos de campo aspirinero, con lo que el partido perdió intensidad y emociones en el tramo final.

Velasco Carballo pitaba el final del encuentro y el Bayer Leverkusen conseguía una importantísima victoria, no solo por ser vencedor del encuentro, sino por haber conseguido tres goles fuera de casa, algo que le permite afrontar con tranquilidad el partido de vuelta de la próxima semana en el BayArena. Para clasificar, le basta con evitar un 0-2 en contra o un resultado adverso por diferencia de dos goles, que son los que tendría que conseguir el Copenhague para eliminar a los teutones. Pero, si el aprtido tiene el mismo desenvolvimiento, o similar, al de hoy, el equipo de Roger Schmidt no debería tener problemas y, de la mano de Hakan Calhanoglu, decir presente en la Fase de Grupos de la UEFA Champions League 2014-2015.

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Sobre el autor
Jonathan Josué Laguán
Salvadoreño. Comunicación Social. Productor Radiofónico y Escritor Freelance. Coordinador Adjunto en Alemania VAVEL. Fútbol es Pasión y Vida. Dios es Todo.