En el verano de 2009 Holzhauser fichaba por el Stuttgart con tan solo 16 años buscando dar un salto en su carrera y abandonando el Rapid de Viena juvenil con el objetivo de jugar en una de las mejores ligas de Europa. Cinco temporadas y media después, regresa a casa, esta vez al Austria Viena, para intentar obtener el protagonismo que nunca tuvo en Alemania.

Desde su debut con el primer equipo en 2012, y tras una cesión al Augsburgo, el espigado centrocampista apenas ha contado para ningún entrenador desde que aterrizó en la Bundesliga. Relegado a un papel secundario, y actuando la mayoría de las veces con el segundo equipo, ha decidido poner fin a esta etapa, y volver al país que le vio dar sus primeros pasos en el mundo del fútbol.

Los detalles del traspaso son una incógnita, ya que ambos equipos han llegado al acuerdo de no revelar ningún detalle, aunque se sabe que ha firmado hasta 2018 y que su precio podría ascender a 250 mil euros. “Las negociaciones con el Stuttgart no fueron fáciles” declaró Franz Wohlfahrt, director deportivo del club austriaco. También quiso opinar sobre el futbolista: “Raphael tiene las condiciones para adoptar un papel de líder con nosotros”.

El jugador se encontraba con su equipo en Belek, Turquía. Curiosamente su nuevo club también se concentraba allí, por lo que un simple cambio de hotel fue suficiente para poder iniciar los entrenamientos al mando de Gerarld Baumgartner. 

En sus primeras declaraciones el jugador afirmó: "Estoy muy contento de que todo esté resuelto. El Austria es un gran club y estoy muy motivado”.

Ahora el futbolista tendrá la oportunidad de mostrar su buena lectura del juego y calidad técnica buscando dar el salto a la selección absoluta de Austria tras formar parte de sus categorías inferiores. Esta vez lo hará más cerca de casa.