Rapidez, verticalidad, derroche físico y un increíble despliegue de toques de primera intensión y una presión asfixiante sobre la salida del rival fueron los argumentos que Roger Schmidt y sus dirigidos presentaron para dejar en la lona a un Copenhague que poco pudo hacer ante su rival teutón. Doblete de Kiessling, más los goles de Heung-Min Son y Calhanoglu fueron las cuatro cerezas que coronaron el dulce pastel de la clasificación aspirinera a la Fase de Grupos de UEFA Champions League.

Inicio mortal, la marca de Schmidt

El partido se resolvió en los primeros compases. Tal y como lo hicieron ante el Dortmund el pasado sábado en Bundesliga, el equipo de Schmidt salió a por todas desde el comienzo y aprovechó el adormecimiento de su rival en los primeros minutos. Con todas sus líneas bien adelantadas, el Leverkusen apretaba la salida del Copenhague buscando el error de sus centrales, algo que encontró en apenas dos minutos de partido y que le daría la ventaja.

Era el 1-0 en apenas dos minutos y el Leverkusen iba por más

El primer gol llegaría tras una gran anticipación de Heung-Min Son, quien se anticipó a la salida de Jorgenssen y Delaney sobre la derecha. El surcoreano se metió entre ambos jugadores, interceptó el balón, enfiló a toda velocidad al área y armó una magistral pared con Kiessling, quien le devolvió el balón para que Son batiera a Andersen con tiro cruzado sobre poste izquierdo. Era el 1-0 en apenas dos minutos y el Leverkusen iba por más.

Disparo cruzado de Son para abrir el marcador. // (Foto de uefa.com).

La velocidad mental y física de los aspirineros era la principal arma ante un rival que cada vez lucía más débil de lo esperado

Pero si algo caracterizó al Red Bull Salzburg de Roger Schmidt la temporada pasada fue la capacidad de oler sangre y devorar a sus rivales. Esta misma mentalidad parece transmitirla al Leverkusen que, a pesar de la tempranera ventaja, no dejó de presionar ni de asfixiar al Copenhague en su propia zona. Apenas un minuto después del gol, Son volvería a tener otra oportunidad pero Andersen tapaba su disparo. Kiessling tendría su primer chance al 5', pero, una vez más, Andersen enviaba el balón a tiro de esquina.

Sin embargo, al 7', tras una falta al borde del área sobre Bellarabi, Calhanoglu tomaría el balón para hacer efectivo el cobro de falta. El disparo del turco rozaría el hombro de Amankwaa y desviaría la trayectoria del balón, desubicando a Andersen en el fondo y decretando el 2-0 lapidario en tan solo siete minutos. La velocidad mental y física de los aspirineros era la principal arma ante un rival que cada vez lucía más débil de lo esperado.

En apenas siete minutos el resultado era contundente y categórico. El Copenhague, obligado en su misma ambición europea, no tendría más remedio que recurrir a abrir sus líneas y buscar tres goles en todo lo que restaba de partido. Sin embargo, Son y Bellarabi, uno en cada banda, más Castro y Calhanoglu sobre el centro, eran una amenaza difícil de obviar y que ponía en entredicho a los daneses. También, el 2-0 parecía insuficiente para los de Roger Schmidt, quienes siguieron buscando la puerta de Andersen.

Sobre el minuto 15, el Leverkusen contabilizaba ya cinco disparos a puerta, incluidos los dos que fueron a gol

Sobre el minuto 15, el Leverkusen contabilizaba ya cinco disparos a puerta, incluidos los dos que fueron a gol. Por su parte, el Copenhague tenía dificultades para dar dos o tres toques consecutivos saliendo desde su área y los balones aéreos tampoco eran opción ya que, bien ubicados, Spahic y Toprak anticipaban siempre a Kadrii ante los balonazos de Jorgenssen y Bengtsson. Sobre el minuto 17, sería Bellarabi quien probaría a marco pero su disparo sería bien controlado por el meta visitante. Dos minutos después, una gran internada de Jedvaj por derecha terminaba en un centro al área que Jorgenssen alcanzó a rechazar.

El Levekrusen aumentaba velocidades y en el minuto 25 Son fallaría un mano a mano ante Andersen. Sin embargo, en el minuto 30, en la única jugada del primer tiempo en que el Copenhague salió con balón dominado y logró incomodar la puerta de Leno, Spahic contendría el arribo de Delaney, cedería en velocidad para Son quien, a su vez, tocaría de primera para Castro. El hispano-alemán filtraría el balón a la espalda de los defensas para la llegada de Jedvaj, quien sería derribado claramente por Amankwaa, para que Clattenburg sancionara la pena máxima. Kiessing haría efectivo el penal y pondría el 3-0 en el marcador.

Kiessling puso desde los 12 pasos el 3-0. // (Foto de uefa.com).

