Deulofeu insiste y encuentra la cuarta plaza

Duelo de entrenadores en el Stadium of Light. En primer lugar, porque Roberto Martínez se ha convertido en uno de los mejores entrenadores (quizás el mejor) de la Premier League. Por lo que hizo con el Wigan durante varias temporadas, pero sobre todo, por lo que está haciendo en su primer año (recordémoslo) con este Everton. Junta resultados y estilo. Se juegan la 4ª plaza con el Arsenal, objetivo totalmente contrario al de Gustavo Poyet. El uruguayo ha mejorado al equipo, eso es innegable. Pero una (muy) mala racha de resultados, han arrastrado a los black cats a tener problemas serios (7 derrotas de 8 partidos). Aunque sea un tópico, ambos estaban obligados a ganar para seguir soñando.

Una primera mitad incómoda

Poyet se dejó de experimentos. Tras unos partidos probando la defensa de 3 (5) defensas, juego más directo y resultados bastante pésimos, decidió regresar al clásico 4-3-3 (4-2-3-1 en algunos tramos de partido). Cattermole, Colback y Ki formaban en medio; Adam Johnson, Wickham y Borini hacían lo propio arriba. Por su parte, Bob Martínez se dejaba a Mirallas y Barkley como revulsivos. Deulofeu, Osman, Naismith y Lukaku, en el césped.

El dominio fue del Sunderland. No durante la primera mitad, sino durante la gran mayoría del encuentro. Alinear a Ki permite dominar los partidos. Pero el problema de este equipo viene siendo crónico durante toda la temporada. Con hasta cuatro delanteros, en teoría, de cierto nivel en la plantilla, les cuesta un mundo transformar. Ni Altidore, ni Fletcher, ni Wickham, ni Scocco; son Adam Johnson, Borini y compañía, los que tienen que sumar en ese sentido. Y en días como estos, esa deficiencia vale por dos. Tuvieron muchas y no las metieron.

Un Sunderland incómodo desactivó al Everton La primera parte evidenció a un buen Sunderland. Salieron a intentar llevar la iniciativa y a incomodar al Everton todo lo posible. Las ayudas de los extremos eran constantes para intentar frenar a un Deulofeu activo, móvil y con ganas. El catalán empezó en la derecha, pero acabó atacando más la izquierda. Adam Johnson hizo mucho trabajo oscuro junto a Bardsley. El planteamiento del entrenador uruguayo de los black cats, hizo que los toffees apenas creasen ocasiones claras en la primera parte. La mejor la tuvo Borini en el 31', pero Stones se encargó de despejar el balón bajo palos.

"Tanto va el cántaro a la fuente..."

Deulofeu es uno de esos jugadores que recuerdan a Jesús Navas en una cosa: estando en la derecha, siempre sabes lo que va a hacer. Aún así, el 90% de veces lo consigue. Al empezar la segunda parte, se asentó en la derecha (hábitat natural) y empezó a hacer lo que sabe: desbordar. Seguramente, Marcos Alonso soñará hoy con él. Mientras el Sunderland tocaba, tocaba y llegaba al borde del área para morir en la orilla, los contraataques del Everton siempree generaban peligro. Naismith tuvo varias ocasiones bastante claras, por ejemplo.

Fue entonces cuando llegó el 74' y volvió a aparecer el canterano del Barcelona. Mismo escenario del crimen (la banda de Marcos Alonso), mismo protagonista. Deulofeu volvió a desbordar a su defensor con una facilidad fuera de lo común. Su centro no encontró compañero, sino a Wes Brown, que se metió el balón en su propia portería al intentar despejar. El Stadium of Light no se lo creía, pero así era. La falta de gol y un golpe de mala suerte condenaron al Sunderland.

Problemas y méritos

Es oficial. El equipo de Tyne and Wear está en serios apuros. Con sendas victorias de Cardiff y Fulham, se hunden más y más en el pozo que lleva al Championship. Los de Newcastle tienen 25 puntos (32 partidos), mientras que Cardiff (29), Fulham (30), Norwich (32), West Brom (33) y Swansea (33), están añ día con las 34 jornadas de liga.

El Everton, en cambio, ya es cuarto. Sobran las palabras. A dos puntos (66) de un Arsenal que es 5º (64). Y lo que es más importante: con los mismos partidos.

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