El Sochaux y el Montpellier llegaban a este partido en la zona baja de la clasificación, el Sochaux en puestos de descenso y el Montpellier, a un puesto por encima, por lo que se presuponia que este partido valía mas que tres puntos. 

Así fue, el partido empezaba con un Montpellier que salió a mandar y a ponerse por delante en el marcador cuanto antes, mientras que el Sochaux esperaba atrás buscando contras, ya que el Montpellier jugaba con la zaga muy adelantada. Lo cierto, es que el Montpellier parecía el equipo local, ya que era el que llevaba el peso del partido y empezaba a funcionar la sociedad Cabella-Niang en el frente de ataque. El 10 del Montpellier se dejaba ver por todo el flanco de ataque y caía ya a bandas o se dejaba ver en punta de ataque haciendo que Mounier y Niang se abrieran y se formara una especie de 4-3-3 cuando se atacaba, y un 4-4-2 a la hora del repliegue. En una jugada de ataque, Cabella prolongó un balón largo y un error de la zaga local, permitió a Mounier llevarse el balón, meterse hasta la cocina y batir por bajo a Cros. 

Una vez conseguido el 0-1, pareció que el Montpellier se dio cuenta de la zona en la que estaban y le dieron el balón al Sochaux y decidieron replegar y juntar líneas y salir rápido con Niang y Mounier cayendo a bandas. Poco a poco el Sochaux se iba metiendo en el partido y con acciones de Bakumbu el choque se nivelaba. Todo esto duró, hasta el minuto 35 cuando Sinkala, aun teniendo amarilla, hizo una entrada con los dos pies por delante a Sanson y el colegiado le mostraba la segunda amarilla y dejaba  a su equipo con diez y con muchas cosas que reestructurar en el descanso. 

La segunda mitad, el entrenador local buscó la reacción de los suyos y dio entrada a Roudet por Mayuka de inicio. Pero ni así el equipo conseguía reaccionar, y el Montpellier cada vez se sentía más cómodo con un Cabella estelar y con Mounier y Niang que no acaban de cerrar el partido y tuvieron ocasiones para ello. 

En el minuto 68, Courbis dio entrada a Tiéné, que seis minutos después de ingresar en el campo, hacía el 0-2 y dejaba al Sochaux hundido y sin ningún tipo de reacción. Solo Bakumbu parecía que tenía algo que añadir al partido pero fue insuficiente y el Sochaux se queda a 10 puntos ya de la salvación, mientras que el Montpellier respira un poco más tranquilo después de la victoria de hoy.