Un exorcismo. Eso es lo que necesita el Borussia Dortmund en Bundesliga. Todo la reacción, las sensaciones, el rendimiento colectivo y la pegada mostrada en su visita a Turquía entre semana quedaron hechas polvo cuando Kiyotake, en el segundo tiro a puerta del Hannover y por vía del tiro libre, perforó la meta de Weindenfeller y soterró las esperanzas de resurección de un Dortmund que era mejor en la cancha, tenía las opciones de gol más claras, pero lucía incapaz de definir todos los intentos que generaba. La tarde fue negra para Reus, Aubameyang, Immobile, Mkhitaryan y Ramos, quienes no pudieron batir a un excelso Zieler y que también erraron víctimas de sus propios desaciertos y de la presión que se respira en toda la entidad dorada. Por su parte, luego del gol de Kiyotake, Joselu y Bittencourt pudieron clavar una cruz más profunda en el pecho de Klopp y su equipo, quienes ahora marchan 15° y solo un punto arriba del puesto de promoción.

Impotencia goleadora e infertilidad ante Zieler

El partido arrancaba con un par de variantes en ambos equipos. Por un lado, Korkut apostaba a Briand junto a Joselu, con Bittencourt más tirado sobre el centro. Por el otro, Klopp daba ingreso a Durm por Sokratis y a Gündogan en compañía de Bender para generar mayor conducción de balón, más la inclusión de Ramos por Immobile. Con dichas variantes, ambos clubes arrancaban a buen ritmo y proponiendo sobre campo rival. En apenas un minuto, Joselu cabeceaba desviado a puerta de Weindenfeller y, al 5', un saque de manos de Stankevicius se convertía en auténtico centro al área que Bittencourt remataba fuera de portería.

Klopp daba ingreso a Durm por Sokratis y a Gündogan en compañía de Bender para generar mayor conducción de balón

El Dortmund, con Gündogan entrando de a poco en ritmo de competencia, carburó a partir de esa última llegada del Hannover y comenzó a aprisionar el balón para evitar la sorpresa del rival. Con el esférico en sus pies, los dorados comenzaron a generar sus llegadas a partir del minuto 11, cuando una gran combinación entre Reus y Aubameyang le permitió a Mkhitaryan conectar una volea que Zieler mandó a córner. Luego, al 17', en un tiro de esquina, Hummels conectaba un cabezazo ganándole la posición a Marcelo, pero el remate era tapado por Zieler en primera instancia y después chocaba en el larguero para mala suerte local.

Gündogan arrancó de titular pero no pudo evitar la debacle del Dortmund. // (Foto de bvb.de)

Un minuto después sería Reus quien remataría de zurda pero el intento se iba apenas por encima de la puerta rival. Al 20', Aubameyang no podía pescar un centro de Piszczek, pero cuando Ramos salía a anticipar el rechazo rival, Felipe lograba reaccionar y cortaba la fluidez de la jugada. Marco Reus centraba para Aubameyang al 23', pero el remate del gabonés se iba totalmente desviado y Kiyotake, al 28', acertaba al relevo antes de que Reus se comiera la banda derecha. El Dortmund era claro dominador y daba la sensación de poder perforar la puerta de Zieler rápidamente, pero eso nunca sucedió.

El Dortmund era claro dominador y daba la sensación de poder perforar la puerta de Zieler rápidamente, pero eso nunca sucedió

El partido fue perdiendo intensidad cuando, desde el 30', el Hannover logró contener las arremetidas del Dortmund en base al físico de Güselam y Schmiedebach, quienes empezaron a opacar a un Gündogan que tiene mucho trabajo físico por hacer antes de ponerse a tono con sus compañeros. Sin embargo, al 38', una gran jugada de pared entre Reus y Aubameyang, dejaban al alemán solo frente a Zieler, pero, ante el achique del meta, el mediapunta borusser remataba por encima de portería y desperdiciaba otra oportunidad más para abrir el marcador. El gol no llegaba y el público, junto a Klopp, comenzaban a desesperarse ante la posibilidad de que el dominio se convirtiera en pesadilla.

Marco Reus no estuvo fino frente a Zieler y perdió tres claras de gol. // (Foto de bvb.de)

El primer tiempo terminaba con un Dortmund buscando e insistiendo, pero, tras casi 30 minutos de poderío ofensivo, los dorados comenzaron a verse amenazados por sus viejos fantasmas y por la posibilidad que todo su dominiio terminara en imrpoductividad total y en gol del Hannover. Por su parte, Korkut aguantaba el cero en su portería gracias a un inmenso Zieler y a una aplicación adecuada de Felipe y Marcelo sobre el centro, quienes, ante la movilidad de los atacantes locales, nunca perdieron su colocación en el campo y lograron cubrirse mutuamente para evitar las sorpresas en velocidad del Dortmund.

La estaca kamikaze que desató los demonios

El segundo tiempo, a diferencia del primero, se cargaría de emociones desde el arranque, cuando, al 46', un pase largo de Hummles bañó a Felipe y dejó solo a Reus ante Zieler, pero el zurdazo del alemán se iba apenas desviado del poste izquierdo del meta rival. Luego, dos minutos después, el propio Reus volvía a quedar solo ante Zieler, pero, en el intento por acomodar el balón, terminaba dándole segundos claves a Schmiedebach en la reacción, quien se cruzó a tiempo para tapar el disparo. Con el pitazo del complemento, los demonios del Dortmund volvieron a la vida y lo hundieron más en su crisis de identidad.

