Howard Webb no volverá a vestirse de negro y a colgarse el silbato al cuello, al menos en competiciones oficiales. Tras una vida dedicada a arbitrar partidos de fútbol, este trencilla nacido en Yorkshire el 14 de julio de 1971 deja de arbitrar para convertirse en el director técnico de los colegiados ingleses a partir de esta misma temporada. Posiblemente, uno de los mejores árbitros de los últimos años pese a sus errores puntuales. 

"Es bonito escribir un nuevo capítulo tras 25 años en el terreno de juego"

Webb ha sido durante su larga carrera un colegiado con mucha personalidad y algo polémico. En sus inicios fue árbitro asistente en las categorías más pequeñas de las islas británicas, pero poco a poco fue llegando más lejos y en 1996 se convirtió en árbitro profesional -y principal-. Tras siete años en tres de las categorías más importantes le tocó el turno de arbitrar en la Premier League en 2003, siendo un empate a cero entre Fulham y Wolverhampton su primer encuentro en dicha categoría. 

En 2005 tuvo la oportunidad de arbitrar una final, fue la de la Community Shield y llegó el mismo año en que se convirtió en árbitro FIFA, debutando en un amistoso Portugal - Irlanda del Norte. En 2006 dirigió la final de la FA Trophy, en 2007 la de la Football League Cup y en 2009 la de la FA Cup que enfrentaba a Chelsea y Everton.

En 2010 la final del Mundial de fútbol fue la chispa que hizo que cualquier error suyo le fuese echado en cara durante mucho tiempo. La patada, calificada como de kárate, de De Jong a Xabi Alonso en el pecho que no supuso la expulsión del jugador neerlandés provocó un gran revuelo. El partido entre Chelsea y FC Barcelona un año antes también fue muy criticado por todos los aficionados. 

Hace apenas unos días, Howard Webb era noticia al jugar un amistoso no como árbitro, si no como un jugador cualquiera y lanzar un penalti al estilo panenka batiendo así al meta rival.