El triangular amistoso de las Copa Maspalomas ha tenido su arranque este sábado, donde el PSV derrotó por la mínima diferencia al Celtic. Al ser un partido amistoso, Phillip Cocu pudo buscar algunas variantes con respecto a su equipo habitual en la búsqueda de mayores alternativas para la segunda mitad de la temporada en Holanda.

A pesar de las variantes que presentaba el conjunto holandés, los escoceses presentaban ante la escasa afición presente en el estadio a una alineación de jugadores del primer equipo, evidentemente tomando con un poco de más seriedad el compromiso. Con estos dos contrastantes equipos, se daba por iniciado el triangular amistoso.

Dominio holandés

Desde el primer minuto del encuentro sería el equipo de Eindhoven el conductor del balón y del ritmo de juego. Con un centro del campo compuesto por Rai Vloet, Andrés Guardado y el debutante Kenneth Paal, los holandeses no extrañaron a los habituales Wijnaldum o Maher. El futbolita mexicano, que lució el brazalete de Capitán en este encuentro, era la principal referencia del campo, siendo la primera opción de pase para los defensores y delanteros cuando retrasaban el balón.

Poco a poco los holandeses empezaban a tomar más profundidad en sus oportunidades durante los minutos iniciales del encuentro, pero serían los escoceses quienes tendrían la primera oportunidad de gol seria en el encuentro, eso cuando Fisher mandaba un centro al área desde banda izquierda para que Scepovic se levantase muy por encima de los defensores y cabeceara a quemarropa sobre la portería de Pasveer, pero el veterano portero hizo una gran atajada sobre la línea, demostrando sus buenos reflejos a pesar de las pocas oportunidades para jugar que ha tenido esta campaña.

Continuaba el partido y el dominio holandés, consiguiendo traducirse ese constante asedio y control del balón en la ventaja en el marcador. Por la banda derecha Brenet realizó un desborde muy bueno, levantando un centro que se encontraría con la cabeza del rival Van Dijk, quien no desvió bien el balón y habilitó sin mayores problemas a Memphis Depay, quien tras recepcionar con el pecho, remató el balón para dejar sin posibilidades a Zaluska a los 33 minutos. La falta de comunicación entre los defensores fue la principal causa de que se el gol fuese posible.

Antes del final del primer tiempo los de Eindhoven tuvieron la posibilidad de extender la ventaja, pero la falta de concentración imposibilitó extender la ventaja. Con mucha tranquilidad para los dirigidos por Cocu se daba por finalizada la primera mitad.

La lentitud como constante

El segundo tiempo arrancaba en Gran Canaria, con un PSV que dejó en el banquillo a Depay tras el mediotiempo por molestias musculares. Estaba destinado a ser un complemento bastante lento.

Una vez iniciado el complemento seguirían los holandeses con la posesión del balón, pero con ya con mucha menos profundidad que en el primer tiempo, buscando principalmente cuidar a los futbolistas. La baja de intensidad por parte de los holandeses dio como resultado un bajón evidente en el juego, puesto que la pelota pasaba de un lugar a otro sin mayores intenciones reales de aproximarse a la portería de Zaluska.

Junto al bajo rendimiento que empezó a mostrar el equipo de Cocu, los escoceses comenzaron a darle ingreso al campo a muchos juveniles, tendiendo hasta cuatro sustituciones en el complemento. Estos movimientos sirvieron al entrenador Ronny Deila para ver algunas fichas jóvenes, las cuales fueron buscando oportunidades y poniendo en ciertos dilemas a la defensa del PSV e inclusive a Pasveer ya para los minutos finales.

Concluía el partido con la victoria para los holandeses, quienes volverán a la cancha este domingo para finalizar su participación en este torneo triangular ante el Sparta Praga.