Con el pitazo del complemento, los demonios del Dortmund volvieron a la vida y lo hundieron más en su crisis de identidad

Sobre minuto 54, el show de Zieler se seguiría ampliando cuando, tras un centro de Piszczek, Aubameyang remataba de volea pero el meta visitante tapaba el disparo. El rebote, sin embargo, caía en Reus quien increíblemente disparaba de derecha pero Zieler, una vez más, se estiraba con lo último de sus posibilidades y mandaba el balón a tiro de esquina. Tres minutos después, Adrián Ramos bajaba de pecho un pase largo de Gündogan, pero su derechazo salía flojo y totalmente por encima de la puerta rival. El gol se negaba a caer en puerta del Hannover, pero no así en puerta del Dortmund.

Si la maneza sobrenatural se cernía sobre cielo dorado desde el primer tiempo, sobre minuto 60 el exorcismo comenzó a ser una opción a considerar. El Hannover, que no había rematado a puerta desde lo de Bittencourt sobre minuto 5, encontraba un tiro libre al borde del área por falta de Bender sobre Joselu. Así fue como, milimétricamente, Kiyotake tomó el balón y lo clavó por encima de la barrera, venciendo la estiraba de Weindenfeller y decretando el 0-1 en el marcador. Atrás quedaban las casi siete chances del Dortmund porque, en una sola, el Hannover hizo todo lo que los dorados no habían podido hacer hasta ese momento.

El disparo de Kiyotake vence a Weindenfeller y firma la derrota para el Dortmund. // (Foto de bvb.de)

El gol en contra fue un mazazo psicológico para el Dortmund. Parecía que Kiyotake, a buen espiritista, había desatado la locura demoníaca sobre el equipo de Klopp, quien perdió las posiciones en la cancha, la concentración de su mente y el espíritu de su fútbol. Es así como, al 64', Joselu globeaba un pase para Kiyotake, pero el derechazo del japonés era bien achicado por Weindenfeller con su cuerpo. Luego, al 65', Joselu aprovechaba un centro de Kiyotake pero su remate era tapado con lo último del botín derecho del meta dorado. El Dortmund se caía a pedazos y el Hannover, con poco, pudo haber liquidado por goleada al equipo de Klopp.

El gol en contra fue un mazazo psicológico para el Dortmund

El Dortmund no reaccionaba y se veía limitado a lanzar pelotazos en búsqueda de Ramos o Aubameyang. Reus desapareció y Mkhitaryan comenzó a enfrascarse más en un duelo de patadas y golpes con Güselam que en buscar una ruta hacia el gol. Klopp, en una medida desesperada, mandó a Sokratis por Durm y soltó a Piszczek como un auténtico extremo por derecha, pasando a quedarse con línea de tres y desdoblando, incluso, a Hummels y Sokratis para que solo Subotic y Bender cuidaran la retaguardia. Los cambios no mostraban mejoría y, al 78', un balón corto de Piszczek estuvo a punto de ser pescado por Bittencourt, pero Weindenfeller estaba atento a la salida.

Entrando a los últimos diez minutos, el encuentro se volvió rocoso y áspero, con el Dortmund desencajado y el Hannover rayando los límites del juego brusco. Güselam sería expulsado por doble amonestación, mientras Bender gritaba a todos sus compañeros en busca de reacción. Mkhitaryan seguía golpeando antes que jugando y Klopp mandaba a Kagawa por Gündogan como última mediof ofensiva. Sin embargo, más allá de una volea desviada de Immobile, el partido se diluiría en la desesperación dorada y no encontraría mayores emociones, por lo que el marcador no se movería y sellaría la profunda crisis del Borussia Dortmund de Jürgen Klopp.

El Borussia Dortmund no reaccionó tras el gol de Kiyotake. // (foto de bvb.de)

Más allá del resultado, el análisis del partido debe hacerse a partir de los increíbles fallos de gol y la facilidad con que el Dortmund es presa de las delanteras rivales. Los yerros de Reus y Ramos, más la forma en como Gündogan no pudo alimentar a Mkhitaryan y Aubameyang, sumado a los despistes de su zona defensiva, suman un conjunto de factores que sirven como de demonios atormentadores para uno de los grandes animadores de la Bundesliga en las últimas temporadas. Con la derrota, el Dortmund suma 6 fiascos en 9 partidos e hilvana 4 caídas consecutivas, algo que no pasaba desde el año 2000. La reacción deberá ser rápida, ya que, la siguiente fecha, el Dortmund viaja a Allianz Arena para recibir al líder Bayern de Múnich, en un partido que puede servir de exorcismo para los de Klopp, o de via crucis total con un destino hacia el abismo.

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Sobre el autor
Jonathan Josué Laguán
Salvadoreño. Comunicación Social. Productor Radiofónico y Escritor Freelance. Coordinador Adjunto en Alemania VAVEL. Fútbol es Pasión y Vida. Dios es Todo.