Se auguraba un partido igualado entre dos equipos de la zona baja de la clasificación. El Norwich venía de caer frente al Newcastle mientras que el Crystal Palace había logrado su primera victoria lejos de Selhurst Park de la temporada. Además, Tony Pulis debutaba como técnico de los eagles.

La intensidad y la emoción que se esperaba jamás llegó a hacer acto de presencia. Ya desde el saque inicial ambos conjuntos comenzaron titubeantes y con demasiado respeto por el rival. Aunque ambos buscaron el juego directo y el balón largo, el juego de toque, excesivamente horizontal, fue la alternativa que mostraron los dos equipos. Poco a poco, el Norwich fue gozando de la posesión durante más tiempo, lo que le permitió merodear continuamente la portería de Speroni. La primera, y única ocasión del partido para los canaries más allá del gol, fue un cabezazo tras un saque de esquina que repelió el larguero. Fer no supo aprovechar el rechace posterior. El partido se jugó principalmente en el centro del campo, con muchas imprecisiones de ambos equipos, aunque las del Palace fueron in cresciendo a lo largo del partido.

No fue hasta el minuto 30 cuando se volvió a vivir un poco de acción. El Norwich dibujó una gran jugada con varias combinaciones que terminaron dejando completamente solo a Hooper para que marcase el único gol del partido a puerta vacía.

El Crystal Palace trató de igualar la contienda por la vía rápida, pero el disparo de Bannan tras un rechace en el área local lo desviaron entre un defensa y el larguero.

A partir de ese instante, el Norwich se hizo dueño y señor del partido gracias a que el Palace desapareció completamente del escenario. Los amarillos pudieron ampliar su ventaja, pero no imprimieron la intensidad necesaria.

El segundo tiempo se inició tal y como había finalizado el primero. El Norwich pareció decidido a finiquitar el partido lo antes posible, pero el ímpetu se fue desvaneciendo conforme avanzaba el encuentro. Se inició así un periodo en el que ningún equipo dominó ni creó ocasiones de gol. De hecho, el Crystal Palace tan solo hizo peligrar la meta de Ruddy en una ocasión en toda la segunda mitad.

Fue en el minuto 87 cuando, tras un rechace de un defensa a tiro de Kébé, le cayó a Jerome, que estaba solo en el balcón del área pequeña. El atacante, sin embargo, no supo conectar un buen disparo y el balón acabo en las manos de Ruddy sin que este necesitase realizar ningún esfuerzo.

Tony Pulis no se atrevió a mover el banquillo hasta el minuto 70; aun así, no surtió efecto y tan solo la inercia hizo que el Norwich se encerrase atrás en las postrimerías del partido.

Con esta victoria, el Norwich se coloca 14º con 14 puntos, cuatro por encima de la zona de descenso. El Palace, por su parte, cae de nuevo al farolillo rojo y se mantiene con los siete puntos con los que había iniciado la jornada.