La selección española abre fuego a su participación en la Eurocopa con un partido de vital importancia frente a Italia. El combinado de Vicente Del Bosque se disputa la primera plaza del grupo con el rival, a priori, más complicado. No es para menos, puesto que los transalpinos, tetracampeones del mundo, han ejercido una tiranía histórica a base de victorias sobre La Roja, pero, no obstante, los hispanos parecen estar poniendo fin a la misma.

Cuando el balón echa a rodar esta tarde en Gdansk, se cumplirá el trigésimo enfrentamiento histórico entre españoles e italianos. El bagaje se antoja igualado, con 10 triunfos para cada uno y 9 empates, aunque en la decena de partidos con carácter oficial que han disputado, la mitad de ellos han supuesto triunfos de la azzurra. No obstante, en la memoria de todos los españoles sigue fresco el último choque de esas características, en el cuál España accedió a la semifinales de la pasada edición de la Eurocopa tras apear a su rival en la tanda de penaltis.

De entre los diez partidos oficiales en los que se han medido ambas selecciones, tres corresponden a la Eurocopa, de los cuáles, dos han sido en la primera fase. El primero de ellos data de 1980, cuando ambos combinados dieron el pistoletazo de salida a la Eurocopa de ese año. Sobre el césped de San Siro se midieron dos de los cuatro últimos campeones del continente, aunque el resultado no pudo acumular mayores adjetivos de decepción. El empate sin goles resultó un premio de mayor gratitud para Italia, que fue superada por la España de Kubala, la cuál le perdonó la vida con un remate de Juanito en el minuto 70 que se estrelló en el larguero de la meta custodiada por Zoff.

Ocho años más tarde, en la antigua Alemania Federal, la selección de Víctor Muñoz volvía a quedar encuadrada con la azzurra en la primera fase. Tras derrotar a Dinamarca (2-3) y alzarse al liderato del grupo, España tenía ante sí la ocasión de apuntillar su billete a las semifinales. De conseguirlo, la víctima sería una Italia que, de perder, quedaría apeada de la competición. En aquella tarde del 14 de julio, Europa vio como un jovencísimo Paolo Maldini-19 años- lesionaba a Míchel, estandarte de La Roja. Vialli subió al luminoso el único tanto de un partido de notable espesura para el combinado hispano.

Tras dos resultados poco convincentes, la primera victoria iba a llegar en el escenario menos previsible. Tras superar la primera fase de la Eurocopa de 2008 como primera de grupo, España se medía a la actual campeona del Mundo, a la cuál sobrepasó durante los 90 minutos reglamentarios y los 30 de prórroga, pero no fue suficiente para perforar la meta de Buffon. Cuando todo parecía perdido, De Rossi y Di Natale erraron sus lanzamientos desde el punto de castigo a lo que, sumando los aciertos de Villa, Cazorla, Senna y Cesc, permitía a La Roja acceder a las semifinales de un gran torneo 24 años después.

Por detrás ha quedado una estela de derrotas que el combinado transalpino ha ido paulatinamente infligiendo a España. De hecho, la única victoria de España sobre Italia en partido oficial hace remontar la vista 91 años atrás, en los Juegos Olímpicos de 1920. Aquel 2 de septiembre, Italia y España se cruzaban por primera vez en la historia. El escenario fue el Stedelijk Olympisch de Antwerp (Amberes), en el cuál, la selección de Francisco Bru derrotó 0-2 a su rival merced a un doblete de Félix Sesumaga. Ocho años más tarde, de nuevo en una Olimpiada, llegaría uno de los traspiés más duros a los que ha tenido que hacer frente el fútbol español. En Ámsterdam, el 4 de junio de 1928, Italia goleó por 7-1 a España en el choque de desempate para acceder a las semifinales. Por fortuna, las 3 victorias hispanas en los últimos 5 compromisos con su rival de hoy parece evidenciar el final de una soberanía histórica de la azzurra sobre el conjunto que hoy dirige Del Bosque.