El West Ham United ha dado un gran paso en su escalada. En la mañana de este sábado ha conseguido una importante y trabajada victoria ante el Swansea City (2-0). Los galeses no fueron rival en ningún momento, pecando siempre de poca intensidad y sucumbiendo en balones aéreos. Andy Carroll fue la clave del encuentro, ganando todos los balones aéreos y asistiendo en sus dos goles al capitán, el llegador Kevin Nolan. Sin embargo, fue protagonista también el punto por su expulsión en una agresión.

Los locales tomaron la iniciativa

El Swansea estuvo desaparecido desde el inicio y no realizó su juego combinativo

Desde el inicio se vio que los hammers serían quienes tomaran las riendas. Ya en los primeros instantes dejaron claras sus intenciones con balones largos para Carroll, que lo cogía todo por alto. Por las alas se mostraban muy activos ante un rival demasiado poco intenso y permisivo. Jarvis tuvo una buena ocasión al poco de empezar, pero no llegó a disparar antes de que se la quitaran. Jugaban en el área contraria.

Pese a que merodeaban en busca de espacios, en los primeros diez minutos no tuvieron ni una sola ocasión en la que tuviera que intervenir el portero. Tampoco las tuvo el conjunto de Laudrup, que apenas entró al campo rival. Despejaban todo por alto y se limitaban a ello, puesto que eran incapaces de generar algún contragolpe y menos aún su habitual juego combinativo.

Carroll y Nolan ejercen de líderes

Andy no paraba de recibir por arriba y dejárselas a sus compañeros. Tomkins tuvo una buena opción en una de ellas, pero su disparo se marchó muy alto. Con el paso de los minutos iban cesando en tanto ataque los locales, que veían que no surtía efecto y preferían dejar paso a que hubiera una igualdad de posesión y más espacios. En esta, a los veintiséis minutos del primer acto, encontraron un buen contraataque que Jarvis centró desde la banda izquierda para que Carroll la dejara con el pecho ante la llegada de Nolan, que golpeó a la perfección desde el punto de penalti (1-0).

Este tanto hizo crecerse a los de Allaryce, conscientes de que era mejor aguantar atrás y buscar salidas rápidas. Tocaban los visitantes sin premio. Shelvey era el líder pero apenas generaban espacios y, por tanto, ocasiones. El centrocampista lo intentó a la espalda de la defensa, donde asistió a Bony. El delantero se quedaba delante del portero, pero llegó impecable por detrás Tomkins para meter la pierna justo cuando iba a rematar y quitársela. Del mismo modo, el propio Jonjo intentó su jugada individual y la finalizó con un mal tiro.

Ambos equipos gozaban de alguna oportunidad más y el partido se abría, pero no enchufaban. Carroll estuvo cerca de rematar un buen centro de Jarvis que se paseó por delante de la portería, posteriormente cabeceó demasiado flojo y, entre ello, Williams había avisado por el bando contrario con un mal chut desde dentro del área. Empezaban a llegar las ocasiones y quedaba poco para el descanso.

Era el último minuto y el West Ham gozaba de un córner. En el área esperaba Andy para recibir todo. Se la pasaron al segundo palo, cabeceó hacia el centro y entró nuevamente Kevin Nolan. El capitán sacó un gran testarazo cruzado para ampliar ventaja (2-0). Las cosas se ponían muy de su lado y quedaba patente lo importante que es el delantero referencia en este equipo. Su recuperación ha de ser vital para la segunda vuelta. El segundo tiempo llegaba con el marcador decantado.

Una expulsión muy importante

El Swansea volvió a pecar de indecisión y se quedó muy abajo en el regreso. Probaban sus oponentes a meter balones al área en busca de su poderío. En cambio, pronto reaccionaron los galeses, que salieron de su campo. Bony tuvo una opción en la frontal que definió fatal, mientras que Dyer imponía su velocidad para llegar rápido y coger desorganizada a la defensa, aunque este estaba muy atenta.

Arrinconaron los jacks en área contraria y movieron el balón, pero no encontraban huecos. Sin embargo, las cosas se le pusieron muy de cara a los trece minutos de la reanudación. Un salto entre Chico y Carroll terminó con la expulsión por agresión del punta, que se revolvió y le dio un codazo en la cara. Se metieron más atrás si cabe los suyos, que querían aguantar los poco más de treinta minutos restantes.

El Swansea fue incapaz y llegó a sufrir

Los de Laudrup no encontraron huecos y por arriba no fueron capaces de rematar

No dominaban en exceso los swans, que sufrían en los contragolpes. Sus centros no encontraban nunca rematador dado el buen hacer aéreo de los de Upton Park y los minutos pasaban sin ocasiones trascendentes. Para los últimos diez minutos se reforzaban con Reid, que entraba en lugar de Taylor y reaparecía tras su larga lesión. Un efectivo más para la férrea defensa.

Bony fue capaz de cabecear un balón sin acierto. También intentó una chilena demasiado blanda y desviada. No era el día de Wilfried. Los londinenses se animaron a presionar durante algunos instantes, aunque pronto volvieron a guardar los muebles para los últimos cinco minutos. Los pocos intentos serios de un Swansea City atascado  permitieron que el West Ham United no sufriera para llevarse finalmente la victoria (2-0) y empezar su escalada.