Una tarde del fútbol inglés más puro el que se ha vivido hoy en Stoke con la lluvia y un puñado de goles como principales acompañantes en el partido disputado entre los locales y el Liverpool. Tras el primer encuentro entre ambos que tuvo lugar en la primera jornada de esta temporada donde los reds vencieron por la mínima el Stoke parecía estar dispuesto a vengarse y obtener una victoria, tras haber recibido 9 goles en sus últimos tres partidos en la Premier.

Gran comienzo visitante

El Liverpool salió decidido a obtener la victoria en tierra hostil y no tardaría mucho en iniciar su camino. Un trallazo desde fuera del área de Cissokho golpeó en Shawcross desviando el esférico lo suficiente como para despistar al guardameta Butland, siendo concedido en las actas el gol a Shawcross en propia portería. 

El reloj avanzaría hasta el minuto 32 sin muchas ocasiones en ambos conjuntos, hasta que el autor accidental del primer gol, Shawcross, despejó de cabeza un balón para su compañero Wilson, pero el pistolero Suárez estuvo muy atento y recuperó el balón entre el defensor y el portero local para empujarla a la red en una jugada de listos. 

Seis minutos de sorpresas

Pero la primera parte aun no había terminado. El Stoke City aun tenía mucho que decir, y manteniendo la intensidad con la que había empezado el encuentro, ajustó las cuentas con sus rivales. Peter Crouch, que en su día vistió la camiseta red, remató en el área un balón colgado desde la banda izquierda a placer, tras equivocarse Kolo Toure en su marcaje y dejar en solitario al gigante inglés, que hizo lo que mejor sabe. 

No terminaría aquí la venganza de los ex, Charlie Adam se unió a la fiesta en el minuto 45 con un tremendo disparo desde fuera del área que Mignolet no pudo atajar tras una pérdida de balón de los suyos en el centro del campo. El Stoke empató en apenas 6 minutos tras un bajón mínimo de su rival, gracias a su labor defensiva, algo que durante años les ha distinguido en el panorama inglés.

Vuelta a la calma

Comenzaba la segunda parte con el Liverpool decidido a remontar el marcador para volver a ponerse por delante y mantenerse en el cuarto puesto de la liga inglesa. Otra recuperación de balón, esta vez de Sterling, provocaría un penalti cuestionable cuando el joven inglés se aventuró sin ángulo dentro del área y apareció Wilson poniéndole el cuerpo, desplazando así a Sterling que rápidamente acabó en el suelo, existiendo contacto, pero leve. Marcaría en el lanzamiento el capitán Steven Gerrard, que mantiene su acierto desde el punto fatídico.

Volvía en el minuto 66 al campo el hombre al que echaban de menos en Anfield, Sturridge, que recuperado de su lesión, arruinaría los planes del Stoke bajo una tremenda tromba de agua con una gran jugada individual en la que, arrastrando a toda la defensa, enviaba el balón a Luis Suárez y éste, a placer, ajustaría el balón al palo largo del portero y marcando el 2-4.

Falsas esperanzas y sentencia

El espíritu guerrero del Stoke City empujaba a sus jugadores y les exigía un último empujón en la búsqueda del empate, y Walters, con un disparo raso en el que Mignolet ayuda con un fallo garrafal en su intercepción, pondrían el 3-4 en el atípico marcador. Tras el gol seguían insistiendo, pero apenas dos minutos después, apareció de nuevo Sturridge y tras un gran pase de Luis Suárez, conseguía esquivar al portero y la defensa haciendo malabares con el balón tras un rechace del propio guardameta local para enviar el balón a la red y sentenciar así, de manera definitiva, el encuentro.