Nadie quiere medirse hoy en día al Wolfsburgo. Su momento es espectacular, rindiendo de manera más que solvente y con todo el futuro por delante. Marchando en posiciones de Champions League en la Bundesliga, los lobos endosaron un claro y contundente 2-0, resultado muy complicado de remontar en las competiciones europeas.

Y en esa mala gracia ha caído el Sporting, cuya ilusión este año recaía sobre la competición continental. Bien posicionados en la Liga NOS para volver a la UEFA Champions League el año que viene (situación paralela a la de sus rivales), han tenido la mala suerte de tener que medirse a uno de los conjuntos más alegres del fútbol europeo. No es imposible remontar, pero en Lisboa ya se hacen a la idea de tener que intentar luchar por el segundo puesto, algo complicado estando el Porto por encima, aunque la Taça de Portugal sigue siendo un objetivo viable, estando en semifinales ante el Nacional de Madeira.

No se esperan rotaciones en ninguno de los dos equipos. Pese a la prioridad que ambos tenderían a dar a sus respectivas ligas por el resultado previo que se traen de Wolfsburgo, ambos técnicos saben que nada está resuelto y que sus rivales tienen calidad para remontar. Silva y Hecking mantienen, asimismo, sus estilos: uno impondrá su juego de toque con el que ha conseguido muchos éxitos y cuya esencia les complicó de sobremanera el partido de ida. En el otro bando, se mantendrá la seguridad atrás ya tradicional con una salida veloz de balón para intentar sorprender por las bandas.

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Slimani, que estaba lesionado, es la gran novedad en la lista de Marco Silva, mientras que la gran ausencia es la de Jefferson. En los visitantes siguen siendo baja Drewes, Hunt y Perisic, ambos por problemas físicos. Pero sin duda, el hombre sobre el que caerán todas las miradas en la eliminatoria será la de Bas Dost, que está firmando un 2015 espectacular, habiendo marcado once goles en los últimos seis partidos. Ya le sufrió el Sporting en la ida, sobre todo con los espacios que el cuadro portugués dejaba por las bandas, aprovechados con sendos centros al rematador de moda.

También en ese partido incidió la baja de un jugador importantísimo en el flujo del juego, tanto defensivo como ofensivo, como es William Carvalho. El internacional luso volverá a pisar el césped del José Alvalade tras regresar ante el Gil Vicente. Oriol Rosell fue el encargado de sustituirle en el partido de ida, pero el juego de su equipo no se asemejó, ni mucho menos, al habitual, y fue desbordado por todos los lados.

Además de poseer de un resultado cómodo, los alemanes son uno de los grandes favoritos para alzarse con el torneo, debido a su buen papel en la liga doméstica, que han catapultado al equipo a lo más alto en 2015, sobre todo tras victorias contra rivales cómo Bayern o Leverkusen, sobre todo la primera.

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En caso de pasar (caso complicado para los locales) sería la quinta ocasión en la que los leones se clasificarían para los octavos de final de la competición. La última ocasión fue en la 2011/12, año en el que eliminaron al Legia de Varsovia en dieciseisavos y en el que cayeron en semifinales por el Athletic Club. Además, lograron llegar a una final en 2005, perdida en el José Alvalade ante el CSKA de Moscú. Algo tremendamente difícil de repetir, pero es una motivación extra para finalmente conseguir un título europeo.

En el otro lado, los lobos ya lograron alcanzar los octavos de final de la competición en 2010, eliminando al Villarreal. No podrían con un Rubin Kazan en esplendor por esos años. No existe punto de comparación con el Sporting, puesto que los alemanes debutaron en Europa en 1999 y los portugueses en 1975.