Salía el sol en Liverpool hoy dispuesto a vivir uno de los partidos más tensos de la era Rodgers como entrenador del conjunto local. Siete puntos en seis partidos era el tanteador con el que llegaban a esta séptima jornada los hombres del galés que por si fuera poco, venían de conocer la derrota en Europa ante el Basilea suizo, un equipo que sobre el papel era inferior, pero sobre el verde no lo fue tanto. Su advesario, con un punto más en la tabla aterrizaba en la ciudad con la ilusión de aquel que se siente capaz de derrotar a un rival que atravesaba una mala racha que esperaban, no finalizase esta jornada.

En toda derrota siempre hay un señalado y parece ser que tras la debacle europea le tocó a Balotelli. El delantero italiano, siendo el segundo jugador con más disparos a puerta en la Premier League con 20 tiros entre los tres palos, se había mostrado incapaz de anotar un gol en la competición local, motivo más que suficiente para sentarle en el banquillo a ojos de su entrenador. Lambert, el ariete inglés saldría en su lugar. Además regresaba a la titularidad Alberto Moreno. Coutinho, cuestionado, mantenía su puesto en la titularidad mientras que Lallana retrasaba su posición para desplazarse al centro del campo haciendo pareja con Gerrard y Henderson.

Por su parte el West Bromwich Albion llegaba con todo y un poco más a Anfield. Con el único cambio de Gamboa por Wisdom, el ex del Liverpool, esperaban mantener su dinámica positiva de dos victorias consecutivas ante Burnley (4-0) y Spurs (0-1). Para ello Berahino volvería a ser la única referencia ofensiva, con una linea de tres a sus espaldas ocupada por Dorrans, Sessegnon y Brunt. Gardner y Morrison tendrían la difícil labor de sostener al equipo y procurar no separar la linea ofensiva de la defensiva en el equipo y generar espacios para que jugadores como Sterling se aprovechasen de ellos.

Paciencia, elaboración y fiasco

Con el pitido inicial el Liverpool intentó retomar su mejor versión. Paciencia, mucha paciencia, en la elaboración y con cuidado de no cometer errores de bulto que les generasen contraataques indeseados. El WBA por su parte se mostraba, o eso intentaba, como un conjunto ordenado y sin fisuras atrás, pero Morrison y Gardner parecían tener muchas dificultades para contener las subidas constantes de Lallana y Henderson, dejando más liberado a Lambert que llegó con peligro sobre la portería visitante. No sería el mejor partido del delantero inglés, pero ya mostró signos de lo que sabe hacer al ganar cada balón frontal que le llegaba. Lento en la definición sin embargo, falló dos ocasiones aparentemente fáciles para él.

Mientras Lambert batallaba con los centrales, Sterling intentaba aparecer por sorpresa desde la segunda linea del ataque red, sin embargo sus intentos no parecían salir bien y eso sucedía en parte, gracias a sus propios errores. Gamboa y Pocognoli empezaban a hacer sus apariciones en las ofensivas tímidas que el WBA lanzaba sobre los locales. Con Brunt totalmente desacertado pese a las facilidades que Manquillo parecía ofrecer por su banda, Pocognoli conseguía entrar por su banda para colgar balones sin mucho éxito sobre el área de Mignolet. Gamboa por su parte generó algunas faltas de importancia en sus subidas pero se veía bloqueado en todo momento por Alberto Moreno, imparable en carrera.

Lallana sacó el violín

Mucho tenía que decir el centrocampista inglés. Ansioso de mostrar su mejor juego en el Liverpool para así hacer ver al mundo que su fichaje era un acierto, cuajó una buena primera parte que terminó de cerrar con una jugada sólo apta para grandes jugadores. Aguantando la pelota entre varios jugadores al borde del área Lallana encontró a Henderson para entregarle la pelota y avanzar en carrera buscando el espacio. Henderson se entendió con él y con un taconazo lo dejó solo dentro del área, donde con la pierna izquierda se la cruzó al palo largo a Foster, subiendo el 1-0 al marcador.

A partir del gol, parecía que la mejor versión del jugador había desembarcado por fin en Anfield. Con mucho brillo y ofreciendo algo que el equipo necesitaba, un centrocampista con fútbol, último pase y llegada. Generando tantos problemas las miradas de los centrocampistas visitantes se centraron en él, dejando espacios libres para la llegada de Coutinho que participaba por su misma banda, pero en su lugar fue Alberto Moreno el que se aprovechó para generar peligro.

Penalti fuera del área, reacción y final

El partido transcurría sin mucho sentido cercano al minuto 56 cuando de pronto Michael Oliver, el colegiado del partido, entendió que Lovren realizó penalti sobre Berahino dentro del área. Si en directo no aparentaba ser penalti las repeticiones así lo confirmaban, mostrando el contacto fuera de ésta. El lanzamiento, que realizaría el propio Berahino, acabaría con el 1-1 en el marcador al engañar a Mignolet con su disparo.

No tuvieron mucho tiempo los jugadores y aficionados en protestar esa jugada cuando apenas cuatro minutos después Sterling se metería dentro del área y pese a caer al suelo dentro de ésta, envió como pudo un pase a Henderson, cuyo marcador asistió a tapar a Sterling, para marcar a placer dentro del área cruzándola de nuevo al palo largo de Foster, incapaz de llegar. A partir de aquí comenzó el partido en el que unos se conformaban y los otros no llegaban.

Saltó al campo Mario Balotelli para disputar más de 25 minutos de partido e intentar así, otra vez sin éxito, anotar. A su vez Rodgers quiso cerrar un poco su banda derecha y llamó a Glen Johnson para sustituir a un Manquillo que no se mostró especialmente seguro atrás. Por su parte el WBA intentaba meter algo más de físico en su centro del campo dando entrada a Mulumbu, pero seguían sin ofrecer ocasiones que hicieran temblar la portería local. Sólo Berahino fue capaz de hacerlo al mandar un cabezazo lejano fuera de la portería del belga Mignolet, que no tuvo apenas trabajo.

Con este dejar caer de minutos tan tranquilo, el partido llegó a su final dando tres puntos importantes al Liverpool que evitan así males mayores y tranquilizan a su afición para este parón que vivirá el fútbol por culpa de las selecciones. Esperando la llegada de Sturridge, se quedan con 10 puntos séptimos provisionalmente en la tabla, con esperanzas en poder mirar arriba y esperar que sus rivales directos no obtengan victorias. Por su parte el WBA se queda estable en mitad de la tabla cumpliendo de momento su papel, vivir lejos del descenso.


Liverpool (2) WBA (1)
Mignolet 6 Foster 7
(64') Manquillo 5 Gamboa 6
Skrtel 6 Dawson 4
Lovren 6 Lescott 5
Moreno 7 Pocognoli 5
Gerrard 6 Gardner 5
Henderson 8 (81') Morrison 4
Lallana 9 (71') Dorrans 6
(75') Coutinho 5 Sessegnon 5
Sterling 7 (87') Brunt 4
(64') Lambert 6 Berahino 7
Recambios
(64') Balotelli 6 (71') Mulumbu 6
(64') Johnson 5 (81') Blanco -
(75') Leiva 6 (87') Samaras -