Ambos equipos llegaban al partido en una situación muy delicada, ya que se les exigía la victoria para tener opciones de abandonar los puestos de descenso y permanecer un año más en la máxima categoría. Ganar o ganar, no existía otra opción.
El gol, lo único de un débil Hamburgo
El encuentro arrancó con dos equipos que querían mandar en el partido y con el Stuttgart avisando con un disparo lejano. Pero serían los visitantes los primeros en asestar una estocada a su rival cuando una falta botada magistralmente por Van der Vaart encontraba la cabeza de Kacar a la altura del punto de penalti y el balón se colaba junto al poste izquierdo. Qué bien pintaban las cosas para el dinosaurio, que tras el gol tuvo unos minutos de control, en los que eran ellos los que marcaban los tiempos del partido y tenían a los suevos a su merced.
Pero esta iba a ser la única acción de renombre en todo el partido del Hamburgo, ya que tras este tramo de dominio cedería el control del partido a los hombres de Huub Stevens.
Remontada en menos de diez minutos
El Stuttgart se recuperó del duro golpe que suponía ir perdiendo y comenzó a lanzar ataques rápidos y liderados la mayoría de ellos por Didavi y Kostic, que eran una pesadilla para la defensa rival.
Lanzamientos lejanos del alemán que Adler lograba solventar y cabalgadas por banda izquierda del serbio que terminaban en centros a los que sus compañeros no acertaban a rematar.
Este acoso constante del Stuttgart se vio premiado cuando su capitán Gentner remachaba un buen centro raso de Schwaab y el balón iba a parar a las redes tras superar al portero por debajo de las piernas. Igualdad en el marcador de nuevo antes de la media hora de juego.
Y menos de diez minutos después, Harnik remataba en el segundo palo un centro que tocaba la defensa tras un córner que él mismo había forzado, para adelantar a su equipo. Dos a uno con el que se llegaría al descanso.
Adler evita la goleada
En la segunda mitad las ocasiones llegaban una tras otra sin dar respiro al Hamburgo. Primero un buen disparo de Kostic desde el interior del área se iba alto, y después un zurdazo de Didavi era magistralmente detenido por el portero.
El vendaval suevo no paraba: Didavi desde lejos de nuevo, Baumgartl de cabeza a bocajarro… Parecía imposible que el marcador no se moviera vista la oleada de ocasiones, pero Adler se había propuesto que su equipo no encajara ni un gol más.
Una pena para el Hamburgo que sus jugadores fueran cayendo en la desesperación a medida que pasaban los minutos y no lograran generar ni una sola ocasión con la que acompañar el buen trabajo de su portero, que antes del final salvó claras ocasiones de Ginczek y Werner.
Con este resultado el Hamburgo cae a posición de descenso directo, mientras que el Stuttgart abandona la última plaza para situarse en el puesto de play-off por el descenso. Las oportunidades se terminan, y la semana que viene se decidirán los equipos que deben dejar la máxima categoría en esta lucha loca para evitar el descenso.