Buen partido el vivido sobre el verde de Stamford Bridge en el horario más inusual de la Premier League. Un choque que, si a priori no contaba con demasiados alicientes, el 'cumpleaños' de Mourinho, o los recientes éxitos del West Bromwich ante titanes de la Premier League como el Manchester United o el Arsenal, hacían del encuentro un aperitivo más que apetecible. Y es que el portugués sumó su encuentro número cien comandando la escuadra blue en Stamford Bridge, donde solo ha cedido dos encuentros durante sus dos etapas como entrenador.

El Chelsea encaró el encuentro con el optimismo de haber solucionado su pase a octavos de Champions League ante el Schalke 04 y con la amargura de haber caído ante el Newcastle la pasada jornada de Liga, cediendo posiciones y alejándose sobremanera del Arsenal, que comanda con criterio el pelotón de cabeza de la Premier League.

Por otro otro lado, el West Bromwich, que vino de derrotar por 2-0 al Crystal Palace, farolillo rojo, conocía la fórmula para doblegar a los de Mourinho, como demostraron durante la segunda mitad.

El West Brom, invitado de lujo

Los de Steve Clarke conocían a la perfección su papel de secundario en el impenetrable feudo de Stamford Bridge y así lo plasmaron sobre el terreno de juego. Comenzó arrollador el Chelsea, al menos en lo que a posesión se refiere. Y es que los de Londres manejaron con criterio la pelota en los compases iniciales del choque, buscando a Hazard en la banda o a Oscar para que ejerciera de director de orquesta.

Lo intentaba el brasileño desde lejos, engrosando así las estadísticas de un Chelsea que ya es el conjunto que más remata desde fuera del área de entre los 20 equipos que disputan la Premier League. Tampoco así lograba llevar peligro a los dominios de Myhill, que se mostró muy seguro durante la primera mitad como demostró en el minuto 30, evitando el primer gol en una perfecta falta botada por Oscar.

Comenzó entonces a tambalearse el castillo de naipes cimentado por Steve Clark, que tan buen resultado estaba ofreciendo hasta el momento.

McAuley comprometió a los suyos cuando, tras una inexplicable pérdida en defensa y una buena combinación del conjunto blue, Oscar se plantó en la media luna del área para mandar la pelota al cielo londinense.

Aprovechó Mourinho la situación para reordenar a los suyos, adelantar líneas y forzar así el error de la nerviosa zaga visitante.

Encontró su premio Eto'o en el 45' cuando, tras un buen desborde de Hazard por la izquierda y un mejor centro del mismo, Myhill rechaza a los pies de Ridgewell para que éste, inexplicablemente, ceda el balón al camerunés, que no perdona y perfora las mallas de la portería poniendo así el tercero en su cuenta particular durante la presente semana. Tanto de fé para un Chelsea que golpeó primero.

Segunta mitad y problemas para el Chelsea

Despertó de su letargo el West Bromwich nada más arrancar el segundo periodo. Mando un recado Long cuando la base del poste escupió un gran cabezazo del irlandés a centro de Amalfitano. Corría el minuto 56 y esto no había hecho más que empezar.

Trataron los de Mourinho de crear peligro con tímidas combinaciones sobre las inmediaciones del área enemiga, pero no se quedaron más que en eso. Long no tardó en resarcirse de su primer error poniendo en el electrónico un tanto que sentó como un jarro de agua fría en Stamford Bridge. Cech rechaza como puede un gran cabezazo de McAuley en un córner para que Long, alumno aventajado en el día de hoy, se eleve sobre las cabezas de sus compañeros y cabecee un tanto que permitía soñar a los de Steve Clarke.

Fue entonces cuando se invirtieron los papeles iniciales y el West Bromwich trató de apelar a la épica para llevarse los 3 puntos del campo más hostil de la Premier League.

Mourinho mueve ficha

Mourinho, que vio en primera persona como encajaban los engranajes Demba Ba y Eto'o ante el Schalke 04, dio salida al primero en detrimento de Lampard. Debió olvidarse el portugués de engrasar las piezas, pues el francés rindió muy lejos del nivel ofrecido ante los alemanes.

Con todas las fichas puestas sobre el tablero, Sessegnon finiquitó en el 67' una contra muy bien conducida por los de Clarke, batiendo por bajo a Cech tras dejar sentado a Terry en un recorte a sangre fría. 1-2 en el electrónico y Mourinho veía como se fraguaba su primera derrota en Premier League a los mandos del cuadro londinense.

Superada la primera media hora, el partido cayó por su propio peso del lado de los locales, encerrando a los baggies en su propia área y dándose una y otra vez contra el muro levantado por Steve Clarke.

Así y todo, el Chelsea gozó de ocasiones para equilibrar la balanza aprovechándose de sendos errores de la zaga visitante, que encontró en Ridgewell un enemigo inesperado y que todavía no podía imaginar el final que deparaba el partido.

Descuento y éxtasis para los locales

Los de Mourinho, completamente volcados en ataque, descuidaron la faceta defensiva en lo que casi significa el tercer gol del WBA y la sentencia definitiva por mediación de una gran contra llevada por Brunt, que desaprovechó una ocasión de la que se arrepentiría posteriormente. 

En el minuto 94, con todo el pescado vendido, el colegiado de la contienda señaló un penalti inexistente sobre Ramires para que Hazard lo materializara engañando al portero visitante.

Así y todo, Mourinho salva los muebles tras haber dejado en la nevera, inexplicablemente, a varios pilares del vestuario tras la inesperada derrota ante el Newcastle. Gran mérito del West Bromwich y mal partido de los londinenses, que encontraron en el colegiado, André Marriner, todo un filón de oro.