La jornada 16 se presentó en el AFAS Stadion con una importante batalla que librar. Los nervios a flor de piel, la presión en la mente tukker por la victoria del Ajax y un ojo puesto en el PSV - Vitesse.  El AZ, que había aguantado el ritmo de los de arriba hasta el momento, llegaba con las intenciones de asestar un golpe de poder frente a uno de los referentes en la tabla. El Twente no podía fallar para no perder posición en la pelea por el título.
Beerens, mágico
El pìtido inicial dio comienzo al cruce, la pelota echó a rodar por el césped y Beerens, impaciente, querría impregnar de magia los primeros compases. Cuando apenas habían transcurrido poco más de un par de minutos, el bueno de Roy dejó una acción de superclase. Control con el pecho y, sin dejar que el cuero se ensuciara al tocar el tapete, golpeó para la sopresa de Marsman que sólo pudo ver como el 1-0 se colaba en su meta por encima de su cabeza.
 
Asombrados ante el detalle de Beerens, ambos continuaron quemando minutos. Los de Alkmaar eran los que dominaban el encuentro tanto en el luminoso como en el juego pero el fútbol no vive de la superioridad teórica y los de Enschede serían mucho más prácticos aprovechando un despiste rival.
Mokhtar, eficaz
Las ocasiones probablemente echaron por momentos la ausencia de Promes en el costado visitante. El prometedor atacante del Twente se encuentra lesionado y su electricidad y potencia faltó hasta que su relevo, Mokhtar, tiraría de pragmatismo. No se estaban luciendo pero funcionó. El equipo respondió el tanto inicial en los últimos minutos. Eghan se sacó un tiro desde fuera del área que Alvarado no logró atrapar y el balón suelto no lo desaprovecharía el ex del Zwolle para poner el 1-1 en el marcador.

Apoteosis final

Poco a poco, paso a paso y minuto a minuto el Twente fue mejorando y amenazando la meta de Alvarado que mantenía, con ayuda de su defensa y los palos, el empate a uno en el electrónico hasta que no pudieron más.

En el 74' sonarían los tambores de guerra con dos golpetazos. La institución de Enschede fusilaría en primera instancia con un tiro de un incansable Mokhtar y después con otro de Ebecilio que se toparían con la madera. Dos avisos.

Pero como se suele decir, a la tercera va la vencida y en el 90' arribaría el colofón. El Twente desbodaría por el costado diestro y mandaría un preciso envío alto hacia el segundo palo donde esperaba, totalmente solo, Mokhtar para cabecear a placer y hacer brotar el éxtasis. No dejaron de intentarlo y el AFAS Stadion retumbó con la celebración de los aficionados tukkers allí desplazados. Su equipo no falló en una noche vital y sigue la estela de Ajax y Vitesse.