Llegó el martes y se presentó la hora de la verdad. La última batalla para muchas selecciones que se jugaban estar o no en el Mundial de Brasil. Todas lo soñaban y lucharían por llegar, cada una con sus armas y posibilidades, y algunas ya tenían el deseado billete en su mano. Mientras, al norte de la península ibérica, más allá de los Pirineos, toda una nación aguardaba la hora determinada para el inicio del Francia - Finlandia. Su selección, segunda de grupo, tenía pocas posibilidades de clasificarse directamente, pero tenía, si Georgia daba una gran sorpresa ante España, y buscaría la victoria para no perderlas o, en el caso más probable, entrar en la repesca habiendo dado todo hasta el final.

Estadio repleto. Ambos combinados nacionales salieron y sonó la marsellesa en Saint Denis, reivindicativa, reclamando en cada nota musical la victoria local y el pitido inicial elevó los nervios y la tensión.

Superlativo Ribery

Los locales salieron con fuerza y así se quedaron, incansables, arremetiendo una y otra vez contra el arco finlandés por izquierda, derecha y por el centro. La muralla defensiva visitante era asediada abusivamente. Por el flanco diestro, la calidad de Nasri, por la zurda, un Ribery que demostraba estar en un gran estado de forma y que más tarde sería protagonista y por el centro dos nombres, la electricidad y gran movilidad del pequeño Valbuena y los peligrosos misiles lejanos de Pogba.

Los bleus dominaban, los finlandeses aguantaban como podían y el gol no tardaría en llegar. Un superlativo Ribery aparecería en la frontal. Minuto 8 en el luminoso, se abrió hueco y se sacó un trallazo que se coló por donde las arañas anidan y por donde pocas manoplas llegan. Ojos como platos, rugido y 1-0.

Francia ni se inmutó y continuó a lo suyo, como si nada hubiera pasado, como si ningún balón hubiera trazado una parábola asombrosa para encontrarse con las redes. Tendrían un par más para sentenciar y algún susto que soportar todavía.

En el 18 arremetieron por la izquierda mediante Giroud y centraron, pero Valbuena cabeceó demasiado centrado. Aunque no todo sería bueno para los franceses. En el minuto 20 de juego la zaga local se durmió y a punto estuvo de pagarlo caro. Finlandia conectó con su hombre más adelantado y este encaró a Lloris, que tocó el esférico salvador y dejó todo en un mero susto.

No se quedarían totalmente quietos los Huuhkajat y generarían alguna ocasión más pero poco pudieron hacer ante una Francia omnipresente que mandaría al palo un golpeo desde la esquina derecha del área finlandesa para cerrar unos primeros 45 minutos intensos que dejaron al espectador con ganas de más.

La ineficacia sacó a Finlandia de la lucha por el encuentro

Tras el paso por vestuarios, Finlandia no se rendiría pero la suma de sus pocas oportunidades y la falta de efectividad, la sacó de la lucha por el encuentro. Dos minutos después de la vuelta, Pukki recibiría en el área tras una buena jugada de sus compañeros, se giraría bien pero su disparo saldría muy desviado. Fallo importante y la última carta que tuvieron para cambiar las cosas antes de la debacle.

El triunfo por la mínima se le quedaba corto a los franceses y en el 76 Debuchy penetraría por banda derecha y Giroud cabecearía a gol, un defensor finlandés intentó despejar a la desesperada pero metió el balón dentro.

Cuando aún no se habían recuperado los corazones de la afición gala ante la sentencia, otro centro y posterior cabezazo a la madera de Remy daría otro pequeño infarto. Poco después, en el 83, Evra, poderoso e imparable por banda izquierda, se coló hasta el fondo y pasó atrás hacia Cabaye, pero este remató fuera inexplicablemente con todo a favor. Estas dos grandes ocasiones se convirtieron  en las precedentes de la recuperación.

El cuestionado, Karim Benzema, salió para sustituir a Giroud en el 81’. Probablemente las miradas se centraron en él y en su actuación y el punta madridista celebraría la confirmación de su redención ante los ojos de todos estos. Ribery le asistió y de volea la mandó al fondo de la red para sentenciar el choque.

El público disfrutó con los suyos y harían en diversas ocasiones una ola que ahogó a los finlandeses y que se dirige con fuerza hacia las costas brasileñas. Antes de eso, la repesca tendrá que medir su velocidad y los posibles rivales de Francia son Croacia, Portugal, Grecia o Ucrania.