No está siendo un inicio de temporada fácil para el Schalke 04. El partido en el Bridge, sumado al empate logrado frente al Bayern de Múnich en liga, suponen las únicas pequeñas alegrías para un cuadro que, pasadas cuatro jornadas del curso liguero, aún no conocía la victoria. Dos empates y dos derrotas, en uno de los peores comienzos de los de Gelsenkirchen en los últimos tiempos. Por todo ello, el choque que les mediría en el Weserstadion al Werder Bremen, que tampoco conocía la victoria en la nueva temporada, se presentaba como una prueba vital para los de Keller, cuyo cargo parece volver a pender de un hilo.

Presión, Junuzovic y a correr

Con un increíble ambiente en el Weserstadion, donde afición e hilo musical se fundían en una emocionante simbiosis, se iniciaba el partido en Bremen. El Schalke, sabedor de sus necesidades, salió a controlar el choque, tratando de jugar la pelota desde atrás. Sin embargo, transcurridos apenas cinco minutos, en los que ya se había vivido la primera oportunidad del partido en los pies de Selke, el encuentro se equilibró. El Werder, poco a poco, fue situándose en el partido. Los pupilos de Dutt plantearon un encuentro muy agresivo, con su línea de medios saliendo a morder a los centrocampistas rivales, muy perdidos durante toda la primera parte, al cruzar éstos el medio campo.

El mediocentro bremeniano Zlatko Junuzovic se comio él solito la primera parte

Cuando el Werder Bremen lograba recuperar al bola, tanto Höger como Aogo retrasaban mucho su posición, permitiendo a los locales llegar con suma facilidad a posiciones cercanas al área. Fue en esa fase de partido, con la línea de mediapuntas del cuadro minero totalmente fuera del partido, cuando uno hombre se erigió por encima del resto: Zlatko Junuzovic. El mediocentro bremeniano se comió él solito la primera parte. Encargado de lanzar todas las cabalgadas al contragolpe del Werder, su movilidad, agresividad y excelente precisión en el balón largo, facilitaron las vertiginosas transiciones del conjunto verde.

A pesar de la mejor versión de los de casa, las ocasiones apenas se sucedieron hasta el final de la primera parte, donde ambos pudieron abrir la lata, pero ni Elia en un área, ni Aogo en la otra, estuvieron acertados. Dos ocasiones que pusieron punto y final a una primera mitad que parecían pedir a gritos los de Gelsenkirchen, totalmente superados y escasos de ideas durante los 45 minutos.

En un visto y no visto

Le sentó bien el descanso al Schalke. Vaya si le sentó bien, tanto que, pasados cinco minutos de la segunda mitad, ya ganaba 2-0. Un pelotazo de Fährmann en el 47 fue a parar a los pies de Huntelaar, quien, tras bajar maravillosamente la bola, cedió a Meyer, que ante la pasividad de Lukimya, se coló en el área y batió a Wolf. Severo golpe para los de Dutt, que cuando todavía estaban asimilando el tanto, tuvieron que ver como un saque de esquina, botado por la fina pierna izquierda de Fuchs, fue a parar a la cabeza de Roman Neustädter, para que éste fusilara sin piedad la portería local.

Pasados cinco minutos de la segunda mitad, el Schalke ya ganaba 2-0

Sin tiempo para reaccionar, los de Keller habían volteado, no solo el marcador, sino el signo del partido, dejando al Werder Bremen al borde del K.O. Los locales trataron de reponerse tras el duro inicio y pronto se metieron en campo rival, sin embargo, el Schalke, ya con todo a favor, no permitió el más mínimo acercamiento sobre su área. Con el Bremen noqueado y sin capacidad de correr al contragolpe, el choque decreció, y los cambios apenas lograron variar la decoración. Al borde del final, con el partido ya sentenciado, Huntelaar volvió a bajar otro balón del cielo, cediéndolo esta vez al recién ingresado Barnetta, encargado de poner el definitivo 3-0 con el que se llegó al final del partido.

Con este poderoso cabezazo, Neustädter establecía el 2-0| Imagen: Schalke

Trabajo para ambos

Así concluía un choque donde dos zarpazos del Schalke, que de nuevo mostró enormes carencias, le regalan a los de Keller sus primeros tres puntos en la presente temporada, hundiendo ligeramente al cuadro dirigido por Dutt, que sigue sin conocer la victoria. El Werder planteó un gran encuentro, muy agresivo y con las ideas muy claras, no obstante, ve como la mayor calidad de su rival, unida a Huntelaar, auténtico bastión del Schalke, le dejan sin premio. A pesar del resultado, tanto azules como verdes deberán mejorar si quieren sumar en las próximas fechas, pues ambos dejaron claro que aún les queda mucho que pulir.

0-1, MAX MEYER. 0-2, NEUSTÄTDTER. 0-3, BARNETTA