Partido muy abierto el que hemos vivido en Stadium of Light, en el que ambos equipos venían con la moral alta. Los 'Black Cats' habían conseguido un empate fuera de casa en Villa Park y los de José Mourinho llegaban de vencer 3-1 al Southampton aunque no con muy buena crítica por el fútbol desplegado. Este era un partido trampa; ya avisó el entrenador portugués que el Sunderland desplegaba un juego que no estaba siendo acorde con su posición en la tabla (penúltimo antes del encuentro). Por su parte el Chelsea debía ganar imperiosamente para seguir a la estela del Arsenal, que marcha a 4 puntos de ventaja y es el actual líder de la Premier.

Para este encuentro Mourinho tenía 4 bajas importantes: a las ya sabidas de Van Gilken, David Luiz y Samuel Eto'o, también se añadiría la del brasileño Oscar, aquejado del tobillo en el anterior encuentro. El partido comenzó con buen ritmo, y la primera aproximación al área llegó por parte de Borini para el Sunderland, el cual estuvo muy gris durante todo el encuentro. Las primeras aproximaciones 'blues' empezaban a darse. Poyet no paró de gesticular desde su banquillo mientras que Mourinho se veía bastante más tranquilo

Intercambio de golpes

Ambos equipos estaban llegando con asiduidad a las áreas. Ya podía vislumbrarse que Hazard estaba con muchísimas ganas, ya que las primeras ocasiones por banda izquierda llevaban su nombre. Pero fue, sin embargo, el Sunderland quien golpeó primero con acierto las mallas de Cech. Una falta peligrosa que hizo Azpilicueta al borde del área la botaron los blanquirojos contra la barrera pero el rechace le llegó a Altidore, que se revolvió fenomenal y con la izquierda, al palo corto, hizo el 1-0.

La alegría en los locales duraría muy poco, exactamente tres minutos. Una internada de Juan Mata acabó en córner; se lanzó bastante pasado pero ahí estuvo Hazard para marcharse de su par y colgar el balón al área pequeña para que Frank Lampard, de cabeza, empujara al fondo de la portería. Sin duda, el inglés está viviendo un momento mágico. Pero el héroe de la noche fue el belga Hazard, se convirtió en una auténtica pesadilla para la defensa y sus internadas llevaron muchísimo peligro. Tanto fue así que en el minuto 35 un fuerte derechazo al palo largo en el que nada pudo hacer Mannone puso el 1-2 y con él los mejores momentos del Chelsea. Parecía que el tercer gol estaba al caer.

Sorpresa blanquiroja

Gustavo Poyet supo inyectarle ese carácter que tenía cuando jugaba, el de no bajar nunca los brazos a su equipo, y tanto fue así que nada más empezar la segunda mitad un balón peinado en el primer palo tras un córner quedó muerto y el capitán O'Shea la descosió a bocajarro ante Cech para poner el empate y enloquecer el Stadium of Light. El partido se trababa y se paraba en demasía fruto de las constantes faltas. En el 56' un disparo de Hazard repelido por el portero le llegó a Fernando Torres que no atinó a empujarla y la envió a las nubes. Muy mal estuvo el español, que fue sustituido poco después.

Hazard a lo suyo

El belga estaba dispuesto a ser el mejor del partido y echarse el equipo a la espalda y así fue, una pared con Lampard, que este le devolvería la asistencia con un espléndido taconazo y tras sortear a dos rivales haciéndose hueco en la nube de piernas sacó un disparo inapelable de nuevo para el portero del Sunderland que nada pudo hacer poniendo el 2-3. Poyet movía el banquillo dando entrada a Adam Jhonson, se marchaba un Giaccherini bastante apático sin ser el que nos tiene acostumbrados en la 'Azurra', tampoco estuvo fino Demba Ba para los londinenses que aunque le puso más empeño que Torres no le salió nada.

Bardsley, de villano a casi héroe

El Chelsea empezó a dejar correr los minutos sabiendo de la importancia de los tres puntos y de que el Arsenal ganaba su partido con comodidad. Mas de cara aún si cabe se le puso el partido cuando un centro del senegalés Ba se paseó por el área sin rematador, pero Bardsley metió incomprensiblemente la pierna pensando que Hazard estaba mucho más cerca y la empujó al fondo de su propia portería. Pero tres minutos después el zaguero volvió al protagonismo, esta vez de manera positiva, y en el minuto 86, cuando ya incluso muchos aficionados desfilaban hacia el túnel de salida hizo el 3-4 convirtiéndose en el casi héroe (casi porque la remontada no fue completa). El Sunderland colgaba balones y más balones sin suerte. El árbitro descontó 6 minutos para enfado de José Mourinho, aunque entre Ki y Adam Jhonson tuvieron el empate en sus botas. El marcador no se movió y los londinenses se hicieron con los tres puntos que les hace seguir la estela de la Premier League

Rueda de prensa

Tras el partido el técnico local declaró que  "viendo jugar a este Chelsea estoy seguro que ellos serán los campeones", por su parte Mourinho destacó la actuación de Hazard al que calificó como "increíble desde el primer minuto", también aseguró que fué el mejor partido que habían hecho como visitantes hasta la fecha.

El próximo sábado el Chelsea volverá a jugar de visitante y visitará el campo del Stoke City, que no pudo pasar del empate ante el Cardiff.