Cuatro minutos mágicos cambian el devenir del partido

El Aston Villa no pudo mantener su excelenta racha ante el Arsenal. Al equipo de Wenger le bastaron cuatro minutos para silenciar las gradas del Villa Park. Welbeck y Özil marcaron las diferencias en un encuentro que se puso complicado para los gunners, con un Aston Villa dominando la primera media hora de encuentro.

Inicio con fuerza del Aston Villa

El Aston Villa salió muy serio en los primeros minutos llevado por la motivación del gran arranque liguero que habían cuajado. Ante ellos, un Arsenal muy dubitativo que esperaba replegado la mínima oportunidad para lanzar un contraataque y buscar la diferencia en calidad y, sobre todo, en velocidad con Oxlade-Chamberlain, Özil, Ramsey y Welbeck.

Poco tardaron los villanos en hacer intervenir a Szczesny. Una gran jugada al primer toque terminó con un disparo de Delph que el portero polaco pudo desviar a saque de esquina. Los de Wenger, por su parte, llegaban muy tímidamente al área de Guzan. Los visitantes intentaron avisar con un chut de Welbeck, pero se marchó muy alto. El balón lo movía a su antojo el conjunto de West Midlands.

El equipo de Paul Lambert buscaba las internadas por las bandas. Agbonlahor ayudaba en ambos carriles para iniciar una jugada de peligro con paredes con los interiores y apoyándose en los pivotes. Hutton tuvo una gran oportunidad para poner a los locales por delante, pero su remate de cabeza salió desviado. Minutos después iba a llegar la ocasión más clara del Aston Villa. Remate de cabeza de Clark en una falta -tras aprovechar el despiste de Gibbs- y su remate lo para excelentemente Szczesny.

Cuatro minutos bastaron para devolver al Aston Villa a la realidad

Welbeck y Özil se iban a encargar de acabar con la imbatibilidad del Aston Villa esta temporada. En una jugada de contraataque del Asenal, Welbeck le iba a poner un maravilloso pase a Özil para que batiera en el mano a mano a Guzan. Los gunners mostraron su mayor potencial en ataque en un partido que estaban sufriendo. Ahí no quedó la cosa. Un minuto después iba a llegar el segundo con los mismos protagonistas, pero con las funciones cambiadas. Un magistral pase del alemán al corazón del área iba a ser rematado por Welbeck sin oposición de la defensa villana.

La mala suerte se cegó con el Aston Villa cuando en una jugada un minuto después, Aly Cissokho se introducía el balón en su propia portería. El Arsenal había logrado sentenciar el partido en tres minutos, tras no haber creado peligro en la media hora de partido hasta entonces. La diferencia de pegada y calidad bastó para cambiar el marcador. Tras esta avalancha de goles gunners, los de Wenger iban a controlar el juego y ritmo del partido hasta que Mike Jones señaló el camino a los vestuarios.

La segunda mitad comenzó con el Arsenal dominando el balón sin permitir al Aston Villa tener opciones de crear jugadas de peligro a la portería de Szczesny. Con el control del esférico en pies gunners llegó una nueva oportunidad para hacer el cuarto, el disparo de Welbeck acabó en las manos de Guzan de manera mansa.

Comodidad gunner ante la impotencia villana

El segundo tiempo se convirtió en un 'querer' del Aston Villa pero 'no poder'. Los de Paul Lambert lo intentaron sin éxito. La única ocasión clara que tuvieron los de West Midlands fue un disparo de Cissokho que se marchó desviado. Ambos equipos utilizaron los tres cambios para diferentes tareas. El Aston Villa buscaba una dinámica más ofensiva, mientras que el Arsenal logró de manera más conservadora poder mantener el marcador hasta que el árbitro decretó el final del encuentro.