El Saint-Etienne, en plena lucha por los puestos de Champions League con su eterno rival, el Olympique de Lyon, recibía al Girondins de Burdeos, ya sin nada en juego, situado en la zona cómoda de la tabla y sin opciones de alcanzar los puestos europeos, debido a su extrema irregularidad durante la temporada.

ASSE, mejor en la primera parte

Los minutos iniciales mostraron un partido de ritmo bajo, siendo la posesión de dominio vert, y sin ocasiones. Poco a poco, el Girondins crecía en esa fase del partido, disputándole el balón a los de Christophe Galtier, sin transformarlo en acercamientos. Aubameyang, siempre incisivo con sus peligrosos desmarques al espacio, recibió varios balones en zona de remate, pero en todo momento los defensas 'bordelais' estuvieron atentos para cortar a tiempo.

La primera oportunidad con cierto peligro se hizo de rogar. Ya rondando el 30', una falta lateral botada por Hamouma, la remataba con un potente cabezazo Bayal Sall. El balón se marchó rozando el palo derecho de la portería defendida por Cédric Carrasso. Poco después, un gran balón entre líneas del interior ex-Caen, Romain Hamouma, lo finalizaba Aubameyang con un disparo cruzado que se fue pegado al palo izquierdo de la portería 'bordelais'. El Saint-Etienne empezaba a hacerse con el partido.

La figura de Carrasso empezaba a hacerse inmensa, ante la imprecisión reinante en el bando vert. Otro balón entre líneas, filtrado esta vez por Guilavogui, permitía a Hamouma rematar a quemarropa, pero el genial portero bordelais, internacional con Francia, se interpuso para hacer gala de reflejos felinos y despejar el esférico a córner. El coloso vert dejaba espacios a la espalda de su defensa, y el Girondins se pudo adelantar. Un balón largo, peinado por Zouma, le caía a un jugador de extraño recuerdo para los aficionados al fútbol español, Julien Faubert, que dejó para Saïvet. Al intenso y emergente atacante se le marchó largo el control. Tras ello, Obraniak, que llevaba unos minutos cojeando en el campo por un golpe, se marchó lesionado, cediendo su lugar a Plasil.

Se llegó al descanso con 0-0 en el marcador, en un partido lento y en el que eran escasas las ocasiones de peligro real. El Saint-Etienne, que había creado cierto peligro, merecía más en el encuentro, llevando la iniciativa, dominando y siendo incisivo. El primer disparo del Girondins, un tiro de Mariano que se marchó muy alto, llegó en el 42'. Dato que resume el rendimiento de los de Gillot en la primera mitad.

Carrasso salva un punto para el Girondins

La segunda mitad comenzaba favorable hacia el lado stephanois. Una conducción del potente mediocentro, Guilavogui, culminaba con un poderoso disparo que despejó como pudo Carrasso, excepcional hasta entonces. El encuentro entró en una fase de indecisión, en la que solo las internadas de Aubameyang rompían la monotonía.

El carrusel de cambios, en el que ambos entrenadores hicieron movimientos ciertamente defensivos, dando Galtier entrada en las filas verts a Bodmer, mediocentro de recorrido, por el fino Cohade, y Gillot, por su parte, a Ben Khalfallah en el lugar del delantero centro, Diego Rolán, en el bando bordelais, que pasaba a jugar sin '9', permitía intuir lo que buscaban los dos técnicos. Otro disparo lejano de Guilavogui animaba el partido, aunque se marchó muy alto.

En busca de crear desconcierto y sumar desborde y desequilibrio, Galtier enviaba al campo al intenso y veloz Yohan Mollo, por Romain Hamouma, que adolecía molestias musculares. Y ahí, Faubert, sí, Faubert, jugador recordado por su paso por el Real Madrid, donde protagonizó la famosa escena de su siesta en el banquillo y apenas apareció en el campo, tuvo la mejor ocasión para el Girondins, al que llegó en el mercado invernal. Enganchó un disparo en la frontal, que salió rozando la escuadra de la portería de Ruffier.

Tras Faubert, Aubameyang. Otro balón al espacio, esta vez de Mollo, lo controlaba el veloz atacante gabonés para armar un buen disparo, que se estrelló en el lateral de la red de la portería bordelais. ASSE dispuso de varios córners, ya en la recta final del partido, no aprovechados por sus potentes rematadores, como Zouma, Bayal Sall o Brandao. La figura de Lemoine, que habitualmente no se prodiga en esas lides, emergió ya pasado el 85', para bombardear la portería de Carrasso con un poderoso disparo, a las manos del guardameta francés.

Los minutos finales, con el Saint-Etienne buscando el gol para mantener todas sus opciones de entrar en puestos de Champions League y no ceder ni un punto al Olympique de Lyon, fueron muy intensos. Les verts colgaban balones al área, tanto desde los saques de esquina como buscando a Brandao para encontrar a Aubameyang en la prolongación. Zouma tuvo la mejor oportunidad, rematando un córner al primer palo, pero Carrasso se mostró tan seguro como durante todo el partido.

Al final, 0-0, empate sin goles, entre Saint-Etienne y Girondins de Bordeaux en el Geoffroy-Guichard. Mereció bastante más el ASSE, que tuvo en el juego aéreo y en las rupturas de Aubameyang sus mejores oportunidades, pero el Girondins de Burdeos logró salvar un punto, en una salida difícil, gracias a su buen orden defensivo y a la inspiración de Carrasso en la portería. Saint-Etienne queda 4º, con 59 puntos. Si OL gana, se quedaría a 4 puntos de la Champions. Girondins es 8º con 49 puntos.