El 5 de diciembre de 1993 un joven ingles nació en la ciudad de Liverpool y solamente ha necesitado 20 años para hacerse un nombre entre la gente, concretamente entre los aficionados al deporte rey. Más que una promesa, Ross Barkley cada vez es más una realidad. Una realidad con un futuro brillante por delante si nada ni nadie se lo impide. Ahora mismo su presente está en el Everton, equipo de su vida y donde se ha estado formando todos estos años, pero que ha nadie le extrañe ver a la joven perla de Merseyside dentro de unos años en alguno de los equipos punteros del continente.

Calidad y talento tiene de sobra, así que va por el buen camino. Personalidad parece que también, aspecto deportivo que con la edad y la madurez se va ganando. Las ganas por jugar al fútbol las tiene como cualquier chaval de 18 años, a raudales. El carácter que desempeña en el terreno de juego no parece de ningún inconveniente. Realmente Ross Barkley tiene que mejorar en un montón de apartados, ya que solamente tiene 20 escasos años, pero si hay algo en lo que se debería de hacer énfasis es en su regularidad. Regularidad en el nivel mostrado partido a partido, y es que la joven perla inglesa es capaz de lo mejor y de lo no tan bueno. Puede que nadie entre en una discusión si se plantea que Barkley es posiblemente el jugador con más calidad y proyección de la plantilla actual del Everton, dejando de lado todo lo demás. No hay ninguna duda, ¿cierto? ​

Si nos plantearíamos buscar un jugador total, regular partido a partido, que siempre cumpla y sea propicio a fallar, puede que pocas facetas mencionadas se ajusten al juego de Ross Barkley. Tiene casi todas las características de un jugador del siglo XXI; hábil y rápido con la pelota, desequilibrante a la hora de desbordar y cierta corpulencia que le es de ayuda en los balones divididos y a la hora de aguantar el esférico en sus botas. Tiene todo en regla para triunfar, pero la regularidad como punto débil.

El joven mediapunta se unió a la academia del Everton a los 11 años de edad. Barkley fue trascendiendo de tal forma en las diferentes categorías del Everton que en la temporada 2010-11 fue promovido al primer equipo, aunque una lesión con la selección inglesa sub-19 le mantuvo varios meses en el dique seco. Su debut en la Premier League llegó el 20 de agosto de 2011 en la derrota por 1-0 frente al Queens Park Rangers. El año pasado su progresión se hizo notar en la Championship, cuando paso media temporada cedido en el Sheffield Wednesday. Jugó la gran mayoría de sus partidos como mediocentro, posición que durante esta campaña ha desempeñado solamente en un par de partidos sueltos. A pesar de ello, su gran nivel mostrado y la marca de cuatro goles y una asistencia en 17 partidos le dieron la oportunidad de ganarse un hueco en el equipo de su vida, en el nuevo Everton de Roberto Martínez. En solamente algo más de un año se ha ganado el considerarle como una de las jóvenes perlas del fútbol ingles.

En las inferiores de la selección inglesa ha sido internacional con la Sub-16, Sub-17, Sub-19 y Sub-21, en todas las categorías posibles. También ha debutado con la absoluta en varios encuentros, aunque su objetivo es llegar al mundial de Brasil 2014 y consagrarse como una estrella. Puede que le pille algo pronto su primer mundial, aunque seguro que tiene minutos de sobra para mostrarse al gran publico.

Ahora mismo su situación no está siendo la idónea. La lesión en un metatarsiano de un pie le mantuvo fuera de los terrenos de juego cerca de un mes y desde su regreso no está siendo el mismo. La falta de ritmo ha hecho mella, y hasta se han llegado a especular cosas negativas a cerca del propio jugador. Ahora tendrá que volver a buscar el ritmo de juego idóneo para volver al máximo nivel y así seguir mejorando como jugador de fútbol, a poder ser, siendo un jugador más regular.