Ambiente de gala en el Estadio Olímpico de Berlín para recibir el primer partido de la nueva temporada de Bundesliga. El Hertha empezaba en casa ante el Werder Bremen con algunas sorpresas en el once inicial y con muchas caras nuevas tras los numerosos movimientos berlineses en el mercado.

En los primeros compases del encuentro fue el conjunto visitante el que protagonizó algunos acercamientos a la portería y una pizca de dominio ofensivo pero que solo duró dos minutos hasta que el Hertha tranquilizara el encuentro. A partir de entonces se disputaron diez minutos de tanteo, sin ningún dominador ni ninguna jugada ofensiva destacable, a pesar de que poco a poco los berlineses se fueron adueñando de la posesión y del ritmo del partido.

Nuevos protagonistas, nuevas asociaciones

Con hasta seis movimientos en el mercado estival, el Hertha de Berlín se ha convertido en el conjunto que más cromos ha cambiado. Llegado el cuarto de hora en el marcador electrónico, tres de estos nuevos cromos mostraron sus frutos con la primera asocicación ofensiva seria. Haraguchi mandaba un balón largo buscando la espalda de la defensa de Bremen y la carrera de Roy Beerens. El holandés, completamente solo, cruzaba medio campo para poner el balón al segundo palo donde Julian Schieber esperaba solo en la frontal del área pequeña para rematar de cabeza completamente solo y poner el 1 - 0 en el electrónico.

Tras el gol el Hertha gozó de diez minutos de control

Con el tanto de Schieber se hizo más patente el dominio berlinés  que gozó de diez minutos de puro control del partido y de las ocasiones ofensivas. En el minuto 19 el brasileño Ronny mandaba un disparo lejano de falta por encima del travesaño de la portería del Werder Bremen y un minuto después volvía a poner el miedo en el cuerpo de los visitantes al obligar al guardameta Raphael Wolf a resolover perfectamente el uno contra uno.

Dos minutos después el Hertha volvió a mandar el tercer aviso casi consecutivo. Esta vez Beerens volvió a ser el protagonista pero su disparo cruzado se marchó rozando el palo derecho de la portería defendida por Wolf. La única ocasión visitante entre tanto dominio local llegó en el minuto 25 con un córner que despejó la defensa berlinesa sin ningún problema.

Pasada la media hora de la primera mitad, el Werder Bremen gozó de dos oportunidades que le permitieron romper con el dominio local. Primero fue Junuzovic quien avisó con un disparo de falta que salió a escasos milímetros del larguero de la portería de Thomas Kraft. Cinco minutos después, el Werder dispuso de otra falta lejana que despejó la defensa berlinesa. Antes del descanso el Hertha pudo marcar el segundo con una jugada con muchos rebotes dentro del área pequeña de Wolf que, por suerte para el guardameta visitante, acabó con un córner despejado sin problemas.

Alocado inicio en la segunda mitad

Los dos equipos salieron de los vestuarios con muchas ganas y con más energía que en la primera mitad. En el primer minuto del segundo tiempo Julian Schieber consiguió su segundo gol con la elástica berlinesa al rematar un balón que había rebotado en un defensa tras una excelente internada de Niko Schulz. Era el 2 - 0 que llegaba tras una jugada similar al primer tanto local.

En diez minutos se vieron hasta tres goles

Llegados a la hora de partido, Ronny tuvo otra vez en sus botas poder adelantar al Hertha de Berlín. Con un disparo raso de falta desde la frontal, el brasileño mandaba otro aviso que se escapaba por muy poco por el palo izquierdo de la portería de Raphael Wolf. El Werder Bremen lograría recortar distancias en el minuto 52 gracias al central Lukimya, que remataba medio con el cuello una falta lateral. Un minuto después Schieber pudo lograr el tercer tanto local y de su cuenta particular pero su disparo, algo forzado, desde el interior del área se marchaba fuera. Un minuto después, en el 54, el Werder logró colocar el empate a 2 en el electrónico. Tras una jugada por la banda de Elia, Di Santo remataba en dos tiempos para batir a Kraft y firmar la igualada.

Igualdad en el marcador y en el césped

Con el 2 - 2 en el electrónico, la igualdad se trasladó al verde del Olympiastadion. Ambos equipos regalaron casi media hora de fútbol directo, con muchas idas y venidas y sin medio del campo para organizar las jugadas. En este correcalles lleno de contraataques ni locales ni visitantes puedieron meter el tanto de la victoria a pesar de que el tercer gol hubiera podido caer en cualquier de los dos lados.

El Hertha tuvo alguna ocasión más clara gracias a las internadas por las bandas, sobre todo de Haraguchi, que siempre buscaba la espalda a la defensa visitante. Sin embargo, la falta de precisión en los pases o la ausencia de un rematador claro hicieron inútiles los pases de gol ya que ninguno se transformó en algún tanto.

Los visitantes también dispusieron de alguna ocasión para llevarse la victória. Di Santo, autor del tanto del empate, tuvo la ocasión más clara pero su remate lo paró Kraft y Hosogai desbarató su segunda oportunidad tras el rechace del guardameta local. En los últimos compases la intensidad de ambos equipos se disipó, conscientes de que el empate era mejor que una derrota para empezar con buen pie la temporada.