Las apuestas saltaron por los aires en Rotterdam. Holanda tiene un nuevo rey de la Copa, después de que el PSV no pudiera revalidar su título de la pasada campaña. El AZ Alkmaar es el merecido y justo campeón de la KNVB Beker, después de completar un gran partido ante el favorito para el título, el PSV Eindhoven. Atendiendo a la clasificación liguera, en la que el AZ se encuentra en la mitad baja de la tabla y el PSV es 2º clasificado, y a los antecedentes, con 4 partidos invictos los boeren, casi todos los focos miraban a los de Advocaat.

Pero hubo un nombre propio en la final, y va a escribir páginas de oro en la historia del fútbol de los Países Bajos si continúa con su progresión actual. Adem Maher fue el mejor jugador de la final, y lo fue por muchos motivos. Su equipo comenzó mejor el encuentro, y él tomó el mando de las operaciones, con el PSV frío, calculador, esperando que llegara su momento en el partido. Sin embargo, olvidó que era el momento del mediocentro de los de Alkmaar.

Golazo para adelantar a los suyos

Maher puso las cartas sobre la mesa de inmediato, en el minuto 12, con una sensacional jugada personal. Avanzó hasta la frontal del área del conjunto de la Philips sin oposición, hasta que Marcelo y Hutchinson salieron a su paso. La joven perla holandesa pisó la pelota con elegancia con la derecha para frenar y esquivar la marca de los futbolistas rivales, logró adentrarse en el área, y terminó con un disparo raso con la zurda, lo suficientemente complicado para sortear a Waterman y adelantar a su equipo.

Era el premio a la pequeña exhibición que daba Maher en el mediocentro, pero dos minutos después, Altidore se unía a la fiesta del conjunto de Verbeek. Nueva contra para que el estadounidense recorte buscando su pierna izquierda, y dentro del área, finaliza fuerte y centrado. Waterman toca la pelota, pero el meta del PSV no puede evitar que la pelota se introduzca en el fondo de las mallas, y poner el 2-0 en el marcador.

El PSV reacciona, y Locadia recorta diferencias

Al PSV le había llegado la hora de levantar el partido, si quería mantener sus opciones de vencer el título. El equipo de Advocaat se puso las manos a la obra con la desventaja de dos goles, y empezó a apretar seriamente las inmediaciones del área de Esteban Alvarado. Con el tanto de Altidore, Bouma, el veteranísimo central, estuvo cerca de marcar el 2-1 en el minuto 18, pero Esteban se estiró lo suficiente para desviar y despejar la pelota a córner.

Era el primer aviso serio de un equipo que había calculado mal y se veía obligado a jugar una final contrarreloj. Lens intentaba crear peligro cada vez que aparecía por la banda derecha, mientras que Mertens en el flanco opuesto era el futbolista con más peligro del PSV, buscando siempre el desequilibrio individual.  En una jugada larga, el PSV marcaba el 2-1 a la media hora de partido. Centro de Lens al segundo palo, toca un compañero de cabeza hacia el área pequeña, donde Jurgen Locadia remachaba la pelota gracias al error de Viergever en el despeje. Van Bommel tendría cerca el empate, y Mertens vería como le anulaban un gol y era amonestado por intentar emular a Tamudo, y robar la pelota al portero mientras la botaba.

El AZ empieza a manejar el partido en la reanudación

En el segundo periodo, volvió a aparecer de forma magistral la figura del joven centrocampista del AZ Alkmaar para dominar el partido. Maher tomó las riendas desde los primeros instantes del segundo periodo, y el PSV tendría dificultades para hilvanar juego y ocasiones de peligro de forma continuada. El duelo iba y venía de un área a otra, intenso y descontrolado, hasta que el balón llegaba a Maher, para que pusiera la calma y el tempo necesario para favorecer a un AZ que esperaba su contragolpe para finiquitar la final en De Kuip. Maher se hizo grande el primer tramo del segundo periodo, y Advocaat buscaba los cambios oportunos para acercar a su equipo en el marcador.

La salida de Wijnaldum era la posibilidad a la que se agarraba el PSV para mantener la esperanza viva. El mediapunta de Rotterdam nada más aparecer en el partido, pasado el minuto 67’ de la final, tuvo su primera gran oportunidad. Una arrancada en la que quiso buscar la pared con Lens para quedarse sólo ante Esteban, pero la devolución del extremo internacional neerlandés no fue correcta, y el PSV perdía una de sus mejores oportunidades de cambiar el destino de la copa holandesa.

Un destino que también guardaba polémica arbitral. Si en el primer tiempo, Kuipers no quiso pitar un posible penalti sobre Jeremain Lens por parte de Reijnen, en la segunda mitad hubo una acción mucha más clara sobre Dries Mertens. El belga fue derribado por el mismo futbolista, cuando se marchaba de él dentro del área grande de los de Verbeek. Mertens terminó la jugada sin bota, sin ocasión, y sin penalti, con Kuipers decretando que la jugada no merecía ningún tipo de castigo.

Mertens era el hombre que castigaba con mayor rigor al AZ Alkmaar en defensa, y en una de las pocas ocasiones que el AZ se despistó, el belga filtró un gran pase para Locadia, que no embocó ante la buena salida de Esteban Alvarado para tapar su meta. La reacción del PSV no era suficiente, y Advocaat quitó a Bouma y al propio Mertens para dar entrada a Màtavz y Depay, poniendo más leña en el fuego.

Restaban diez largos minutos. Màtavz tuvo otra gran ocasión para el PSV, maniobrando bien en la frontal para ganarse su espacio y disparar seco. Esteban despejaba el cuero a saque de esquina, y alentaba a los suyos a aguantar el sufrimiento que les quedaba. En una de estas, Lens tuvo la más cercana al gol, al enviar al poste el que hubiera sido el empate del PSV. Minutos después, iba a disponer de otra en boca de gol, pero esta vez se resbalaba y perdía la oportunidad de gol. Era un destino que no podía cambiarse. Maher, entre tanto, lideraba las llegadas del AZ en los contragolpes de los rojiblancos con la intención de anotar el tercero y cerrar el partido. No hizo falta el tercero. El AZ ganó el partido en los primeros minutos, con un gran Maher y un buen arranque, y es el merecido campeón copero en los Países Bajos.