Ambos conjuntos saltaron al campo con el esquema y jugadores esperados. El conjunto de Dortmund partía con su habitual 4-2-3-1. La única novedad en la alineación de Jürgen Klopp, fue la titularidad de Subotic ante la baja por lesión de Hummels. El conjunto de Lucien Favre en cambio, se plantaba en el Signal Iduna Park con el 4-4-2 al que acostumbra. Un esquema en el que de los dos puntas, Raffael y Kruse, uno viene más a recibir y el otro se mantiene como referencia en el juego de ataque.

Sin reservas

El Borussia Mönchengladbach salió con la intención de jugar por abajo. Desde un principio, el conjunto de Favre, pretendió elaborar las jugadas de ataque sin rifar el balón a menos que fuese totalmente necesario. Algo que el equipo de Jürgen Klopp evitó desde el principio del partido. El Dortmund salió a por todas, con las líneas muy adelantadas y presionando la salida de balón desde el principio.

Nada más empezar, gracias a esa presión, el conjunto local llevaba el balón de lado a lado rápidamente. Reus desbordaba con mucha facilidad a Korb y disparaba, pero su disparo se marchaba cruzado rozando el palo. El conjunto visitante no conseguía salir, Mhkytarian robaba en la presión y conducía hasta la línea de fondo. El armenio centraba raso atrás y Sommer acababa salvando con ayuda del palo el disparo de Reus.

El Borussia Dortmund seguía asfixiando al Mönchengladbach. Aubameyang superaba a su par en velocidad y centraba raso y potente, pero una vez más Sommer sacaba el balón. El suizo detuvo también el disparo de falta de Reus al cuarto de hora. A los 20 minutos el colegiado del partido, Felix Brych, anulaba correctamente el gol anotado por Aubameyang. Mhkytarian iba a ser el próximo en poner a prueba a Sommer, el suizo iba a detener el disparo cruzado del armenio.

Los locales, incansables durante toda la primera parte, no cesaron en la presión y gracias a ello siguieron creando ocasiones tras robar cerca del área de Sommer. Aubameyang acumulaba en la banda a dos defensores y pasaba al medio donde estaba Mhkytarian, el armenio sin mirar, abría el balón al lado contrario a la espalda de la defensa para que apareciera Piszczek, pero el polaco no conseguía conectar un buen disparo. Como tampoco acertó en la siguiente ocasión el armenio, que estuvo muy activo durante todo el partido. Kehl robaba en la presión y pasaba al espacio para que el 10 del Dortmund disparase por encima del larguero.

El primer tiempo concluyó con un nuevo disparo de falta. Aubameyang golpeaba directo a la escuadra pero Sommer voló para una vez más, para desvaratar la ocasión local. Así pues, los primeros 45 minutos concluían con un Dortmund que había asediado la meta defendida por Sommer,  y un Mönchengladbach que ni siquiera había probado a Weidenfeller.

Ansiado triunfo

La segunda parte comenzó con más intensidad aún que la primera. Los chicos de Klopp eran conscientes de la necesidad de ganar y de que para ello debían de seguir igual. No solo lo hicieron sino que además, aumentaron el ritmo del partido.

En los primeros diez minutos se vio constantemente la misma situación. Los locales embotellaron a los de Favre, que no podían más que defenderse. El Dortmund movía rápidamente el balón de lado a lado pero no conseguía filtrar con precisión ese último pase con el que inaugurar el marcador. Mhkytarian conseguía hacerlo pero no llegaba Reus, que además cayó en el amago de salida que realizaba Sommer.

Entonces llegó la jugada desafortunada del partido. El Mönchengladbach movía el balón en la zaga hasta que  Jantschke pasaba a Kramer. El internacional alemán iba a meter un auténtico golazo en su portería en el intento de pasar a su portero por encima del delantero. Un verdadero mazazo para el equipo, que seguía sin haber gozado de ninguna ocasión.

Inmediatamente después del gol, Reus iba a tener la ocasión de abrir brecha en el marcador. Sin embargo, su disparo desde la frontal iba a estrellarse en el larguero. Sobrepasada la hora de partido, entró en escena el conjunto de Favre. Logró combinar rápido y cazar a la contra al Dortmund. El cuero iba a llegar a Kruse quien dejaba de cara en la frontal a Hermann, era la primera ocasión de los visitantes y Hermann se resbalaba justo a la hora de conectar el disparo.

Klopp acababa de dar entrada a Grosskreutz, y este no tardaba en hacer acto de presencia. Prácticamente en el primer balón que recibía regateaba dentro del área a dos defensores y disparaba, su disparo en cambio era bloqueado por otro zaquero. Favre debía reaccionar y movía fichas, saltaban al terreno de juego Hazard y Traoré. Este último iba a dinamitar el partido, un encuentro que se iba a romper totalmente en los minutos finales.

Con el Mönchengladbach buscando el empate, el Dortmund tuvo en sus manos ocasiones más que de sobra para sentenciar el partido. Kehl volvía a robar y pasaba a Aubameyang, el gabonés encaraba la portería y cedía el balón a Reus. Stranzl le robaba el balón cuando el 11 intentaba regatearlo.

La peor noticia para los locales iba a llegar en el minuto 82. Mhkytarian perdía el balón en el área rival y el Mönchengladbach salía rápido a la contra. Entonces Sokratis se lanzaba con todo a por Hahn para parar el contrataque que podía suponer el empate. Amarilla para el griego que ya acumula 5 y se perderá el próximo partido, además iba a abandonar el terreno de juego debido al impacto. Ingresaba en el terreno de juego Ginter para formar junto a Subotic la pareja de centrales que acabaría el partido.

Ya en el descuento, los de Klopp iban a hacer sufrir a sus aficionados desaprovechando dos ocasiones clarísimas de gol. Mhkytarian iba a atraer y juntar a los rivales al borde del área, entonces abría el balón para la incorporación de Grosskreutz que disparaba cruzado, su disparo se marchaba fuera por poco. La última ocasión iba a ser también para los locales. Una nueva conducción del armenio que pasaba a la espalda de la defensa visitante, por ahí aparecía Aubameyang a quien se le iba a marchar largo el control. El partido concluía y el Borussia Dortmund conseguía acabar con el record de los potros. Eso sí, evidenciando un gran problema para materializar las ocasiones.