Se presentó, sin más, la jornada 21 de la Eredivisie en el fin de semana que hacía de puente entre el primer mes de 2014 y el segundo. La programación se puso en marcha y lo hizo el viernes con un empate entre el Feyenoord y el Vitesse a uno en De Kuip que le daba alas al Ajax para tomar ventaja en el camino hacia el título. Los ajacieden se enfrentarían el domingo a un rival en horas bajas. Un Utrecht que no conocía todavía la victoria en el 2014. Por el contrario, el Galgenwaard se mantenía inexpugnable en las visitas de los de Ámsterdam desde el 01/03/09. Los objetivos eran claros, en el costado visitante llevarse unos tres puntos que les podían afianzar en lo más alto de la tabla y por parte local frenar la sequía para poder volver a soñar con repetir puesto de play-off europeo. Con todo preparado, el árbitro miró a uno y a otro lado y señaló el inicio del encuentro.

22 futbolistas a cada costado. Entre los 11 autóctonos destacó la presencia del recién llegado Juan Agudelo. De Ridder y Toornstra, principales referentes del juego ofensivo del Utrecht, encontrarían en su nuevo compañero un socio ideal que multiplicó el peligro. Los chicos de Frank de Boer, en cambio, saldrían de inicio sin muchas sorpresas, tan sólo con la irrupción de Bojan en el once como delantero centro en lugar de Sigthorsson.

El dominio del Ajax se palpó en el terreno de juego pero la resistencia de los de Jan Wouters fue equiparable. Un cabezazo de un imperial Moisander en el 18’ se entendió como uno de los primeros avisos importantes que precedieron al gol. O, mejor, al superlativo tanto que Daley Blind sacó de una situación que estaba siendo cuotidiana, la posesión ajaccied por la zona de tres cuartos. En un arrebato de furia, mandó un potentísimo disparo desde la distancia que se coló en el arco. 0-1 para un Ajax que ya comenzaba a creerse campeón.


Sin embargo, el Utrecht no se dio por vencido. Continuó intentándolo hasta que un envío en largo de Ruiter desde su área sería prolongado de cabeza por Agudelo. El esférico salió hacia donde se encontraba De Ridder, custodiado por Veltman y Moisander, pero ninguno de los dos, especialmente el primero, pudo frenarlo y el 22 regatearía hasta a Cillessen para poner el 1-1 en el luminoso a puerta vacía.

Se desató la fiesta en Galgenwaard. Estadio que continuaba siendo infranqueable y un dolor de cabeza para los intereses de los ajacieden. Con el empate a uno se llegó al descanso y la segunda mitad echó a rodar con diferentes puntos de vista. En uno se encontró un Utrecht con un resultado más que válido y que deseaba que el tiempo corriera rápido mientras que en el otro un Ajax que perdía una gran oportunidad que no quería dejar escapar. Por ansiarlo no fue pero el triunfo se resistió. Fischer en el 56’ lo intentó en una combinación entre él y Serero y De Jong, que saltó al campo desde el banquillo tras su larga ausencia por lesión, se encontraría con la zaga contrincante más tarde. Antes de eso, un disparo de Schone había golpeado en el palo para dar paso a la acción nombrada. La pelota no quiso entrar más y se empeñó en su negativa hasta que se decretó el final. Febrero permitió respirar al Utrecht y acongojó a los de Ámsterdam que vieron como su cuarto título consecutivo, el pasar a la historia, no se le va a dar en bandeja.