No es un sueño, sino una realidad. No se trata de una mera casualidad, sino de un proyecto sustentado en una importantísima inversión económica, que va in crescendo año a año y que, de seguir esta progresión, más pronto que tarde aupará al Red Bull Salzburg a codearse con las escuadras más poderosas del viejo continente. De momento, el aviso se lo llevó el Bayern, vigente campeón de campeones, al que los salzburgueses le endosaron un 0-3 nada amistoso, pese al carácter del partido. El correctivo le ha correspondido al Ajax, todo un tetracampeón de Europa, que ha tenido que soportar una humillación sin precedentes ante su afición. El equipo de la ciudad que vio nacer a Mozart interpretó anoche una sinfonía maravillosa, con el español Jonatan Soriano y el esloveno Kevin Kampl como directores de orquesta.

El Red Bull Salzburg cerró la eliminatoria en la primera parte

Los visitantes decantaron el choque desde el primer minuto. Y eso que se enfrentaban a un rival que, si bien no campa a sus anchas y de goleada en goleada en su campeonato local como hacen los austríacos, sí lidera la Eredivisie con solvencia y relativa comodidad y fue el primer equipo que hizo besar la lona al FC Barcelona en la presente campaña. Pero el 4-3-3 planteado por el técnico Frank de Boer, con el hispano-serbio Bojan Krkic escorado a banda derecha y el islandés Sigthórsson como máxima amenaza ofensiva ante la lesión del danés Schöne en el calentamiento previo cuando estaba previsto que fuera titular, no planteó ningún contratiempo. Los pupilos de Roger Schmidt llevaban la lección bien aprendida y fraguaron la victoria en su superioridad en el centro del campo, con dos líneas de cuatro muy juntas y dos puntas, Soriano y el brasileño Alan que, con una presión asfixiante, impedían que el Ajax sacara jugado el balón desde atrás de la manera ortodoxa habitual.

Ni siquiera les hizo falta a los forasteros ganar en posesión (56-44%) para dominar la contienda en todo momento. El primer susto para la portería “ajacied” lo protagonizó Ramalho con un disparo de libre directo en el minuto cuatro que se marchó arriba. A la segunda, golpeó Soriano. Internada en el área del “pichichi” de Segunda División en la temporada 2010-2011 y derribo claro del joven Veltman. El máximo goleador en la historia del Barça B no perdonó desde los once metros y adelantó a los suyos cuando apenas se había disputado un cuarto de hora.

El gol aturdió al Ajax y enardeció aún más los ánimos salzburgueses, que continuaron haciendo emplearse a fondo al guardameta Cillessen. Pasado el ecuador de la primera mitad, Kevin Kampl sacó a relucir el guante que posee por bota y puso un balón medido para que el poderoso senegalés Sadio Mané rematara a gol. Antes del descanso llegaría el mejor gol de la jornada de Europa League. Soriano controló un balón unos metros por delante de la medular, oteó el horizonte, se percató de que el portero estaba adelantado y lo superó por arriba con un zurriagazo de calidad suprema para sumar su vigésimo noveno tanto en los veinticinco encuentros que ha jugado desde agosto. No serán pocos los “culés” que se pregunten si no fue un error prescindir de sus servicios, máxime sin contar en plantilla con un delantero centro al uso.

El Ajax no tuvo reacción

La segunda parte solo valió para prolongar 45 minutos el onírico idilio del Salzburgo con el fútbol y para que de Boer tratara sin éxito de revertir la situación. Cambió piezas, pero no el partido. Colocó de lateral zurdo a Daley Blind, completamente sobrepasado en la posición de mediocentro, e introdujo al exsevillista Christian Poulsen con objeto de frenar la sangría en esa parcela. De nada sirvió. Los holandeses daban una concesión tras otra y si el resultado no fue aún más abultado en su contra se debió al acierto de Cillessen bajo palos y al desatino de los atacantes oponentes. Lo único positivo para los ayer locales fue el debut del canterano Kishna. El partido murió con un disparo de Bojan que corroboró que el cancerbero visitante no se había encaminado hacia vestuarios antes de tiempo a causa del aburrimiento.

El Salzburgo, salvo catástrofe mayúscula, estará en octavos de final y se medirá a Maccabi de Tel Aviv o FC Basel, que anoche empataron a cero. Red Bull les da alas y Soriano, goles. O golazos.