Las estadísticas jugaban desde antes de empezar el partido en contra del Hannover. De los últimos nueve partidos en los que Hamburgo y Hannover se habían enfrentado en el Imtech Arena, se habían producido cuatro empates y cinco victorias locales. En el día de hoy, los hombres de Tayfun Korkut habían venido para romper su mala racha en un estadio que no se les daba bien.

Posesión del Hannover sin peligro

Lo que sería el trascurrir de la primera parte ya había quedado reflejado en los primeros minutos, con un Hannover que mantenía la posesión, casi siempre en su campo y moviendo el balón entre los hombres de la línea de cuatro defensas y un Hamburgo replegado, esperando el fallo para buscar la velocidad de Olic en punta.

Tan solo las fugaces apariciones de Stindl dejaban ocasiones de peligro para los visitantes, como un buen disparo desde la frontal, pasados los primeros cinco minutos, que Drobny despejaba a córner.

Del cero a uno, al uno a cero

Hamburgo jugaba con fuego, dejando cada vez más espacios para que los rojos jugaran y pudieran crear ocasiones de peligro. Y en uno de estos ataques el árbitro interpretó penalti en una entrada sobre Sané que los dinosaurios protestaron, con razón, airadamente. El encargado de lanzarlo era el español Joselu. Disparo raso y a la izquierda de Drobny, que con una eficaz estirada salvaba lo que hubiera sido el primer gol del partido.

Y la reacción local se dio casi por casualidad. En una avanzada por su banda izquierda (por la que se produjo todo el tráfico en ataque del Hamburgo), un centro de Jansen se envenenó al tocar en el central Marcelo, saliendo el balón bombeado al segundo palo e introduciéndose en su propia portería. En contra de lo visto hasta el momento, el marcador reflejaba un uno a cero.

Los jugadores locales celebran el 1-0. | Fuente: kicker.de

Los veinte minutos que restaban para el final del primer tiempo transcurrió con lentos ataques del Hannover, cortados casi siempre con falta por los jugadores del Hamburgo y sin ocasiones que merezca la pena destacar.

Otra vez Marcelo

Si en la primera parte un centro de Jansen era tocado por Marcelo para hacer gol en propia meta, la segunda mitad arrancaba con una acción similar. Un robo en campo contrario del Hamburgo terminaba con un disparo de Jansen aparentemente asequible para el portero visitante, pero la mala suerte hacía acto de presencia de nuevo para Marcelo, al que le rebotaba el balón, cambiando su trayectoria y subiendo el segundo al marcador. Dos a cero, sin apenas merecerlo, para los dinosaurios.

Un cambio que revoluciona el partido

Tayfun movió fichas. Dio entrada a Sobiech y transformó su 4-2-3-1 en un 4-2-4, en el que intentaba juntar muchos hombres en campo contrario y jugar más directo. Y vaya si dio resultado, ya que tan solo tres minutos después de este cambio, el jugador recién ingresado remataba el balón a la red con su cabeza tras varios rechaces. Era el dos a uno y todavía tenían tiempo a más.

El cambio de sistema de tayfun. | Fuente: sharemytactics.com

Pero lo cierto es que no hubo más goles. Numerosas ocasiones, un sinfín de centros, remates y disparos que nunca llegaba a entrar bien por méritos de Drobny o por fallos de los delanteros. Pero el marcador no se movió, demostrando una vez más que el fútbol no siempre es justo, y que a veces, el mejor, no gana.

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Sobre el autor
Roberto Prieto
Veo, leo y escribo todo lo relacionado con el mundo del fútbol. Jugador y entrenador.