Un Mainz atrevido, valiente y bien aplicado tuvo 89 minutos de inspiración futbolística hasta que, sobre la última acción ofensiva del partido, Arjen "Capitán Holanda" Robben firmó un 1-2 que puso al Bayern como máximo líder de la Bundesliga con 45 puntos y 14 unidades por encima de su más cercano perseguidor, el Wolfsburgo. Los de Maguncia se habían adelantado por intermedio de Elkin Soto al 21', pero con un soberbio remate de tiro libre, Bastian "Fussballgott" Schweinsteiger firmó el empate tan solo dos minutos después. De esta forma, Guardiola cierra con los impresionantes números de 41 goles a favor y apenas 4 en contra, registrando una cifra récord en materia defensiva para cualquier equipo alemán en el cierre de la primera vuelta del campeonato.

Hjulmand y el dispositivo ante Guardiola

Con las bajas confirmadas de Xabi Alonso, Medhi Benatiay Robert Lewandowski, sumando casi 10 jugadores caídos por lesión en total, Guardiola echó mano del juvenil Hojbjerg en zona media para acompañar a Bastian Schweinsteiger, jugando con Müller como centrodelantero y Götze como mediapunta. Por su parte, Kasper Hjulmand dibujó un sistema de líneas adelantadas y regresos rápidos en zona media para colocar un auténtico tráfico de ideas en el centro del campo y evitar la fluidez en el balón dominado de los bávaros.

La presión afectó mucho al joven danés quien perdió tres balones en los primeros minutos

Bajo ese contexto, el Mainz cedió el control de la pelota al Bayern desde el primer minuto y se volcó sobre la mitad del campo bávaro para asfixiar la salida de Hojbjberg y Schweinsteiger. La presión afectó mucho al joven danés quien perdió tres balones en los primeros minutos y obligó a Boateng y Dante a emplearse a fondo para cortar las llegadas de De Blasis y Malli por las bandas, más Okazaki sobre el centro. La presión fue tal que, al 3', un robó sobre Hojbjerg propició un desborde de Malli por derecha que acabó en centro al área que remató Okazaki pero en claro fuera de lugar, por lo que el gol fue anulado correctamente.

El Mainz apretó más la marca sobre Hojbjerg, obligando a Schweinsteiger a replegarse en el centro del campo en auxilio del juvenil

Tras ese susto, el Mainz apretó más la marca sobre Hojbjerg, obligando a Schweinsteiger a replegarse en el centro del campo en auxilio del juvenil. La gestación de juego del Bayern dio frutos ya sobre minuto 12, cuando Müller conectaba una volea tras un pase de cabeza de Robben, pero Jara se cruzaba justo a tiempo para evitar el remate cómodo del bávaro. Robben intentaba un desborde por su sector al 16', pero Jara se crecía en el relevo y coraba las acciones. Okazaki ponía el susto un minuto más tarde pero Bernat llegó justo a tiempo para cruzarse en el camino del japonés.

Las acciones de presión del Mainz siguieron dándose con Hojbjerg como principal blanco y, al 21', una nueva presión sobre el danés derivó en la perdida de balón que generó un contragolpe mortal. Okazaki abrió hacia el carril derecho donde trepó Malli, desbordó a un apurado Bernat y centró a segundo poste donde Soto llegó solo ante la floja marca de Rafinha para batir a Neuer y firmar el 1-0 en el marcador. La jugada explicaba el trámite del partido: presión alta y contragolpe veloz y preciso, las claves para romper al Bayern.

Pero, como su se hubiera instaladi una "Bastiseñal" en el Coface Arena, un minuto después aparecería Fussballgott para firmar el empate. Una falta sobre Robben al borde del área, muy protestada por la defensa del Mainz, quedaría para que con un soberbio y excelso cobro de tiro libre, Bastian Schweinsteiger firmara el empate a uno y devolviera la tranquilidad al Bayern en cuestión de segundos. Un cobro divino, digno de enmarcarse y que confirmaba el regreso del capitán de la Mannschaft a su mejor nivel.

