El avión del Bayern partía desde el aeropuerto de Madrid hacia Múnich, era abril del año 2014, y el conjunto bávaro regresaba a casa tras haber perdido (1-0) en el Santiago Bernabéu, en un partido que dominó casi en su totalidad, pero en el que le faltó la pegada arriba. Pep Guardiola, sentado en su asiento de pasajero, pensaba ya en cómo revertir la situación una semana después en el Allianz Arena. Por su cabeza pasaban dos ideas: introducir la línea defensiva de 3 para ganar un hombre más en el medio y ser superior ahí a los blancos (3-4-3), o apostar por la pasión y atacar con todo (4-2-4). Finalmente, y de forma errónea, optó por la segunda opción, vaciando el centro del campo y traicionando sus ideales, lo que cuál provocó la mayor derrotado de su carrera (0-4). Aunque también es cierto que de ellas se aprende si se es capaz de reconocerlas. Él lo hizo.

“Antes de atacar, tenemos que defender y controlar. Nos enfrentamos al mejor equipo del mundo al contragolpe”, Pep Guardiola

Un año más tarde se ve obligado de nuevo a remontar para alcanzar la final de la Champions. A pesar de las bajas fue capaz de competir y dominar al Barça en el Camp Nou a través de la esencia de su idea, la posesión. Pero una vez más le faltaron los dientes en el ataque -aunque podría esperar a la vuelta en Múnich-. Sin embargo, el talento de Lionel Messi no espera; aparece, y arrasa con toda la táctica y la física. El argentino puso muy cuesta arriba la eliminatoria al Bayern, que necesitará ejecutar a la perfección el plan que Guardiola haya preparado para estar en Berlín, como hizo en cuartos ante el Oporto. Ante los portugueses, demostraron que habían aprendido la lección: el juego era lo más importante. Había que atacar y ser intensos, pero siempre desde el conocimiento y el control. Lo que intentarán hacer con el Barça.

Luis Enrique ha añadido recursos al Barcelona, entre ellos, y más peligroso para el rival, el poder en las transiciones. Ya no solo son peligrosos en el ataque posicional, sino que también en el contragolpe. Guardiola lo sabe, así que, el Bayern deberá evitar en todo momento que el partido sea de ida y vuelta. Porque como dice Pep: “el balón cuando más rápido va, más rápido vuelve”. Y, si en 2013 los alemanes destrozaron a los culés corriendo, ahora el cuento ha cambiando. Ahora son los azulgranas quiénes te matan con espacios. Por lo que, en su intento de remontada, los muniqueses deberán defender bien y dominar el balón, siendo fieles a su estilo, para atacar con control y evitar que se produzca el ‘efecto boomerang’.