El 2013 es un año difícil de valorar para los gunners. Por un lado, ha supuesto el octavo año consecutivo sin títulos, desde que en 2005 se ganara por última vez la FA Cup. Sin embargo, el último tercio de año está siendo bastante glorioso para los de Wenger, que encabezan la Premier League y son considerados serios candidatos al título. Aún así, solo el futuro determinará si este año ha sido el inicio de una nueva época dorada o si, por el contrario, ha supuesto el enésimo fracaso del Arsenal de los últimos tiempos.

Un inicio complicado

El Arsenal afrontaba el inicio de 2013 con la necesidad de remontar el mal inicio de temporada hecho a finales de 2012. El equipo se encontraba sexto en la tabla, a 4 puntos de los puestos de acceso a la Champions League y a 18 puntos del inalcanzable líder, el Manchester United. Pero el año no empezó demasiado bien. Empataron ante el Southampton, que ocupaba la última plaza de permanencia, en el primer partido de 2013. Además, durante el mes de enero perdieron contra City y Chelsea en casa y empataron contra el Liverpool.

El mes de febrero tenía reservada una semana cruel para los de Arsène Wenger. El sábado 16 se disputó la eliminatoria de FA Cup contra el Blackburn Rovers en el Emirates, con el desastroso resultado final de 0-1 favorable a los visitantes. Y al siguiente martes vino el Bayern de Munich y pasó por encima del Arsenal eliminando sus posibilidades de pasar a cuartos de la Champions League.

Cuando parecía que las cosas ya no podían ir peor, llegó el derbi del norte de Londres. Tottenham - Arsenal, los spurs por delante de unos gunners que necesitaban ganar ese partido desesperadamente. Pero no fue así, y el conjunto de Villas Boas se llevó los tres puntos, hundiendo aún más al Arsenal, que ahora se encontraba a 7 puntos de sus vecinos. Parecía imposible clasificarse para la siguiente edición de la Champions League.

El punto de inflexión

El partido en el Allianz Arena frene al coloso bávaro se antojaba como un mero trámite para el Bayern y como un partido sin opciones para el Arsenal. Pero Wenger no lo planteó así. El técnico alsaciano sabía que era necesario levantar el vuelo, y que cuanto antes mejor. Y qué mejor escenario que contra el Bayern, en Munich y ante toda Europa.

El Arsenal salió a por todas y venció por 0-2 cuajando un partido impecable ante el mejor conjunto de Europa. El equipo mostró una solidez defensiva sorprendente y supo mantener a raya al que posteriormente fue el campeón de Europa. A partir de entonces, los jugadores se lo creyeron y en cada partido mostraron la misma madurez que aquella noche de marzo en Munich. Esa madurez que ha brillado por su ausencia en los últimos 8 años en blanco.

Los gunners no perdieron ningún partido hasta final de temporada, consiguiendo de esta manera clasificarse por decimosexta vez para la Champions League.

Y Özil trajo la esperanza

El Arsenal acabó la temporada con ganas de que empezara la siguiente. Corría la voz de que Wenger iba a gastar este verano, y que el Arsenal poseía 70 millones de libras destinadas a fichajes. Aún así, a día 31 de agosto, los únicos hombres que habían recalado en el club de Londres fueron Sanogo, Viviano y Flamini, todos ellos a coste cero.

Pero este año el mercado cerraba el 2 de setiembre, y Wenger reservaba un as en la manga. El Arsenal anunció, prácticamente sobre la bocina, el fichaje de Mesut Özil a cambió de 50 millones de libras. Finalmente Wenger había sucumbido a los placeres del fútbol moderno, y se había dado el “gustazo” de fichar a un talento mundial consagrado. La calidad de Özil está fuera de ninguna duda, pero el alemán no solo trajo fútbol en su maleta. Repartió ilusión por toda la afición gunner, que estaba atónita ante lo que había sucedido. El fichaje de la estrella alemana suponía un golpe en la mesa de Wenger, mostrando así que este año pretendía ir en serio.

Líderes

Con la llegada de Özil la dolorosa derrota frente al Aston Villa en casa en la jornada inaugural de la Premier League pasó a un segundo plano. El equipo se sobrepuso perfectamente y esa derrota ha acabado por ser considerada un lunar sin importancia en la impecable racha de resultados del Arsenal. El conjunto dirigido por Wenger se situó líder en la jornada 5, y no abandonó la primera posición hasta la pasada jornada. Tiene los mismos puntos que el líder, el Liverpool, pero con una diferencia de goles desfavorable.

Su racha de partidos invictos en Premier League se alargó hasta 10 partidos, perdiendo en la jornada 11 por primera vez des del mes de agosto. Ese partido contra el Manchester United también truncó una increíble racha de resultados positivos lejos del Emirates Stadium, encadenando 15 partidos consecutivos sin conocer la derrota:

Rival Resultado
Bayern de Muncih Bayern 0 - 2 Arsenal
Swansea Swansea 0 - 2 Arsenal
West Bromwich W.B.A. 1 - 2 Arsenal
Fulham Fulham 0 - 1 Arsenal
Queens Park QPR 0 - 1 Arsenal
Newcastle Newcastle 0 - 1 Arsenal
Fenerbahçe Fenerbahçe 0 - 3 Arsenal
Fulham Fulham 1 - 3 Arsenal
Sunderland Sunderland 1 - 3 Arsenal
Marseille Marseille 1 - 2 Arsenal
West Bromwich W.B.A. 1 - 1 Arsenal
Swansea Swansea 1 - 2 Arsenal
West Bromwich W.B.A. 1- 1 Arsenal
Crystal Palace Palace 0 - 2 Arsenal
Borussia Dortmund Dortmund 0 - 1 Arsenal
Manchester United United 1 - 0 Arsenal

Muchos consideran que el Arsenal ha sido el mejor equipo de la temporada en Inglaterra hasta el momento, o al menos hasta hace un par de semanas. Los últimos partidos del Arsenal no han sido especialmente brillantes, ya que no ha conseguido la victoria en ninguno de sus últimos cuatro encuentros, todos contra equipos grandes (Everton, Nápoles, City y Chelsea). Aún así, las sensaciones generales son buenas, con serias opciones de acabar con la sequía de títulos, pero solo el 2014 y los años posteriores determinarán si el 2013 habrá sido el inicio de una nueva época dorada en el Emirates.

Fotos: Telegraph y Supersport.