Partido con un claro favorito el que se disputó en el estadio Constant Vanden Stock de Bruselas. El PSG, invicto en la fase de grupos y con un bagaje goleador notable, llegaba a Bélgica con la moral por las nubes, tras su reciente vuelta al liderato en Ligue 1. El Anderlecht, por su parte, necesitaba sumar para no perder más opciones de seguir disputando competición europea.

El conjunto local mostró las ideas claras desde el primer minuto. Marcaje a los delanteros rivales, minimizar la presencia de espacios por dentro y lanzar ataques rápidos, finalizando todas las jugadas con disparo, por lejano que fuera. Los belgas tuvieron las primeras ocasiones del partido. Mitrovic y Matías Suarez llevaron el peligro al área de Sirigu en los primeros compases, con el PSG todavía sin asentar en el encuentro.

El equipo francés, con problemas en la creación, optó por enviar balones a sus jugadores estrella, Ibrahimovic y Cavani. El uruguayo venía a recibir entre líneas, seguido por su central, mientras que el sueco aprovechaba ese espacio a la espalda para buscar el desmarque en largo. Así tuvo la primera el PSG, metiendo el miedo en el cuerpo a los flamencos, aunque Ibra no pudo adelantar a los suyos, enviando el balón fuera con el guardameta ya batido.

Van der Wiel al despiste

Con el Paris Saint-Germain volcando el ataque en el lado izquierdo, con Maxwell y Lavezzi, más la ayuda de Matuidi, la sorpresa llegó por el lado aparentemente más débil. Van der Wiel aprovechó la distracción para colarse por la banda derecha y poner un centro raso al segundo palo que Ibrahimovic empujó a placer. El primer tanto fue un jarro de agua fría para un Anderlecht que estaba poniendo las cosas difíciles a su rival.

El segundo fue un calco del primero. Otra vez el lateral holandés proyectándose ofensivamente para que el sueco, esta vez al primer palo, dejara boquiabiertos a los belgas con su facilidad para marcar. Un taconazo que fue como una bofetada para un equipo que había hecho las cosas bien y en veinte minutos se veía dos goles por detrás.

Pero el show de Zlatan no acabó ahí. Todavía quedaba lo mejor por ver, antes del descanso. Balón botando a más de treinta metros de la portería, perfecto para que el sueco marcara el gol de la jornada. Voleón que se coló sin que Kaminski pudiera hacer nada para evitarlo. 0-3, con muy poco, en apenas cinco tiros del conjunto parisino, fue el resumen de la primera mitad.

Intento de sacar el orgullo

El Anderlecht salió en la segunda mitad a maquillar un resultado que tampoco reflejaba lo visto en la primera mitad. El PSG había dominado en la posesión, pero la diferencia no era tan clara como se presenciaba en el marcador. Presión arriba y acabar todas las jugadas, para no recibir contras e intentar marcar un gol rápido que les pudiera meter en el partido. Gillet dio el primer susto a Sirigu, que erró en la salida del balón y tuvo que esforzarse para evitar el gol.

Con el equipo belga volcado, su lateral diestro Mbemba cometió un fallo que terminó de sentenciar a su equipo. El congoleño se resbaló en su propio área, ante la presión de un Matuidi que sirvió a Cavani para que marcara a placer, poniendo el 0-4 poco después de la reanudación. Otra desilusión, de la que ya no pudieron recuperarse los locales.

Rondando la hora de partido, Ibrahimovic cerró el marcador con el quinto gol, cuarto en su cuenta particular. Recibió en el vértice derecho del área y chutó cruzado, golpeando en el palo antes de colarse en la portería de Kaminski. Castigo duro de un equipo que está mostrando su potencial ofensivo en esta fase de grupos, con doce goles en tres encuentros.

Ambos equipos tuvieron ocasiones para haber ampliado el marcador. El delantero sueco pudo marcar otro tanto, con una genialidad, pero su vaselina se marchó alta. Cavani también lo intentó picándosela a Kaminski, pero el guardameta le leyó las intenciones. En Anderlecht se topó con Sirigu en las ocasiones que dispuso, cuando el partido se convirtió en un correcalles por las baja intensidad defensiva parisina.

Dura derrota para un Anderlecht que sigue sin sumar en esta fase de grupos y sin marcar ningún tanto. Los belgas sufrieron un castigo excesivamente duro, pagando caro los puntales fallos defensivos, sobre todo en la primera mitad. Las posibilidades de seguir en Europa se alejan para los belgas. Por otra parte, buena jornada para el PSG que ya vence como los grandes. Pegada y castigar cada fallo del rival. Cada tiro es un gol y los tantos en competición europea valen oro. Los de Laurent Blanc aventajan en cinco puntos al segundo y tercero clasificado del grupo.