El Wolfsburgo consiguió una victoria muy importante tras el parón de selecciones. No realizaron un gran partido, pero si supieron aprovechar los espacios creados en la defensa rival. De Bruyne no consiguió brillar en el encuentro, por lo que tuvieron que ser otros compañeros los que sacaran el partido adelante.

Goles sin merecimiento

Desde los primeros minutos del encuentro se supo cual iba a ser la idea de cada equipo para enfrentarse a su rival. Los locales mantenían su idea de juego elaborado y la búsqueda de la portería rival, atacando por ambas bandas, Los visitantes sin embargo realizaban desplazamientos en largo a sus delanteros, tratando de buscar el fallo de la adelantada defensa rival.

Con el paso de los minutos, el Stuttgart comenzaba a llegar con mayor peligro a la portería de Benaglio, logrando obtener dos córners, pero finalmente estas ocasiones no acarreaban peligro a los rivales. El Wolfsburgo no encontraba la manera de acercarse al área contraria, los de la ‘Mercedes’ situaban a sus once jugadores dentro de campo propio, lo que cerraba muchos espacios y líneas de pase.

Llegada la mitad del primer tiempo, el Wolfsburgo consiguió zafarse de la presión a la que le estaba sometiendo la defensa rival, pero no conseguían una ocasión clara. La defensa del Stuttgart estaba realizando un gran marcaje a De Bruyne, lo que hacía que no tuviera gran presencia en el juego de su equipo. Los visitantes comenzaban seguían sin encontrar la manera de llegar a campo contrario, sus jugadores se encontraban muy estáticos, lo que hacía difícil la progresión en el juego.

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En los minutos finales, una jugada más que dudosa dentro del área del Stuttgart era sancionada como penalty, que Ricardo Rodríguez se encargaría de transformar en el 1-0. Pero llegando a los minutos finales de los primeros 45 minutos, una jugada por banda izquierda de Kostic que continúo con un centro al área, Harnik remató a gol sin ningún tipo de oposición por parte de la defensa rival. Con el resultado de 1-1 se llegaba al final de los primeros 45 minutos.

Wolfsburgo aprovecha los errores

La segunda mitad comenzó con un control total sobre el balón por parte del Wolfsburgo, teniendo una llegada a portería rival cada dos minutos en los primeros 10 minutos de esta mitad. Estas llegadas eran más peligrosas cada vez que se realizaban por las bandas tanto de Vieirinha como de Caliguiri. Con el paso de los minutos, los visitantes lograban deshacerse de esa salida en tromba de los rivales, y tenían poco a poco más posesión de balón. Sus llegadas más peligrosas eran por la banda de Kostic, pero sin llegar a hacer peligrar la portería de Benaglio.

Cuando la segunda mitad llegaba a su ecuador, una falta sacada por Ricardo Rodríguez desde la esquina del área grande, no era rematada por ningún jugador, y el balón se introducía en la portería, consiguiendo así el 2-1. El gol hizo que los locales volvieran a realizar esa presión asfixiante sobre la defensa rival, teniendo llegadas constantes a portería. Una de esas acciones acabaría con el 3-1, en una jugada que Schürrle remató en un mano a mano con el portero.

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Con este resultado, el partido pareció relajarse, el Stuttgart tenía la iniciativa en el juego, pero la buena defensa de los locales no dejaba que se acercasen a la propia portería. Esto hacía que los locales cambiaran radicalmente su forma de juego, ahora buscaban salir en contraataque, buscando los espacios de la defensa rival. Los últimos minutos no tuvieron gran trascendencia en el juego ni en el marcador, y el aprtido finalizaría con el resultado de 3-1 para el Wolfsburgo.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.