Partido intenso y muy serio por parte de ambos equipos. Tanto los chicos de Gisdol como los de Skripnik eran conocedores de lo que había en juego y en todo momento tuvieron claro lo que debían hacer. Dos estilos muy marcados por sus entrenadores que están realizando una buena temporada. El partido y los tres puntos se los acabó llevando el equipo de Bremen por mayor eficacia de cara al arco rival en un partido muy competido.

El balón parado, ¿amigo o enemigo?

El partido comenzaba como se esperaba, con los dos equipos muy metidos desde el principio y conscientes de la importancia de los primeros compases del encuentro. Ritmo e intensidad, todo apuntaba a que iba a ser un duelo vibrante y las primeras ocasiones así lo confirmaban.

El Werder Bremen era el primero en intentarlo por medio de Gálvez. El central español, probaba a Baumann con un tiro libre que ejecutó demasiado centrado. Poco iba a tardar el Hoffenheim en responder, pues una pérdida en la salida del balón acababa con un centro raso entre el portero y la defensa que no encontraba rematador.

Las sospechas se confirmaron, el primer gol llegó en el minuto siete de la mano de un Franco Di Santo que está de dulce. Davie Selke conseguía llevarse a trompicones el balón que llegaba al poder del argentino, este la cruzaba al lado izquierdo del portero y establecía el 0-1. El gol no sólo sirvió para adelantar al Werder Bremen en el marcador, sino para otorgar una confianza abismal a los visitantes.

El tiempo corría y el Hoffenheim fue ganando en protagonismo, algo que a los pupilos de Skripnik pareció no importarles demasiado. Wolf atajaba el disparo de Volland, ocasión que una vez más se había producido por un error a la hora de jugar el balón. García sería el siguiente héroe para los visitantes. El conjunto dirigido por Gisdol, movía el balón de extremo a extremo en el área y con Wolf ya batido, el argentino despejaba un balón que tenía toda la pinta de ser el empate.

Empate que llegó a la media hora de juego. Schwegler botaba el córner, Strobl peinaba en el primer palo y Bicakcic aparecía en el segundo para rematar y poner el empate a uno en el marcador. Sorprendente porque si algo ha demostrado dominar defensiva y ofensivamente el equipo de Skripnik ha sido el balón parado.

En otra jugada a balón parado al borde del descanso pudo haber cambiado el rumbo del partido. En una falta lateral, Wolf medía mal la salida y el balón quedaba muerto en el área pequeña. Por suerte para los visitantes, la defensa iba a estar más concentrada que su portero para sacar el balón.

Muy buen tramo final de los chicos de Gisdol que pudo quedar en el olvido de no ser por Baumann. Gálvez colgaba al área la última falta del primer tiempo, el balón era peinado y el guardameta local detenía el disparo de media vuelta de Selke. Fin del primer tiempo con tablas en el electrónico y un tramo para cada equipo.

Replay

El segundo tiempo se pareció en gran parte al primero salvo por una cosa, en este segundo envite el Hoffenheim no consiguió empatar el partido.

Los segundos 45 minutos comenzaban de la misma manera que los primeros. Intensos, con acercamientos en ambas porterías y con un ritmo de partido bastante alto. Al igual que en el primer tiempo, el Werder Bremen se adelantó muy pronto en el marcador y este ya no se movió. Bargfrede era quien establecía el 1-2 definitivo. Era el minuto 51 y como todos los saques de banda cercanos al área, Gebre Selassie lo colgaba directo. Selke luchaba por la pelota y caía a los pies de Bargfrede que disparaba y conseguía el gol del triunfo.

El segundo gol motivo aún más que el primero a los jugadores visitantes, que aunque esperaban más replegados para proteger la ventaja, lograban acercarse con peligro y advertir a los locales de que si se volcaban con todo recibirían el tercero. Di Santo avisaba con un tiro que se marchaba ligeramente cruzado.

En la siguiente jugada en un centro lateral pudo hacer su particular doblete y conseguir el empate, pero no conseguía dirigir su disparo entre los tres palos. Kim lo intentaba de falta directa y poco le faltó. Sobrepasada la hora de juego, Gisdol hacía un doble cambio para dar entrada a Schipplock y Modeste en lugar de El Younoussi y Szalai.

Los cambios terminaron por resultar contraproducentes porque frenaron el ritmo del partido cuando mejor estaban los locales. Además, un par de buenas salidas de Wolf aportaron más confianza y seguridad atrás a un Werder Bremen que en la segunda parte supo corregir los errores cometidos en la primera. Dejó de arriesgar tanto en la salida de balón y gracias a ello las ocasiones del Hoffenheim disminuyeron considerablemente. A ello se le unía el juntar las líneas. En la primera parte, una vez que los de Gisdol superaban la primera línea de cuatro, los hombres de tres cuartos hacían prácticamente lo que querían. Sin embargo, al juntar las líneas Skripnik reducía el espacio y dificultaba el ataque de los locales que se limitaron a mandar centros laterales hasta el final del partido sin ningún resultado positivo.

Tres puntos valiosísimos para el Werder Bremen que coge aire y se coloca a tres puntos de su rival de hoy. Poco a poco parece que sale del pozo y camina con ambición al contrario que el Hoffenheim que ha visto cómo iba perdiendo fuelle jornada tras jornada.