Con 15 más por jugar y el 3-0 en el marcador, el Leverkusen metió en el congelador el partido y bajó considerablemente las revoluciones de su juego. Castro y Rolfes comenzaron a mover los hilos y Calhanoglu se retrasó unos metros para tocar el balón en zona media sin prestárselo al rival. El Copenhague, por su parte, bajó los brazos y replegó sus líneas en la última zona para evitar un castigo mayor en tan solo 45 minutos. Clattenburg daba la orden de finalizado el primer tiempo y el resultado hablaba por sí mismo. El Leverkusen, salvo que aconteciera una catástrofe apocalíptica, estaba en Fase de Grupos de UEFA Champions League.

Crónica de una eliminación anunciada

El segundo tiempo sería totalmente diferente al primero. El Copenhague, más por orgullo que por idea futbolística, saldría dispuesto a vender cara su derrota ante un Leverkusen que disminuyó el ritmo y lo dejó en el necesario para cuidar la ventaja sin sufrir sustos de proporciones caóticas. Los daneses se pararon en campo teutón buscando asfixiar al equipo local en la salida. Sin embargo, Rolfes y Castro no tenían prisas y tocaban con Spahic y Toprak cuantas veces fuera necesario para no rifar el balón.

Jedvaj parece haberse apropiado del puesto de lateral derecho en el equipo de Schmidt. // (Foto de uefa.com).

El Copenhague asustaría primero la cabaña de Leno con dos balones al área que Jorgenssen cabeceó libremente, pero su testarazo sería controlado tranquilamente por Leno. Luego, Delaney se internó por primera y única vez sobre la banda del joven Jedvaj y envió un centro que Kadrii no alcanzó a rematar. Por su parte, Calhanoglu probaría los reflejos de Andersen con un balazo desde fuera del área que el guardameta envió a tiro de esquina y, en la misma jugada, Spahic remataría solo frente a portería, pero su cabezazo se iría por encima del marco rival.

El Leverkusen, ante una notoria y ligera reacción de su rival, decidiría que era hora de dar el golpe final al partido y hundir de una vez por todas al Copenhague. Fue en el minuto 65 cuando, tras el cambio de Reinartz por Rolfes, luego de una falta en el centro del campo sobre Castro, Spahic cobraría largo y a la espalda de los marcadores, que verían cómo Kiessling les ganaba en la carrera, controlaba el balón y, de zurda, disparaba cruzado ante la salida de Andersen. Era el 4-0 final y el Leverkusen obtenía el premio a un despliegue físico impresionante.

Kiessling selló con doblete el resultado que clasifica al Leverkusen. // (Foto de uefa.com).

Era el 4-0 final y el Leverkusen obtenía el premio a un despliegue físico impresionante

Con el marcador totalmente sentenciado, el Leverkusen pasó a jugar a un ritmo más humano y más adaptado a la velocidad de los mortales. Por su parte, el Copenhague apenas pudo estrellar un balón en el larguero, al minuto 72, tras un disparo de Cornelius que pilló salido a Leno. Castro y Reinartz siguieron tocando el balón, aunque el rival les ganó la posesión en varias ocasiones, pero se vieron frenados por un cierre increíble de toda la zona defensiva del Leverkusen, liderada por Spahic y Toprak.

Drmic ingresaba por Kiessling al 73' para oxigenar la ofensiva aspirinera, mientras su rival no mostraba mayor peligro sobre la portería defendida por Leno. Calhanoglu tuvo tiempo para hacer sus firuletes y fintas para animar a la grada, mientras Jedvaj, el joven de 17 años que ha desplazado a Donati del puesto de lateral derecho, le seguía ganando el duelo a Delaney y a Amankwaaa, quienes insistían en querer desbordar al juvenil croata, sin poder lograrlo, algo que desesperaba a ambos jugadores, cuya frustración era evidente.

El partido llegaba a su final y comenzaba a carecer de emociones. El equipo danés no mostaba peligro y el Leverkusen entendió que debía dosificar su ritmo para guardar energías para una jornada más de Bundesliga el fin de semana. La fiesta comenzaba a armarse en las gradas del BayArena, no sin antes ver cómo Drmic, al 82', Jedvaj, al 87', y Toprak, al 91', daban sendos sustos a Andersen, quien volvería a resolver de manera magistral en cada una de las intervenciones. Sin tiempo para más, Clattenburg sonaba su silbato y el Leverkusen decía presente en Europa.

Los jugadores del Leverkusen celebran con su público el pase a Champions League. // (Foto de uefa.com).

Con este resultado, el Bayer Leverkusen se une al Bayern de Múnich, campeón alemán, Borussia Dortmund, subcampeón teutón, y Schalke 04, tercer lugar de Bundesliga, como representantes alemanes en la máxima competición europea. Ahora, quedará esperar al sorteo de este jueves en Nyon para saber en qué grupos quedarán encajos los representantes del fútbol teutón y quienes serán sus rivales. Sin embargo, las credenciales del Bayer Leverkusen de Roger Schmidt lo ubican como un rival altamente peligroso y que puede aspirar a llegar lejos en la UEFA Champions League.