Lunes, 8 de abril de 2013. El mundo entero conoció la noticia del fallecimiento de la ex primera ministra del Reino Unido Margaret Thatcher. Mientras políticos y personajes varios se daban lugar en los medios y en actos para expresar su profundo dolor por la muerte de "la dama de hierro", hubo una ciudad en Inglaterra donde las banderas no descencieron y los rostros de la gente no simbolizaban la supuesta tragedia que para un pueblo supone una pérdida de alguien tan conocido.
 
Liverpool salió a la calle, pero no para velar por su espíritu. El 8 de abril se ha convertido para la ciudad en un día festivo, donde los más jóvenes de la ciudad empiezan a escuchar la historia de 96 personas que fallecieron trágicamente un cercano 15 de abril, éste de 1989. Llegando más tarde a este punto, la ciudad había sido "acosada" por Thatcher, una persona que nunca 
 
Durante los años 80, Thatcher consideró que las industrias de la ciudad "no debían ser apoyadas económicamente" y que Liverpool era "una ciudad llena de conflictos". Sus problemas con las organizaciones locales de la ciudad generaron un ambiente nada agradable para ella, creándose una unanimidad al respecto. "Nadie quería a Thatcher en la ciudad, mi familia así me lo enseñó y con el tiempo, así lo aprendí" juraba Joey Barton, nacido en la ciudad y con tan sólo 9 años cuando todo ésto sucedió. Tachado por muchos medios conservadores de radical e incluso "estúpido", fueron muchos los que salieron en su apoyo en ése momento. "La voz de la ciudad" expresaron muchos en lo que ellos entendían como justicia.
 
"El Informe Taylor" parecía ser la solución que "la bruja", como la empezaron a apodar por ahí, había tramado después de un drama que nunca será olvidado. Margaret decidió, con total libertad, acusar a los aficionados del Liverpool de dicha tragedia que se llevó por delante a 96 aficionados. La gota que colmó el vaso en una ciudad cansada de las acusaciones de la primera ministra. Un informe lleno de correciones políticas y acusado, una y otra vez, de ser totalmente falso, fue en lo que se apoyó para "demostrar" que los únicos culpables eran ellos y por lo tanto, se debía hacer algo al respecto "para reducir el vandalismo", dando lugar al famoso informe Taylor.
 
Una tragedia que ha sido recordada cada jornada disputada en Anfield y otros tantos estadios. Desde las leyes impulsadas por Thatcher, el fútbol dejó de ser el mayor amor de la clase obrera para convertirse en un espectáculo en el que los dueños ya no eran los aficionados, sino toda clase de empresas y televisiones cuyo único interés residía en lo económico. Nunca se ha perdonado en el condado del Merseyside a la ex primera ministra, y como rezaron muchas pancartas en jornadas posteriores a su defunción, nunca se hará. El actual primer ministro, David Cameron, salió públicamente a pedir disculpas por los informes que Thatchet publicó, los cuales contenían numerosos datos catalogados posteriormente como mentiras. 
 
La Premier, mientras tanto, ajena a polémicas y simplemente respetando el dolor de las familias, homenajeará a los 96 fallecidos iniciando la próxima jornada siete minutos más tarde en todos sus partidos, momento en el que sucedió dicha tragedia. La unión entre hinchadas que este momento provocó, sigue intacta, olvidando viejos enfrentamientos para respetar el duelo por aquellas personas que fueron acusadas, tras fallecer, de algo que jamás provocaron, su propia muerte.
 
Inglaterra, y el mundo del fútbol en general, se juntaron aquel día para llorar una tragedia que siguen recordando todos y cada uno de los aficionados locales, personas que quedaron marcadas por las mentiras de una señora, ya fallecida, que no quiso hacer justicia y olvidó, al parecer, que 96 vidas humanas importan más que cualquier negocio que planée por su cabeza. Mientras la Premier League se prepara para homenajear a las víctimas de dicha tragedia acontecida en Sheffield hace ya casi 25 años, Liverpool se viste de gala, con su equipo en lo más alto de la tabla, para celebrar en la intimidad lo que tantos años clamaron, y es que para ellos, el 8 de abril de 2013, se hizo justicia.