En la tarde del pasado 28 de junio Julio Cesar era el centro de todas las miradas. Tras 120 minutos que no sirvieron para desequilibrar el marcador entre Brasil y Chile, la tanda de penaltis se asomaba decisiva e imparable hacia el primer plano. Junto a ella, las miradas hacia el meta brasileño. A sus 34 años llegaba tras defender la meta del Toronto FC de la Major League Soccer norteamericana. Con más detractores que apoyos, su actuación en los cuartos de final del pasado Mundial iban a auparle a los cielos o a condenarle al ostracismo. Paró dos penaltis. Se convirtió en héroe. Encajó, cierto es, siete tantos en un solo partido frente a Alemania. La catástrofe fue general y el exguardameta del Inter de Milán poco pudo hacer para parar a la apisonadora teutona.

Vacaciones y vuelta a Canada... o no. El Queens Park Rangers ha decidido que regrese a Loftus Road. Una llamada ineludible, la vuelta a la Premier League. Allí llegó en 2012 para quitarle el puesto a Robert Green. Tras perder la categoría y jugar un único partido en Championship la pasada campaña, Julio Cesar, necesitado de focos mayores para captar la atención de Scolari, decidió aceptar la propuesta del Toronto. Salió decido, eso sí.

Ahora regresa a Londres para volver a disputarle el puesto al internacional Green, uno de los fijos de Redknapp en el ascenso que finiquitaron los hoops frente al Derby County. La disputa empezará en breves y el QPR será el claro vencedor. Pocos equipos pueden presumir de contar con dos porteros de semejante nivel.