El Liberty Stadium recibía un Tottenham Hotspur en racha, preparado para asaltar el pequeño estadio galés y lograr tres puntos que le acercaran a su objetivo que no es otro que los puestos de competición europea. Enfrente, un Swansea City repleto de bajas que presentaba un once en el que destacaba la presencia de Jordi Amat en el doble pivote acompañando a Leon Britton, y haciendo las tareas que habitualmente hacen Cañas y De Guzmán, ambos lesionados. Tim Sherwood repetía con el 4-2-3-1 que le está dando buenos resultados en las últimas semanas, con Soldado en el banquillo y Adebayor en el once titular. El togolés sería el gran protagonista de la tarde. 

El encuentro empezó con un Swansea dispuesto a llevar la iniciativa, manteniendo el control y presionando arriba la salida del balón del Tottenham, que se encontró con bastantes problemas en los primeros minutos. Un remate con la zurda de Shelvey que se fue desviado fue el primer acercamiento del Swansea a los cinco minutos de juego. El centrocampista inglés repetiría intento, aunque de nuevo sin fortuna, pocos instantes después, cuando tras una buena acción en la frontal del área obligó a Hugo Lloris a estirarse para sacar de puños un potente disparo que levantó al público del Liberty de sus asientos.

El Tottenham se mantenía ordenado en su campo, esperando para salir al contragolpe, pero poco a poco se fue soltando, abriéndose ligeramente para presionar más a su rival. El Swansea fue de más a menos en la primera mitad, y a lo largo de todo el partido, justo lo contrario de lo que hizo su rival. En la primera media hora, el protagonista indiscutible fue el artillero del Swansea, Wilfried Bony, que protagonizó varias ocasiones de peligro. La primera que tuvo, fue un tiro que Lloris solventó sin problemas, pero su aviso más peligroso llegó en el minuto 24, cuando tras recibir de espaldas a la frontal, se habilitó un espacio en el balcón del área y disparó con fuerza a la madera. No tuvo suerte ahí el marfileño, que pudo adelantar a un Swansea que estaba haciendo más méritos para ponerse por delante. Los locales estaban moviendo a los Spurs de un lado a otro, aunque con cierta lentitud, lo que dificultaba generar más peligro. Sin embargo, hasta la primera media hora, todas las ocasiones estaban siendo para los galeses, incluido un posible penalti bastante claro por empujón de Dawson a Bony tras la salida de un córner que Martin Atkinson decidió no señalar.

A la primera encontró premio Adebayor

Los Spurs no habían llegado a la portería rival, en parte por culpa de su planteamiento algo más conservador de lo habitual, y por la gran labor defensiva del Swansea, cuando Eriksen decidió sacar su talento a relucir y le puso a Adebayor un centro medido que el togolés no desperdició. Una ocasión, un gol. Efectividad total la de un Tottenham que se ponía por delante sin merecerlo. Así es el fútbol. El Swansea había tocado mucho, pero lento y previsible, y había desperdiciado las cinco ocasiones que generó.

El tanto del punta de los Spurs dejó muy tocado al conjunto de Laudrup, que en la jugada inmediatamente posterior estuvo a punto de recibir el segundo tanto, tras un remate de Chadli dentro del área que salió ligeramente desviado por encima del larguero. Adebayor, pocos minutos después, volvió a avisar con otro chut potente que Tremmel sacó con las manos. Empezaba ahí el recital del togolés.

Con el 0-1 y un partido muy abierto se llegó al descanso. Adebayor, protagonista de los visitantes por el gol, mientras que Bony, el mejor de los primeros treinta minutos de juego, lo estaba siendo por los locales. La única diferencia entre ambos, el acierto de cara a gol, un aspecto en el que el togolés superó al marfileño. El Swansea fue mejor hasta el gol, pero a partir de entonces los Spurs se comieron a su rival, al que arrollaron en tromba con varias llegadas y la sensación de equipo grande que cuando quiere, es capaz de dominar al pequeño.

Segunda mitad de dominio Spur

Si en la primera mitad hubo media hora de control del Swansea, la segunda fue enteramente del Tottenham. Los de Sherwood salieron en tromba a lograr otro tanto que sirviese para ampliar las distancias en el marcador. Y éste no tardó en llegar. Apenas ocho minutos pasaron cuando Walker se internó en el área y sirvió un centro paralelo a la línea de gol que Chico, con muy mala fortuna, terminó empujando en su propia portería. Duro revés para un Swansea que se acordó entonces de las varias ocasiones falladas en la primera mitad.

El Tottenham, con el 0-2 en el marcador, empezó a controlar el partido con cada vez más claridad, circulando el balón ante un Swansea desanimado que pese a que nunca bajó los brazos, recibió otro jarro de agua fría en el autogol del central gaditano. La comodidad de los Spurs se mantenía inamobible con el paso de los minutos, pues el Swansea apenas inquietó en una segunda mitad muy tranquila. Un remate fuerte, aunque poco colocado de Bony, a la hora de partido, fue todo el peligro que generaron los galeses en la segunda mitad. La lesión de Shelvey tras la reanudación fue otro mazazo del que los galeses no se recuperaron. Sin timón, el partido fue para los Spurs.

Así, poco a poco el juego se fue rompiendo, algo lógico dada la necesidad de los locales, que debían meter una marcha más al partido si querían sacar algo positivo. Adebayor, por su parte, seguía gustándose con un recital de fútbol que fue más allá de los puntuales remates dentro del área. El delantero asistía y combinaba con sus compañeros, dando juego y generando peligro. Muy completa la actuación del ex de Arsenal y City, entre otros.

Pasada la hora de partido, el togolés recuperó un balón en la línea divisoria y, tras marear a los rivales con una conducción sensacional, abrió a la derecha para Lennon, que tardó en llegar al balón y disparó obstaculizado por un defensor.

A través del contragolpe el Tottenham siguió buscando el tercero, que pudo llegar en un dos contra uno de Dembelé y Adebayor en el que el primero decidió mal al definir desviado, obviando a su compañero, al que tenía libre de marca y en una posición idónea para anotar el tercero. Pero apenas pasaron dos minutos de esta ocasión cuando, en otro contraataque, el Tottenham sentenció el partido, nuevamente gracias al tanto de Emmanuel Adebayor, que recibió de Rose y no desperdició el mano a mano con Tremmel. Con el partido visto para sentencia, los galeses intentaron recortar distancias, y aunque Bony lo logró con un disparo dentro del área, su esfuerzo llegó tarde y fue insuficiente para generar problemas a una sólida defensa del Tottenham, muy seria en todo el partido. Venció el Tottenham, que condena al Swansea a sufrir una semana más, a la vez que iguala en puntos al Liverpool.