El encuentro tenía más nombre del que luego se vio sobre el campo. En la primera parte ninguno de los dos equipos demostró nada, el Schalke 04 estuvo muy pasivo, sin apenas llegadas a la portería rival, y el Wolfsburgo no se encontró cómodo debido a los fallos en pases. La segunda parte fue completamente diferente, con los locales volcados al ataque y a punto de llevarse la victoria en varias ocasiones, sino llega a ser por la buena actuación de Fährmann. El Schalke 04 aprovechó la única jugada de peligro que tuvo para llevarse el punto de un estadio muy complicado.

Solo valieron los últimos 5 minutos

Desde los primeros minutos del encuentro se vieron claras las ideas de cada equipo con respecto a éste. El Wolfsburgo volcaría su ataque en acciones a contraataque, aprovechando su gran peligro en estas acciones. El Schalke tenía el control sobre el juego, elaborando la jugada desde la zona de inicio. Aunque de vez en cando buscaba los desplazamientos en largo para sorprender a la defensa rival.

Con el paso de los minutos, el juego del Schalke tuvo que variar levemente debido a la buena defensa del Wolfsburgo, que acumulaba muchos jugadores, tapando todas las líneas de pase. Esto provocó que los visitantes comenzaran a abusar de los desplazamientos en largo, exentos de eficacia.

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Mediada la primera parte, el partido volvió a pausarse con los dos equipos esperando a una reacción del contrario. El Wolfsburgo trataba sobre todo de aprovechar la debilidad del Schalke por su banda izquierda, y con Vierinha en un gran momento, lograba meter el miedo en el cuerpo de los jugadores visitantes.

Cuando el partido se estaba acercando al final de los primeros 45 minutos, ambos equipos parecieron animarse y tuvieron varias llegadas a la portería contraria, pero sin obtener un disparo claro a portería. En los dos conjuntos se comenzaron a ver varios fallos defensivos. Los locales parecían fuera del partido, ya que no conseguían enlazar varios pases, mientras que los visitantes,en el momento que el Wolfsburgo les apretaba levemente, denotaban ciertas deficiencias defensivas.

Los últimos minutos fueron un asedio a la portería de Fährmann, que tuvo que emplearse en varias ocasiones para que su equipo no se fuera al descanso con desventaja en el marcador.

Wolfsburgo quiso pero no pudo

La segunda parte comenzó de la misma manera en la que finalizó la primera. El Wolfsburgo, volcado en el ataque, tuvo la oportunidad más clara de adelantarse en el marcador, con un disparo desde fuera del área de Rodríguez que golpeo contra el larguero.

Seguidamente, los locales tuvieron dos ocasiones más de peligro, pero fue el Schalke el primero en ‘golpear’. Un córner mal sacado del Wolfsburgo fue aprovechado por el Schalke para salir al contraataque con Sané, quien, realizando una conducción de área a área, encaró la portería de Benaglio, y marcó el 0-1 cuando peor estaba su equipo.

El gol del Schalke no cambió nada en la dinámica del encuentro. Los locales siguieron su ‘asedio’ a la portería de Fährmann, pero el portero se encontraba en un gran momento, y todas las acciones finalizaban con una gran parada suya. El Schalke, por su parte, conseguía aprovechar las pocas opciones que tenían de contraatacar cuando los locales se adelantaban, pero sin llegar a culminar en una ocasión de peligro.

Ambos entrenadores comenzaron a realizar los cambios para buscar un cambio en el juego de sus respectivos equipos. Di Matteo introdujo jugadores en el centro del campo, para intentar presionar la rápida salida de balón de los locales; mientras que el Wolfsburgo introdujo jugadores de de ataque, para tener mayores posibilidades de peligro.

Y estos cambios tuvieron su efecto en el Wolfsburgo cuando uno de los recién salidos, Caligiuri, comenzó a aparecer en escena. Realizó una gran jugada individual por banda derecha aprovechando su zancada, pero cuando se acercó al área, el balón salió rebotado quedándose ‘muerto’ en la frontal de la misma. En ese momento apareció De Bruyne por esa zona y conectó un disparo lejos de la estirada de Fährmann, que puso el empate en el marcador.

Desde ese momento, el Wolfsburgo realizó un monólogo con el que siguió apretando a su rival. Los mineros estaban superados y no conseguían aportar nada en tareas defensivas ni ofensivas. Los cambios en el centro del campo no aportaron nada diferente.

En los últimos minutos del encuentro no se vio nada diferente a lo ocurrido durante el mismo, lo que hizo que el partido finalizara con un empate 1-1, gracias sobre todo a la buena actuación del portero del Schalke, Ralf Fährmann.