Jornada entre semana en una Eredivisie que continúa con las disputas por los diferentes objetivos de cada club al rojo vivo. La tabla, como una de las más ajustadas del continente, no permite margen de error y el Heerenveen y el Twente se verían las caras a las 20:45 del miércoles sin dilación. Los frisones querían continuar con la buena racha retomada con el 3-0 contra el ADO tras caer en el derbi de Frisia frente al Cambuur mientras que los tukkers tenían en su mano, después de acontecer un nuevo pinchazo de un Vitesse que parece desinflarse, la oportunidad de escalar hasta la segunda plaza, a pesar de tener un partido menos.

El Abe Lenstra presentó una buena entrada y en la zona visitante tampoco faltarían gargantas para animar y calentar la contienda. El pitido inicial condujo a una primera parte insulsa en la esencia prima del fútbol, el gol. Transcurrieron unos 45 minutos de tanteo, de medir fuerzas y en los que ninguna de las dos instituciones se atrevió a hacerse con la iniciativa. El Heerenveen, especialmente, lo intentó con disparos lejanos de Ziyech, de los más activos, y tendría una gran ocasión en un saque de esquina que remató Otigba pero que sacó un futbolista del Twente en la línea. Las ocasiones de claridad no llegaron en exceso por vía tukker, al igual que el acierto en ambas partes, y con este infructífero contexto la primera mitad no pudo acabar de otra forma que con el 0-0.

El gol de la ilusión

Volvió el fútbol al tapete tras el descanso y lo haría de una mejor forma. No tiró demasiado a puerta el Twente pero sí que tuvo al hombre indicado entre los suyos. La balanza continuó muy pareja hasta el 70’ de juego. Sin embargo, poco más ya que Dusan Tadic, en una de sus dosis de genio, diría basta. Primero, en el 73’ desbordaría por banda derecha para deshacerse con un recorte de su marcador y mandar desde la esquina del área un disparo que se envenenó al chocar contra un defensor frisón y acabó colándose.


No contentó con ello, todavía dejaría una huella más profunda en la victoria. Uno de los fichajes del Twente en este mercado invernal, Torgeir Borven, saldría al campo en el 63’ para substituir a Castaignos y se encontró, cuando el partido ya parecía listo para la sentencia, con una notable asistencia de Tadic. El serbio le metió un gran balón a la espalda de la zaga local y su compañero anotaría su primer tanto como futbolista tukker. Final del encuentro y euforia en Enschede ya que el club de la ciudad superaba al Vitesse y se colocaba, con un encuentro menos, en la segunda plaza que da acceso a los play-off de Champions League.