Tras el gol, el Bayern vivió sus mejores momentos dentro del campo y comenzó a soltarse la presión del Mainz con mayor facilidad. Por intermedio de Schweinsteiger y Robben, el Bayern generaba peligro buscando siempre la espalda de los centrales y colocando balones largos para la peligrosidad del holandés, ante el gris partido de Götze y Ribéry. Sin embargo, Jara, Brosinski y Geis se perfilaban de buena forma en el fondo y, junto a Wollschied, cortaban todo intentó de generar peligro de los bávaros. El primer tiempo se iba así con algunos disparos de Müller y Robben, pero que Karius controló de buena forma.

Neuer y Robben para completar el tridente al rescate

La segunda parte inició con la misma presión del Mainz sobre la salida bávara y con un Hojbjerg demasiado blando ante la dureza en la marca de los de Maguncia. La presión fue tal que, al 49', Malli se escapaba de la marca de Dante, flojo en todo el partido, y llegaba al área chica donde disparaba raso y fuerte pero Neuer se agrandaba para cerrarle el paso al balón y silenciar el grito de gol en el Coface Arena. Un minuto después De Blasis centraba desde la banda de Rafinha, pero Bernat aparecía a toda velocidad antes que Malli para evitar la jugada de peligro.

El Bayern no terminaba de reaccionar y Malli comenzaba a ser una auténtica migraña para Dante, Boateng y Rafinha

El Bayern no terminaba de reaccionar y Malli comenzaba a ser una auténtica migraña para Dante, Boateng y Rafinha, únicamente frenada por la velocidad y buena posición de Bernat en el sector defensivo. Por otro lado, Götze no aparecía y Ribéry se empecinaba en hacer la individual sobre un aplicadísimo Brosinski, lo que dejaba huérfano a Müller con Robben como única compañía en ataque. Más allá de disparos que chocaban en la defensa o jugadas que no prosperaban, era el Mainz el que tomaba la iniciativa y en tres ocasiones estuvo cerca de firmar el segundo al contragolpe, pero Bernat, Schweinsteiger y Neuer salían a tiempo para cortar el último pase de los locales.

El Bayern buscaba el gol pero el Mainz se cerraba a la perfección. Lo único que necesitaba era que esa perfección durara 90 minutos. No fue así.

Sobre minuto 72, Hojbjerg aprovechaba una buena conexión entre Schweinsteiger y Müller, pero su disparo era apenas desviado por Karius por lo último de su pierna derecha. Luego, al 74', Schweinsteiger buscaba a Ribéry a la espalda de Jara, pero el francés hacía un pésimo control del balón y diluía el peligro. Al 78', Schweinsteiger abría para Rafinha y subía para buscar el centro de cabeza, pero Geis volvía a anticiparse y terminaba por recibir falta del capitán bávaro. El Bayern buscaba el gol pero el Mainz se cerraba a la perfección. Lo único que necesitaba era que esa perfección durara 90 minutos. No fue así.

Guaridola movía el banquillo y daba paso a Pizarro por un pálido Götze para buscar algo más en punta. Por su parte, Hjumland cerraba su candado y comenzaba a dejar de presionar arriba para acumular el mayor número de gente en su terreno de juego. El partido cerraba y llegaba a su final, pero entonces la perfección defensiva falló. Al 89', Ribéry se escapó por primera vez en el partido por izquierda y cedió en profundidad para Bernat. El español sacó un centro largo para que Robben solo tuviera que empujar el esférico ante la única desatención defensiva del Mainz en todo el partido. Era el 1-2 con Schweinsteiger salvando al equipo en el primer tiempo y Robben en el segundo.

Con el gol en contra la moral del Mainz se derrumbó por completo y apareció todo el oficio de Schweinsteiger en zona media. El capitán bávaro tomó el balón y comenzó a tejer una serie de toques de lado a lado para garantizar la posesión y evitar la sorpresa en los minutos finales. El árbitro sancionaba el final y la frustración local era evidente. La perfección no duró 90 minutos. Ese fue su mayor error. Con este resultado, el Bayern acaba con 45 puntos la primera vuelta, producto de 14 victorias y tres empates, siendo aún invicto en liga. Con 41 goles a favor y solo 4 en contra, el Bayern firma la mejor primera vuelta de un equipo en la historia de la Bundesliga y se encamina a un título de liga que cada fecha está más asegurado.


Mainz 05 - Bayern Munich (1-2) - Full...