Al Stade de la Mosson llegaba un irregular Olympique de Marsella, que mostraba un triunfo, dos empates y dos derrotas en sus anteriores cinco pleitos, con la necesidad de obtener los 3 puntos para mantener vivas sus esperanzas de, al menos, clasificarse a la Europa League. En cambio el dueño de casa se encuentra en la “zona tranquila” de la tabla de clasificación, donde no lucha ni por los puestos de avanzada y tampoco tiene problemas con el descenso.

La primera fracción fue claramente dominada por Marsella, equipo que fue dueño del balón y que se creó la mejores ocasiones. Tal vez la presencia de Marcelo Bielsa en las tribunas, quien está en conversaciones para asumir la dirección técnica del OM, sirvió a los jugadores como motivación extra para mostrar un juego vistoso y ofensivo, llevando constante peligro a la portería defendida por Jourdren. Prueba de esto fue el cabezazo de Gignac a los 30’, luego de un tiro libre de Valbuena, que fue apenas contenido por el meta del Montpellier en doble instancia.

Un gol al fin de la primera etapa, otro al inicio de la segunda

La presión que ejercía Marsella, gracias al empuje de su mediocampo, obtuvo premio al final de la primera etapa: Un remate de Valbuena, luego de un centro de Ayew, se coló con una mezcla de técnica y fortuna por sobre el portero, decretando el 0-1 parcial al final de los primeros 45'. Un resultado justo por lo visto sobre el terreno de juego.

Y al iniciar la segunda mitad Montpellier logró igualar el marcador gracias al excelente Rémy Cabella, quien derrotó a Mandanda en un contragolpe para su equipo a los 48 minutos, subiendo a 11 tantos su producción personal esta temporada. Luego de este gol, y sintiendo el impacto, Marsella tuvo, en los pies de Khalifa, dos claras ocasiones para ponerse nuevamente arriba del marcador pero ambas fueron desperdiciadas.

El OM no se rindió, siguió atacando y logró anotar nuevamente con un bonito disparo de André-Pierre Gignac a los ‘58. Era el 2-1 y el marcador volvía a mostrar algo de justicia.

Luego el partido se volvió algo más trabado, donde el peruano Jean Deza y Mbaye Niang por el lado de los locales, mientras Valbuena, Cheyrou y Romao por la visita, intentaban generar algunos ataques, pero sin mayor claridad.

Intensos 10 minutos finales

Cuando el partido entraba en su recta final, Valbuena dejó el terreno de juego, ayudando a un repunte en el juego del Montpellier, quien equilibró la posesión del balón. Gracias a esto, un nuevo contraataque del cuadro local se convirtió en gol: Cabella disparó, Mandanda contuvo y el rebote lo tomó el recién ingresado Morgan Sanson quien marcó el empate para los dueños de casa. Este fue el primer gol del juvenil durante la actual temporada.

A 3’ del pitazo final, Niang se perdió el gol del triunfo, desviando un cabezazo a pocos metros de la portería e inmediatamente después el Olympique de Marsella logró el ansiado tanto de la victoria: Jugada personal de Dimitri Payet que terminó rematando y su tiro, desviado por un defensa, ingresó caprichosamente a la meta del Montpellier. 2-3 poco antes del final y que terminaría siendo el marcador definitivo.

Revitalizador triunfo como visitante para el OM, quien mostró mucho más empuje que en sus anteriores presentaciones, quizás gracias a la influencia de un Marcelo Bielsa muy observador desde el palco oficial. Con estos 3 puntos, el sueño de una copa europea vuelve a estar en el horizonte marsellés.

Para la anécdota: El gran Carlos “el Pibe” Valderrama, ex jugador de Montpellier, dió el puntapié inicial del encuentro.