Otro día en la oficina en Southampton

No se había hablado de otra cosa durante toda la semana previa al encuentro. Ni la victoria loca del Liverpool en Loftus Road, ni el póker de Sergio Agüero contra el Tottenham, el tema del momento en la Premier League era el Southampton de Ronald Koeman y el escandaloso 8-0 que le endosó al Sunderland en la octava jornada. Los saints confirmaban su etiqueta de revelación de esta temporada y mostraban así lo que eran capaces de hacer. Su próximo reto era seguir en la senda de la victoria, y para ello tendrían que superar con nota la visita del Stoke de Mark Hughes que llegaba al partido en la zona tranquila de la tabla con unos muy meritorios 11 puntos.

Dominio aplastante de los de Koeman en la primera mitad

Comenzó el Southampton como acostumbra a empezar sus partidos en casa, dominando el balón y tratando poco a poco de acercarse a la portería rival. El balón era completamente propiedad saint y el Stoke defendía bien y trataba de salir a la contra por medio de N'Zonzi y, como siempre, buscaba uno de sus mayores activos como es la cabeza de Peter Crouch. Al margen de un par de llegadas aisladas por parte de ambos equipos, el inicio del partido careció de peligro real de gol.

A medida que avanzaba la primera parte, el soton conseguía avanzar metros y transmitir poco a poco más sensación de peligro sobre la portería de Begovic. Los tres de arriba, Mané, Pellé y Tadic, empezaron a despertar y las ocasiones llegaron para los de Koeman y, sobre la media hora de partido, llegó también el primer gol.

Tras una jugada a balón parado, Pellé controló de pecho y lanzó un zurdazo al poste de Begovic y, cuando los aficionados potters ya respiraban aliviados, llegó Sadio Mané para recoger el rechace y poner el 1-0 en el marcador. Pudieron ser más los goles de ventaja para los de Koeman antes del descanso pero finalmente la diferencia antes del entretiempo la marcó el primer gol de Mané en Premier League.

El Stoke en la busqueda, sin éxito, del empate en St. Mary's

En la segunda mitad el Stoke salió con determinación en busca de igualar el partido. Hughes sacó a Diouf para dotar de más verticalidad y velocidad a su equipo y la defensa local tuvo que trabajar duro para frenar a la linea de ataque de los potters. Aún así, no se puede decir que los de Koeman estuviesen sufriendo, ya que todavía conseguían llegar con peligro a la contra y seguían inquietando a Begovic.

Pero el inicio esperanzador del Stoke fue un espejismo. Con la entrada de Wanyama el soton ganó solidez y fue recuperando terreno hasta volver a dominar el partido. Incluso tuvo oportunidades para poner el segundo por medio de un Tadic que estuvo realmente inspirado. Aunque el balón no quiso entrar, el dominio del Southamton fue abrumador y los de Hughes no eran capaces de contestar al brillante juego de los locales.

Se le venía el reloj encima al conjunto visitante e intentó venirse arriba en los minutos finales buscando la igualada. Entraron Arnautovic y Assaidi para intentarlo a la desesperada, pero una sólida zaga saint y un seguro Forster en las acciones decisivas frustraban una y otra vez al Stoke, que veía como los tres puntos se quedaban una semana más en St. Mary's y la figura de Ronald Koeman se hacía cada vez más adorada en la ciudad de Southampton.

El Southampton sigue arrollador y el Stoke no despega

La victoria del soton coloca al equipo de Koeman segundo en la clasificación tras la derrota del City en Boleyn Ground. La revelación de esta campaña sigue soñando y quién sabe donde pueden estar los límites de este conjunto. Por su parte, el Stoke sigue en la zona tranquila de la tabla, aunque los de Hughes no han sido capaces hasta el momento de enlazar dos victorias seguidas esta temporada.

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