No son los que acaparan los reflectores, los que van en la foto principal, ni los que mueven masas con un solo toque de balón. No son los personajes principales de esta o de alguna otra historia. No son los más talentosos o los de mejor perfil. Pero, lo que sí son, es un ejército de hombres productivos, entregados y esforzados que, según la trama del partido lo requiera, pueden terminar siendo los que decidan el rumbo de un partido tan importante como la Final de la DFB Pokal. La atención mediática nos envía directamente al binomiio De Bruyne-Reus, sin embargo, un análisis más profundo del encuentro nos mostrará aquellos elementos de lobos y dorados que pueden ser las piezas claves en la búsqueda del título.

Las grandes citas nos han enseñado algo: no siempre la principal figura es el mejor jugador de un equipo. Los grandes astros del fútbol mundial no siempre logran trascender cuando sus equipos más los necesitan, siendo ahí donde entran en escena aquellos que son casi subvalorados por la prensa e, incluso, la afición. Ese grupo de jugadores, por lo general los grandes socios de las estrellas, siempre juegan un papel trascedental en las finales, ya que pueden aprovechar los espacios que el cuadro rival deje en su esfuerzo por tapar las virtudes de la figura clave del equipo. Su papel es importante y, por lo tanto, más que ser una 'Brigada B', se convierten en el 'Escuadrón de Refuerzo' que un crack de primer nivel necesita tener tras de sí.

La manada detrás del Lobo Mayor

En cuanto a figuras complementarias, el Wolfsburgo posee una amplia gama de recursos más allá de lo que su gran figura, Kevin de Bruyne, pueda realizar. Dichos recursos, productivos en todas sus líneas, tienen como primera fuente destacable al pilar defensivo del equipo, al hombre sobre el que todo el planteamiento gira desde su base en zona baja y sobre quien descansa mucha de la responsabilidad cuando De Bruyne parece no carburar. Ese hombres es el defensa central: Naldo.

Con siete tantos en toda la temporada (su mayor registro personal) Naldo es el defensa más goleador de toda Alemania. Su relevancia no es una cuestión que se reduzca a cabecear. A balón parado, Naldo es tan peligroso dentro del área como frente al balón. Su capacidad de resorteo en el área le convierten en uno de los bombarderos más feroces en el área chica. Pero, la potencia de su pierna derecha y la colocación de su disparo, le posicionan también como un excelente cobrador de falta directa, principalmente a larga distancia, y amplía sus posibilidades de herir al rival.

Con siete tantos en toda la temporada, Naldo es el defensa más goleador de toda Alemania

Su liderazgo también es una pieza clave dentro del equipo de Dieter Hecking. Desde su zona, Naldo es, muchas veces, el primer recurso para sacar al equipo desde el fondo, ya que posee una técnica depurada con el balón en sus pies y un criterio de selección sumamente perfeccionado para saltar líneas con envíos largos. Con un Wolfsburgo afixiado y sin conectar con sus volantes, Naldo se ofrece como la esperanza de salida y la válvula de escape directo que los lobos encuentran a toda presión. Con estos elementos, el central se perfila como un personaje capaz de definir una final a balón parado, de cabeza o sorprendiendo al rival con su adelantamiento con esférico en posesión. Naldo es un elemento que nunca debe pasar desapercibido.

Pero las armas del Wolfsburgo también se abren a sus costados. Desde la idea táctica de Hecking, los lobos poseen en los carriles una de sus armas más explosivas. Es aquí donde el papel de hombres como Caligiuri y Schürrle se vuelve esencial. En el caso de Caligiuri, su perfil preferido suele ser el izquierdo, aunque sabe también correr por su lado natural, es decir, el derecho. Sea por donde sea que llegue, la velocidad en sus regates y la inteligencia para correr a espalda de sus marcadores, le dan una relevancia total para el ataque de los lobos. Sabe conectar astutamente con el centro delantero y siempre se perfila para ser el receptor del envío largo de sus compañeros. Además, el entendimiento que posee con Ricardo Rodríguez o Vierinha le permiten romper al lateral rival con un uno-dos sumamente efectivo.

Desde la idea táctica de Hecking, los lobos poseen en los carriles una de sus armas más explosivas. Es aquí donde el papel de hombres como Caligiuri y Schürrle se vuelve esencial

Caliguiri es también un sinónimo de gol llegando por los costados. Las jugadas en las que los lobos optan por un centro a segundo poste suelen ser bien recibidas por el extremo verde, quien sabe definir inteligentemente con el balón en diagonal hacia él. Sin embargo, para registros goleadores o revolusiones aceleradas, André Schürrle es el indicado. Su velocidad siempre ha sido un arma explosiva, ideal para abrir cerrojos defensivos o cambiar el ritmo de ataque del equipo. En la Mannschaft, durante el Mundial, se convirtió en el efecto sorpresa de Löw y en la válvula de aceleración cuando el equipo comenzaba a espesarse en el terreno de juego. En el Wolfsburgo, maneja una función similar, aunque toma mayor protagonismo también en la gestación de juego.

