Sin Rivière, el Mónaco también sabe ganar. Con la ausencia del delantero francés (6 goles en liga) por lesión, junto con las bajas de Kurzaway Toulalan, el conjunto del Principado recurrió a la calidad del colombiano James Rodríguez y venció 2-1 a un Saint-Étienne mermado por las bajas (Perrin, Brandao, Brison, Erding y Baysse). El argentino Ocampos hizo de salvador en un partido que parecía avocado al empate, tras los goles de Ferreira Carrasco, en la primera mitad, y de Hamouma, al inicio de la segunda.

El Mónaco hizo valer su condición de mejor equipo en casa (10 de 12 puntos hasta hoy), imponiéndose al Saint-Étienne, cuya mala racha (4 partidos consecutivos sin ganar) ha llevado a mitad de tabla de la liga francesa. Así, el equipo de Ranieri se mantiene en la cima de la liga francesa, donde puede aumentar distancias con sus perseguidores, ya que mañana se juega el clásico francés entre Olympique de Marsella y Paris Saint-Germain.

James llevó la batuta del Mónaco

Con la intención de llevarse los tres puntos salió el Mónaco al terreno de juego del estadio Luis II. En el 8', llegó la primera oportunidad clara del encuentro para los locales. Un pase atrás, desde el centro del campo, de Cohade fue interceptado por Moutinho, quien volvía de una jugada de ataque. El portugués se presentó sólo ante Ruffier, pero el portero visitante estuvo acertado en el mano a mano. No perdonó, sin embargo, el Mónaco unos minutos después. Un pase con el exterior de James Rodríguez dejo a Ferreira Carrasco frente a Ruffier. El jugador belga anotó, de tiro cruzado, el primer gol para el Mónaco (15').

El dominio local durante los primeros 45 minutos no impidieron al Saint-Étienne tener su oportunidad. A un tiro de James Rodríguez (27'), respondió Tabanou (30') en la jugada más clara de los "stéphanois" en la primera mitad. Tabanou, en un intento de vaselina tras pase de Cohade, lanzó ligeramente desviado de la portería de Subasic.

El Saint-Étienne reaccionó, pero Ocampos mató el encuentro

En la segunda mitad, el equipo dirigido por Cristophe Galtier cambió de cara. Prueba de ello fue el tanto del empate, conseguido poco después de salir de los vestuarios. Cohade lanzó un pase excepcional entre los centrales del Mónaco (Carvalho y Abidal), dejando sólo ante Subasic a Hamouma. El delantero del Saint-Étienne no desaprovechó la oportunidad, llevando el empate al electrónico (48').

Desde el gol visitante, el partido quedó reducido a ocasiones esporádicas, como un nuevo tiro de James Rodríguez en el 59', en el que se topó de nuevo con Ruffier, que disputó un partido soberbio pese a la derrota. Así hasta los últimos 10 minutos, cuando el cansancio dejÓ paso a idas y venidas de una portería a otra. De esta manera, el minuto 84 pudo marcar el devenir del encuentro. Falcao pidió penalti de Clerc por agarrón, pero el colegiado no señaló pena máxima. En la misma jugada, y tras un contraataque del Saint-Étienne, Gradel se presentó enfrente de Subasic, fallando el mano a mano que podía haber puesto por delante definitivamente a los verdes.

Lo que no pensó el Saint-Étienne fue que estaba por llegar la última genialidad del crack del partido, James Rodríguez. El colombiano puso, desde la derecha, un centro pasado al segundo palo, donde encontró a Ocampos para anotar, de remate con el pie, el tanto de la victoria. Ocampos, que había hecho su entrada poco antes, conseguía así su primer gol en liga, un tanto decisivo para mantener al Mónaco en el primer puesto.

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