Dicen, cuentan, que más sabe el diablo por viejo que por diablo, que como dijo Schopenauer los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario. Y en el comentario, la opinión previa del partido a disputar entre una de las grandes favoritas del torneo y la siempre imprevisible pero ordenada Dinamita Roja, nos topamos con la figura de un hombre curtido en mil batallas que conoce Alemania, y el fútbol alemán tan a fondo que puso punto y final a su carrera en 1989, al filo de los cuarenta años en las filas del Colonia. Además el seleccionador de la Dinamita Roja se graduó en Alemania, en 1993, con el título de más alto nivel de director técnico, otorgado por la UEFA.

Por todo ello si alguien posee los mecanismos necesarios para complicar la vida al atractivo equipo que dirige Joachim Löw, ese alguien es Morten Olsen. Una figura, un técnico al que muchos le recordamos vestido de corto, paseando su tremenda elegancia durante tres décadas como jugador y dos como timón de la selección danesa. Y es que desde que con tan solo ocho años comenzó a jugar al fútbol en las filas del Vordingborg, señoreó el fútbol con su elegancia luciendo el chaqué del buen fútbol con varias camisetas, B1901 Nykøbing, Círculo Brujas, RW Molenbeck, Anderlecht y Colonia, disfrutaron de su magisterio.

Sus 102 internacionalidades como futbolista, sus diecinueve años como técnico y sobre todo la capacidad que posee para estudiar a sus rivales convierten la cita definitiva ante la selección alemana en uno de esos partidos trampa en los que un exceso de confianza por parte del rival podría dar lugar a la sorpresa. Y es que aunque Niklas Bendtner revindique su eterna aspiración de killer con goles y su calidad individual por encima del colectivo, los daneses destacan por ser un equipo nada estridente, que recurriendo a la sencillez, sin ningún tipo de alardes, basa su fortaleza en el orden, jugando en función del contrario y minando la fortaleza de su rival atacando sus puntos más débiles y vulnerables.

Olsen, perro viejo ya ha insinuado que saldrán a por Alemania, y en cierto modo lo tendrán que hacer, pero seguro contemplaremos un abordaje ordenado, Lars Jacobsen seguirá firme en el lateral, del metrónomo de Niki Zimling surgirán las ideas de su equipo, que inclinado sobre la peligrosidad y rapidez de Michael Krohn-Dehli depositará su esperanza de victoria  en la recuperada eficacia goleadora de Niklas Bendtner, que pese a las multas espera seguir luciendo los calzones de la discordia.

Trabajo colectivo, transiciones sencillas, estudio minucioso del rival y contras de libro dibujan las ideas del viejo Olsen, que se siente cómodo en la piel de cordero e históricamente cosechó sus mejores resultados cuando tuvo en contra todas las apuestas. Si alguien ha dado por muerta a la Dinamita Roja es que no conoce la historia de esta selección.

Alemania es superior y no debe tener problemas, han pasado veinte años desde aquella histórica noche de Göteborg, y ni aquella Alemania es esta, ni esta Dinamarca es aquella, pero el fútbol sigue siendo tan grande como el extraordinario defensa libre que fue y hoy dirige como seleccionador a la cenicienta Dinamarca, que como entonces aparece en el horizonte de Alemania con su engañoso carruaje de ratones y calabaza.  

Las casas de apuestas apenas dan opciones a la victoria danesa, pero esta se mueve como pez en el agua ante situaciones críticas. Dinamarca es la víctima propiciatoria del grupo de la muerte, pero este no está exento de contemplar la resurrección de los chicos de Morten Olsen, que han conseguido llegar con opciones al partido decisivo ante la poderosa e imbatible Alemania. ¿Es posible un nuevo milagro?

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Sobre el autor
Mariano Jesús Camacho
Diez años escribiendo para medios digitales. Documentalista de la desaparecida web Fútbol Factory. Colaboré en la web deportiva italiana Sportvintage. Autor en El Enganche durante casi cuatro años y en el Blog Cartas Esféricas Vavel. Actualmente me puedes leer en el Blog Mariano Jesús Camacho, VAVEL y Olympo Deportivo. Escritor y autor de la novela gráfica ZORN. Escritor y autor del libro Sonetos del Fútbol, el libro Sonetos de Pasión y el libro Paseando por Gades. Simplemente un trovador, un contador de historias y recuerdos que permanecen vivos en el paradójico olvido de la memoria.