Caliguiri es uno de los extremos más peligrosos en Alemania. // (Foto de uefa.com)

Llegando desde el marcado de invierno, Schürrle potencializa aún más la rapidez y el vértigo que gusta el Wolfsburgo en sus ataques. Su aporte ofensivo, se ve ampliamente complementado por el de otros 'Outsiders' como Ivan Perisic, suplente de lujo de un equipo con gran arsenal ofensivo, Maximilian Arnold y Luiz Gustavo, ejes centrales de mucha proyección ofensiva y desgaste físico, y Ricardo Rodríguez, el lateral zurdo con la exquisitez quirúrgica a balón parado y una gran inteligencia para ganar su banda. Como sea, el Wolfsburgo posee recursos tácticos más allá de lo que De Bruyne pueda hacer y obliga a sus rivales a prestar atención también a todo su ejército de secundarios con habilidades peligrosas y poderosas.

André Schürrle llegó procedente del Chelsea en el mercado de invierno. // (Foto de espnfc.com)

Una colmena fuerta más allá de su Rey

Entrando, ahora, en la idea del Borussia Dortmund, las figuras secundarias también poseen un peso valioso dentro del esquema de juego y no sirven únicamente como fieles seguidores de Marco Reus. En primer caso, Kevin Kampl, procendete del Red Bull Salzsburg en el mercado invernal, ha llegado a convertirse en una especie de 'Pre-Reus' por su forma de moverse dentro del campo. Rápido, versátil y con una vocación para atacar y defender con igual intensidad, Kampl fue el fichaje más acertado de la directiva borusser en la temporada.

Llegando por último, Kampl ha sido el mejor refuerzo del Dortmund en esta temporada. // (Foto de espnfc.com)

Los movimientos de Kampl, eléctricos y con una energía aparentemente inagotable, hacen recordar mucho al Marco Reus de sus primeros días. La valentía para encarar rivales, la rapidez para desdoblarse en defensa y ataque y su perseverancia por siempre verticalizar antes que horizontalizar la jugada, le ponen como un elemento clave dentro del sistema de juego del Dortmund. Sus regates generan faltas cerca o dentro del área y su velocidad encaja muy bien con el carácter atlético de Pierre-Emerick Aubameyang y el propio Reus, logrando ser el revulsivo ideal para Klopp y el suplente prioritario cuando el equipo necesita generar más llegada.

Los movimientos de Kampl, eléctricos y con una energía aparentemente inagotable, hacen recordar mucho al Marco Reus de sus primeros días

Sin embargo, más allá de la velocidad, la creatividad y generación de espacios es también clave dentro de la colmena Kloppista. Es aquí donde Henrikh Mkhitaryan se vuelve la pieza secundaria ideal para esta misión. Desde su posición como volante ofensivo, el armenio es el encargado de aportar creatividad y pausa a un juego demasiado vertiginoso en muchas ocasiones. Sus botas son las llamadas a dar el último pase, a abrir el cerrojo contrario y a desequilibrar a la defensa contraria con un pase entre líneas o buscando la espalda de los zagueros para ubicar a sus rapidísimos delanteros y extremos. Tácticamente, es el llamado a destacar desde tres cuartos de cancha hacia la meta rival.

Mkhitaryan es el eje creativo del Dortmund. // (Foto de uefa.com)

Pero la experiencia cuenta y, en las finales, ese factor es clave para definir un resultado. Dentro del Dortmund, una pieza secundaria de mucha experiencia y con un deseo terrible por redimir una temporada marcada por las lesiones es, sin duda, Jakub 'Kuba' Błaszczykowski. El polaco, castigado en exceso por las lesiones desde la temporada pasada, a ido adaptándose nuevamente al ritmo de competencia sobre el tramo final de esta campaña y ha encontrado pasajes de su mejor versión futbolística. Como extremo, penetra con mucha rapidez y genera una profundidad inagotable, aportando también movimientos inteligentes y una idea clara de como generar peligro sin el esférico en los pies.

El escenario es el ideal para que Błaszczykowski escriba su nombre en letras doradas y deje de lado el fantasma de las lesiones

Błaszczykowski se vuelve clave para el Dortmund desde su posicionamiento por derecha, aportando desequilibrio y movimientos entre líneas que desbalancean la defensa rival. Suele aparecer, también, cargado sobre el centro, para dejarle el pasillo abierto a su lateral y generar superioridad en zona de remate. De igual forma, posee buena efectividad a gol y un olfato para aprovechar oportunidades que sus delanteros no logran concretar. Un extremo completo y un personaje secundario que puede redimirse en una final como la que esta por disputarse. El escenario es el ideal para que Błaszczykowski escriba su nombre en letras doradas y deje de lado el fantasma de las lesiones.

Apuntes Finales

Una buena película la componene personajes principales y, también, personajes secundarios. Sin embargo, muchas veces, éstos últimos son los que poseen el papel más fundamental dentro de la película, ya que permiten al protagonista desarrollarse en su misión dentro de la trama. En una final, la tendencia es la misma. Incluso, en el escenario futbolístico, un secundario puede terminar convirtiéndose en el héroe de la cinta, en el individuo que salve el día y devuelva el equilibrio a la trama. Es aquí donde las miradas, a buen juicio y sano análisis, no deben posarse únicamente en Kevin De Bruyne o Marco Reus. Wolfsburgo y Borussia Dortmund ofrecen un menú de 'Outsiders' muy apetecible y que se antoja para el paladar de aquellos que degusten el buen fútbol.