Este pasado miércoles fue un día intenso, en lo que a actividad futbolística se refiere. El Real Madrid ganó al Barcelona en la final de la Copa del Rey y en Inglaterra, el Crystal Palace conquistaba Goodison Park, al mismo tiempo que el Sunderland sorprendía al Manchester City en su estadio empatando a dos. Este tropezón de los citizens es el que pretenden aprovechar tanto Chelsea como Liverpool para dejar el título de liga en manos de solo dos contrincantes.

Precisamente contra el verdugo del City tienen los de Mourinho la primera de las cinco finales que le quedan para lograr el preciado título de la Premier League. Actualmente les separan dos puntos a ambos, por lo que un triunfo este sábado de los blues les permitiría descansar, al menos durante un día, en la cabeza de la clasificación, dejando toda la presión en poder del Liverpool, que se enfrenta al Norwich el domingo a las 13:00 horas.

Sin embargo los black cats, virtualmente descendidos, no pretenden que lo de su último encuentro sea una casualidad y quieren volver a sacar petróleo en casa de un grande. Y no es que quieran, es que tienen que hacerlo. Su situación en la tabla es crítica, ya que a día de hoy son colistas con tan solo 26 puntos, a seis puntos del Norwich, primer equipo por encima de la zona de descenso. No dependen de sí mismos para salvarse y solo ir sumando de tres en tres es lo que puede hacer que la quimera se convierta en una aspiración viable, y esto último en una realidad.

Pensando en el fundamental partido que tienen la próxima semana frente al Atlético de Madrid en las semifinales de la Champions League, es probable que el técnico portugués del Chelsea haga algunas rotaciones para permitir a sus jugadores llegar lo más frescos posibles para el encuentro del Calderón. A pesar de ello, es conocido el carácter competitivo de Mourinho y tampoco sería extraño que no se guardara ninguna bala en la recámara dada la amplitud de su plantilla. Lo que sí condicionará el once de los locales serán las bajas ya confirmadas de David Luiz, John Terry y Eden Hazard.

En el bando contrario, no les queda otro que arriesgar e ir con todo lo que tengan para sacar algo positivo de Stamford Bridge. La salvación puede parecer una quimera, pero hasta que ya no sea matemáticamente posible, los jugadores del Sunderland seguirán intentándolo y buena prueba de ello es el meritorio empate logrado ante el equipo de Pelligrini. Lamentablemente para los black cats, tienen la enfermería bastante llena y, al igual que ocurrió el miércoles, Poyet deberá recurrir a un once bastante improvisado. A las bajas ya confirmadas por lesión de Cuéllar, Fletcher, Bridcutt o Westwood, se une por sanción Phillip Bardsley.

Jugadores a seguir

Buen partido el que se avecina en Londres con dos buenos equipos frente a frente, que cuentan entre sus filas con varios nombres que pueden marcar la diferencia, aunque puede haber dos que sobresalgan al resto.

En el bando local, se ha colado en este apartado por méritos propios un jugador que muchos aficionados blues no esperaban ver por aquí al menos hasta la temporada que viene. Ese no es otro que Mohamed Salah. El mediapunta ex del Basilea está entrando con regularidad en los planes de José Mourinho y sus buenas actuaciones le han granjeado muchos minutos por parte del técnico luso. Su velocidad, su calidad y su visión de juego le convierten en un futbolista muy difícil de defender para el cuadro visitante.

Por los visitantes, también tenemos a otro outsider. A causa de las bajas en la punta de ataque, Poyet apostó por él en el Etihad Stadium, y la jugada no pudo salirle mejor al técnico. Hablamos por supuesto de Connor Wickham. Su aportación al equipo no había sido hasta este momento de la temporada especialmente determinante, pero su doblete al Manchester City le coloca en todas las quinielas para repetir como titular en el ataque de los visitantes. Su gran envergadura y su calidad con el balón en los pies pueden convertirle en una pesadilla para los centrales locales.

Posibles onces