El Paris Saint-Germain cedió sus dos primeros puntos de la competición frente a un combativo Anderlecht. El equipo de Laurent Blanc mostró la apatía propia de los grandes en partidos en los que se saben muy superiores y hay poco en juego. El PSG llegaba al cuarto encuentro de la fase de grupos con pleno de victorias y tras haber goleado en el partido de ida al conjunto belga.

El partido comenzó sin sopresas. Los locales disfrutaban de posesión y dominio, aunque sin la motivación suficiente como para ir a buscar el gol de forma continuada. El PSG salió con su once de gala a excepción de Cavani, suplido por Lucas Moura en la derecha del ataque parisino. 1-4-3-3 de manual y a la espera de que el gol llegase por propia inercia.

Finalmente se llegó al tiempo de descanso sin goles y con la sensación de que el Anderlecht, si se lo propusiese, podía sacar algo positivo de su visita al Parc des Princes. En la segunda mitad la tónica del partido fue la misma que durante los primeros 45 minutos, y los belgas tuvieron la oportunidad de reflejar en el marcador su mayor ambición, que no juego. Kljestan, al que no se había visto mucho hasta entonces, penetró por banda izquierda y sacó un buen centro raso a la frontal para la llegada de De Zeeuw, que remató de primeras e hizo el primer tanto del partido.

Ya con el marcador en contra, y pasado el ecuador del segundo tiempo el equipo francés se activó en ataque. Solo dos minutos más tarde Lavezzi y Matuidi trenzaron una buena jugada por dentro que terminaría rematando a gol el de (casi) siempre, Zlatan Ibrahimovic. El sueco puso el empate y restableció el honor de su equipo en el campo.

Sin una ambición desbordante de ninguno de los dos conjuntos por ganar el partido llegó a su fin. El Paris Saint-Germain suma 10 de 12 y está virtualmente clasificado para octavos. El Anderlecht, por su parte, logró en este partido su primer gol y primer punto de la temporada europea y, si bien se encuentra en una más que delicada situación clasficatoria, aún tiene alguna opción remota de terminar como segundo.

En el otro partido del grupo, Olympiacos venció al Benfica gracias a un gol de Manolas y una gran actuación de Roberto. Los griegos ponen tierra de por medio y, con siete puntos por cuatro de los lisboetas, se perfilan como favoritos a acompañar al PSG en octavos de final.

El buen partido del OM en Nápoles se salda con derrota

El Olympique de Marsella por su parte se fue de vacío de San Paolo y confirmó su eliminación de la Champions League. Con cuatro derrotas en otros tantos partidos el equipo francés ha demostrado estar por debajo del nivel de sus rivales del llamado "grupo de la muerte". 

El partido se inició con un Olympique valiente, sin presión, que fue a buscar al Nápoles arriba. De este modo, André Ayew cabeceó un córner para poner por delante a su equipo cuando corría el minuto 10. A partir de ese momento el equipo de Benitez despertó a sabiendas de la obligación de ganar en este apretado grupo. Y antes del descanso lograría irse con ventaja gracias a los tantos de Inler e Higuaín. El del suizo de un gran disparo desde fuera con la izquierda y el del argentino tras un buen remate de volea.

Tras el descanso el partido siguió con el dominio italiano con el terminó el primer tiempo, aunque el Olympique no se daría por vencido y supo aprovechar un centro de Payet por el carril zurdo que Thauvin, quien salió desde el banquillo, remató a gol en el segundo palo bajo la suave marca de Armero. El joven futbolista francés, que tuvo grandes minutos, colocaba el empate y ponía en una situación comprometida a los locales a falta de 25 minutos por disputarse.

Pero entonces apareció Higuaín. El delantero argentino empujó a gol un pase de la muerte de Mertens, previamente asistido por Fede Fernández y volvía a poner al Nápoles por delante en el partido. De esta manera el exfutbolista del Real Madrid lograba su primer doblete en Champions League. 

Y así se llegó al final del encuentro. El Olympique incapaz de poder sumar tras un buen partido, el mejor de lo que va de competición, y agotando sus escasas opciones de seguir con vida. Todo lo contrario para el Nápoles, que con esta victoria iguala al frente con el Arsenal. El equipo de Wenger ganó en Dortmund con un gol de Ramsey y complica sobremanera la clasificación al conjunto alemán, que se sitúa con seis puntos a tres de los líderes.