Decía el comentarista de Sky Sports antes del encuentro que el Stoke llevaba más de 30 años sin vencer en su casa al United, y daba a entender que veía francamente complicado que los locales consiguieran romper ese maleficio hoy. Lo cierto es que las apuestas no estaban con ellos, desde luego: 6 derrotas en los últimos 7 partidos hacían presagiar un encuentro más o menos fácil para los chicos de Moyes. Y, cómo no, cuando en el fútbol das algo por hecho, acaba sucediendo exactamente lo contrario. Y es que el Britannia ha celebrado con rabia una merecida victoria de los suyos. El United sigue sin levantar cabeza y Moyes ya no sabe qué hacer para arreglar esto.

Soporífera primera parte

El partido ha empezado sin un dominador claro. El Stoke ha basado su juego en el primer tiempo en estar juntos atrás, sin fisuras, apretando fuerte a los centrocampistas visitantes y atando en corto a un Mata que no se ha encontrado cómodo durante todo el encuentro. Los potters solo han llegado al área rival en algún contrataque puntual, pero las ocasiones más claras han sido para el United. No se confundan; no es que los de Moyes merecieran el tanto, pero sí se han acercado algo más al área rival. Rooney ha podido batir a Begovic con un remate desde el área pequeña, pero el delantero inglés no ha estado fino en su reaparición.

Cuando todo parecía indicar que se llegaría al descanso con el resultado gafas, la suerte se ha aliado con el Stoke. Es algo que Hughes, técnico local, venía reclamando desde hace tiempo: "Nos hace falta una pizca de fortuna". Pues hoy la han tenido de cara cuando una falta botada por Adam tocaba en Carrick y cambiaba totalmente de trayectoria, introduciéndose mansamente en la meta de un de Gea que, desde el otro lado de la portería, obserbaba impotente, sin poder hacer nada para evitar el estallido de gol del Britannia. Gol absolutamente inmerecido teniendo en cuenta los méritos de los locales, pero ya saben: el fútbol no siempre es justo.

Inicio fulgurante tras el descanso

Nada más salir de los vestuarios, el partido se ha convertido en un auténtico correcalles. Van Persie ha logrado el empate para el United cuando no se habían jugado ni dos minutos de segunda parte. La defensa del Stoke rechazaba de forma deficiente un centro al área, el balón le caía a Mata y este habilitaba al ariete holandés para que reventara el balón, haciendo inútil la estirada de Begovic. Se las prometían felices los red devils con el gol tan tempranero, pero nada más lejos de la realidad. Tan solo cinco minutos más tarde, Charlie Adam, omnipresente en el juego potter, enganchaba un violento disparo desde la línea de tres cuartos que se colaba por la escuadra de de Gea, que se lanzó sin suerte a por el esférico. Segundo tiro a puerta del Stoke, segundo tanto.

A partir de ese instante llegaron las mejores ocasiones para los locales, que tuvieron durante un buen rato grogui al United. Crouch, Arnautovic y Assaidi tuvieron tres opciones más que claras para lograr el 3-1, pero estuvieron desacertados de cara a puerta. Sufría Hughes desde la banda, pensando en aquello de que "quien perdona, paga". Y a punto estuvo de tener que romper la hucha, pues en la recta final el United encerró en su área a los locales, que solamente podían achicar balones de cualquier manera. La más clara para los red devils fue una falta botada por Rooney que, tras rozar en Begovic, se estrelló contra la madera. El posterior rechace salió lamiendo el larguero. Young también tuvo el empate en un cabezazo desde el área pequeña que no supo dirigir, demostrando que lo de rematar de cabeza no es lo suyo. Finalmente, tras siete largos minutos de añadido, The Brit pudo volver a celebrar una victoria de su equipo. Y nada más y nada menos que ante el Manchester United. Ni los más viejos del lugar recordaban qué se sentía.

Tres puntos y algo más

Al United hoy se le han escapado tres puntos y algo más, pues en la primera parte se han tenido que retirar por lesión Evans y Phil Jones, dejando más que tocada una defensa ya de por sí mermada y con poco nivel. Lo de Jones ha sido un golpe en la cabeza, así que en principio no debe ser muy grave. Sin embargo, Evans sufre una lesión muscular, y habrá que estar atento a las pruebas que se le realicen. Más problemas para Moyes, como si tuviera pocos. No está siendo fácil el desembarco en Old Trafford para el escocés, pero tengan paciencia. En el Everton ya demostró lo gran técnico que es. Cuestión de tiempo, por lo tanto, que lo haga en Manchester.