Lacazette, Gomis, Grenier, Gourcouff, Briand, Gonalons... De cualquiera de ellos se puede esperar que sean los artífices o héroes del Lyon en partidos de tan alto calibre como el que disputaba hoy ante el Nantes pero, sin duda, el gran protagonista del partido no ha sido otro que el siempre criticado Anthony Lopes. El guardameta frenó el ímpetu con el que salió el Nantes y evitó que en la primera media hora se hubiese cerrado ya el partido.

Una vez más, el Lyon no arrancó contundentemente y dejó que el rival se crezca y tenga sus ocasiones. Contra equipos que se encierran puede ser buena solución porque así se abren luego huecos en la zaga en los que Lacazette puede moverse y hacer daño, pero en un partido como el rival de hoy, puede ser bastante peligroso y que si no llega a ser por Lopes, el partido se hubiese puesta muy cuesta arriba para el equipo de Garde. 

Una vez superada la media hora, el Lyon decidió que la mejor manera para hacer daño era dándole el balón a Grenier y a partir de el, organizar el ataque. Tan solo le hicieron falta diez minutos para abrir la lata. Una vez más, fue Lacazette quien se encargó de abir la lata al rematar a la red un rechace que había quedado suelto tras un disparo de Gomis. Con el 0-1 y la sensación de poder hacer algo más se llegaba al descanso del partido.

La segunda parte arrancó igual que la primera, con un Nantes volcado y un Lopes salvando los muebles atrás. Una vez más, el equipo volvió a dejar el balón en manos de Grenier y la cosa mejoró. Riou empezó a tener trabajo, y el Lyon se encontraba más cómodo defendiéndose en campo contrario y con el balón. En una de estas, Grenier filtró un balón al espacio al que Lacazette llegó antes que Riou, que barrió al delantero. Penalti y amarilla. Gomes no perdonó y puso el 0-2 en el marcador.

Parecía demasiado castigo para un Nantes que estaba haciendo un gran encuentro y que merecía al menos un gol para meterse en el partido y tener la oportunidad de sumar puntos. Ese premio llegó en forma de gol en el minuto 84, tras un error defensor defensivo de Umtiti y Djordjevic no perdonó y fusiló a Lopes para hacer el 1-2. Pero justo cuando el partido se había puesto propicio para un empate, los nervios le jugaron una mala pasada al delantero del Nantes. 

Corría el minuto 86, y con tarjeta amarilla ya, el árbitro señaló una acción en contra del Nantes, y Djordjevic perdió los nervios y tras el silbato, el delantero desplazó el balón con rabia, cosa que le costó la tarjeta roja. Sin su máxima estrella, el partido se complicaba para el Nantes que no pudo hacer el empate. 

Con este resultado, la parte de arriba se apreta tras las victorias de Lyon y Marsella y el empate del St Étienne, y aún se puede apretar más, si el Girondins gana al Lorient. El Nantes, pierde fuelle y se queda en zona de nadie, pero con dos victorias, volverá a estar dentro del embrollo en la lucha por Europa.